“¿Qué te pasa, Kaleb?”.

“...¿C-cómo...?”, murmuró Kaleb mientras se miraba ambas manos, evidentemente todavía sorprendido.

“Explícate, Kaleb. ¿Qué quieres decir con ‘como'?”.

“Usé mi fuerza interior hace un momento cuando estaba agarrando la muñeca de ese joven…Sin embargo, ¡mi fuerza interior simplemente se detuvo a la mitad! ¿Cómo es eso posible?”.

Kaleb permaneció en silencio durante un rato, completamente perplejo mientras reflexionaba sobre la extraña sensación que había experimentado hace un momento.

“¿Estás seguro de que no estás pensando demasiado en eso?”, preguntó Zolton mientras miraba al hombre de cabello blanco. Como su padre fue quien invitó al misterioso Kaleb, Zolton lo respetaba bastante.

“No...¡Estoy seguro de que algo anda mal con ese joven!”, respondió Kaleb mientras se giraba para mirar con frialdad la dirección en la que Gerald se había ido segundos antes.

Gerald ya había llegado a la orilla de un río no muy lejos. Una vez que estuvo seguro de que estaba so