Después de devolver el saludo, Misty se giró para mirar a su grupo antes de decir: “Primero, salgamos de las presentaciones. Este es Gerald y lo conocí ayer. Es una persona bastante agradable e incluso me salvó, ¿saben?”.

“¡Hum! ¡Así que este es el chico! Si sabía que íbamos a asistir a un evento de intercambio de tesoros, ¿por qué eligió vestirse así?”, dijo una de las otras mujeres con bastante desdén mientras se cruzaba de brazos.

El comentario de la mujer se debía al hecho de que el evento de intercambio era una especie de reunión reservada en su mayoría solo para personas prestigiosas. Dado que solo se esperaba que asistieran aquellos que eran poderosos e influyentes, se consideraba que los trajes y los zapatos de cuero eran la norma en eventos así.

Como Gerald era el único vestido como un turista, no era de extrañar por qué la amiga de Misty lo encontraba bastante humillante.

Ella tampoco era la única. Muchos de sus amigos también estaban pensando lo mismo.

“Está bien, ¿no?