“Gerald está diciendo la verdad. Solo estamos fingiendo ser una pareja para resolver los problemas a los que nos enfrentamos ahora. Así que, cuando venga a verte, no hay nada de qué preocuparse, eso lo hará aún más creíble”. Aunque Fujiko estaba un poco dolida, Gerald estaba diciendo la verdad, por lo que ella no podía decir mucho al respecto y simplemente le siguió la corriente.

“Pero, ¿hay algo de lo que quieras hablar ya que has venido personalmente?”. Gerald miró su cigarrillo. Aunque no podía fumar en ese momento, él todavía tenía ganas de hacerlo.

“No es nada. Es solo que no estoy muy familiarizada con los miembros de mi equipo. Además, soy la única mujer en el equipo. Me da miedo quedarme sola”, dijo Fujiko avergonzada.

“Pero no puedes quedarte aquí tampoco”. Gerald se rascó la cabeza.

“Volveré a mi habitación a dormir. Solo quería cenar y charlar contigo”, respondió Fujiko mientras tomaba su taza y miraba a Gerald.

“Espera un momento, entonces. Aiden ha salido a comprar al