Gerald miró en la dirección del sonido y vio que se trataba de un coche que había atropellado a un peatón en la carretera. El coche se detuvo por un momento pero se fue justo después de eso. El conductor no mostró ninguna intención de ayudar al peatón en absoluto.

Gerald se acercó apresurado. El peatón era una mujer de mediana edad y resultó gravemente herida. Le sangraba la cabeza y había perdido el conocimiento.

Gerald gritó de inmediato: “¡Ray, rápido, consigue un coche!”.

Ellos no habían salido en coche ese día. Si esperaban la ambulancia, sería demasiado tarde.

Ray fue a buscar un coche de inmediato. Pasaron algunos coches y, afortunadamente, un coche se detuvo para ayudar.

Gerald se sintió un poco aliviado. Por suerte, él era un cultivador. Si no fuera él quien ayudó a cubrir la herida de la mujer hace un momento, ella ya habría tenido un derrame cerebral y habría entrado en estado vegetativo para cuando llegaran al hospital.

En el camino al hospital, el celular de la mujer