“Gerald, de verdad te debo mucho por todo lo que ha pasado estos días. Por favor, cuida a Raine en el futuro”.

Yollande se lo propuso a Gerald.

Gerald se sobresaltó cuando la escuchó. Luego, él sonrió y dijo: “Por supuesto. No se preocupe, tía. Los asuntos de Raine serán mis asuntos, yo la ayudaré”.

En verdad, Gerald entendió lo que Yollande estaba tratando de decir. Ella lo estaba tratando como el novio de Raine.

Gerald pasó más tiempo con la familia de Raine antes de irse.

Aunque Raine se resistía a dejar que Gerald se fuera, ella sabía que él debía tener sus propios asuntos de los que ocuparse. Ya estaba muy satisfecha porque él pudo venir con ella.

Después de despedir a Gerald, Raine regresó a la sala.

“Raine, dime, te gusta Gerald, ¿verdad?”.

En el momento en que Raine regresó y se sentó, Yollande la miró y preguntó.

Cuando Raine escuchó la pregunta, su rostro se puso rojo de inmediato por la timidez.

Al ver los cambios en el rostro de su hija, Dexter de inmediato mostró