Noelia enloquecía con cada roce, con cada palabra que ese hombre le regalaba, su cuerpo parecía arder en cada una de las caricias de esos dedos, en la forma en que erizaba su piel al tocarla, con la boca, los labios, los dientes y la lengua que parecían querer devorarla, querer consumirla y rendirla ante sus atenciones.Lava era lo que él hacía correr por las venas de la chica, podía sentir su sexo, palpitar de anticipación a lo que se imaginaba sería sentirlo dentro, en esos momentos a Noelia le importaba muy poco si le dolía esa primera vez, lo que le importaba era que ellos dos serían uno, que se entregaría a ese hombre que la llevaba de una intensa necesidad que le hacía sentir todo el cuerpo arder sin apenas esfuerzo.— Marius no me hagas rogarte, no una vez más... por favor... te quiero, te necesito, hazlo ya.Era lo único que el francés necesitaba, una última confirmación de que estaba realmente decidida a sentirlo dentro, de que lo deseaba tanto como él a ella. Le besó el cuel
— Algo cómodo estará bien, con lo que tú te sientas a gusto.— la miró de arriba a abajo, notando como su pantalón empezaba a apretar ante el engrosamiento de su entrepierna.— Pero vístete ya o no podré contenerme y mi padre tendrá que venir a tirar la puerta abajo porque no habrá fuerza humana capaz de hacerme renunciar a follarte hasta la extenuación.Después resopló observándola sin perder detalle de sus movimientos a medida que se vestía, aquella chica era perfecta, si no tenía cuidado, podría terminar jodido y no tenía muy claro si podía permitírselo, si podía volver a poner su corazón en el juego, negó riendo ante su propio pensamiento, no lo haría, jamás volvería a hacerlo.Una sonrisa pícara apareció en el rostro de la joven al escucharle decir que no podría contenerse. Esas palabras la hicieron sentir hermosa, y empoderada por el simple hecho de conseguir que un hombre como Marius no pudiera dejar de desearla.—Seré una niña buena y me portaré bien— respondió ella, eligiendo a
Matthew, quién solo estaba deseando alejarse de esa tentadora pelirroja que era demasiado joven para él, maldijo internamente a su amigo cuando el cabrón se atrevió a pedirle que la acompañara a su habitación. ¿No era su invitada? Que la llevara él. Pero no, Marius no podía esperar diez jodidos minutos para follarse a Noelia y tenía que dejarlo a él encargado de entretener a esa joven, si supiera las formas en las que le gustaría entretenerla. El muy cabrón, si se enteraba, seguro que lo incitaría a hacerlo sin importarle que aquello rompiera sus principios.— Venga conmigo — le pidió tomando su maleta mientras caminaba en dirección a la habitación designada para ella en el ala oeste del castillo.— Esa es su habitación.— explicó abriendo la puerta que quedaba frente a la suya y se apartó para que la joven pudiera entrar.— Descanse, seguro que está agotada por el viaje — le recomendó girándose para caminar hasta su propia alcoba rogando que no recordara que le pidieron entretenerla.El
Algo en la expresión de la chica lo entristeció, no entendía del todo por qué, no era como si le importaran demasiado los sentimientos de quienes lo rodeaban y mucho menos si tenían que ver con algo que él expresara.— Por supuesto que no me eres indiferente, ningún hombre podría sentirse así ante una joven como tú— empezó a hablar mientras la llevaba a uno de los jardines principales, el más bonito, el que contenía un laberinto de setos — pero no soy alguien bueno para ti, ni tú podrías aportarme más que un efímero desahogo sexual por el que luego me sentiría culpable. La edad si importa Eloise, porque es imposible que alguien tan joven esté realmente preparada a nivel madurativo, por una simple razón, las etapas de la vida no dejan de ser las que son, por muy madura que pueda resultar una joven de 19 años, le queda el doble de ese tiempo para vivir todo lo que yo viví, las cifras no fallan.—¿Por qué tiene que ser todo tan perfecto? ¿Además, que te garantiza que alguien con tu edad
A Marius no le sorprendió encontrarse a su hermana pequeña hablando animadamente con Brigitte, sentadas en una de las mesas de la piscina mientras veían jugar a Bruno en la piscina pequeña. En realidad siempre le había fascinado la relación tan buena que tenían, ya que Brigitte solía ser bastante sería con todo el mundo, pero cuando se trataba de Ariadna, parecía relajarse y hasta divertirse con ella, sin duda esa sonrisa genuina era la prueba de ello y a él le gustaba verla así, Brigitte llevaba varios años siendo su persona de confianza, en ocasiones su guardaespaldas, en otras la de las chicas con las que estaba, su chófer y siempre leal y fiel a él, si había alguien que supiera todo de él sin opinar lo más mínimo, esa persona sin lugar a dudas, era Brigitte, así que ver la amistad que con los años había forjado con Ariadna era algo que lo tranquilizaba, sobre todo por lo loquita que había sido su hermana menor años atrás.— ¡Papá!— Gritó Bruno, feliz al ver llegar a su padre, lo q
Soltó un largo suspiro, recordando lo frustrada que se había quedado tras la interrupción del padre de Marius, por lo que escogió el traje de dos piezas, no solo ella sería la frustrada, también él, al verla con ese traje y no poder quitárselo, ni poder meterle mano como desearía. Sería la mejor manera de liberar un poco su mal humor.Tras probárselo y verse en el único espejo de cuerpo entero que tenía el pequeño cubículo, sonrió por lo bien que se veía con él. Sin embargo, para cuando Noelia salió, se sorprendió sobre manera ante el silencio que se dio al estar frente a todos.— ¿Tan mal me veo?— pregunto tratando de entender qué pasaba y porque la observaban así.Marius se quedó maravillado con la chica, sin duda alguna, aquella mujer era preciosa, incluso con algo tan sexy que solo acentuaba sus virtudes y ese deje de inocencia que la acompañaba a todos lados, haciéndola ver todavía más deseable.La conversación entre la chófer y Ariadna también cesó por un instante en que ambas s
Presionó su miembro más contra el sexo de la chica, estimulándole el clítoris en cada movimiento, cada roce que se le hacía delicioso, podía sentir como la fricción lo ponía cada vez más caliente, más necesitado de ella, ni siquiera sabía cómo estaba aguantando cuando si se movía solo unos centímetros estaría enterrado en su interior, su miembro se engrosó un poco más ante ese pensamiento, solo imaginarlo lo volvía loco.— Te deseo tanto — Exigió con voz ronca sin dejar de mover la pelvis como si realmente la estuviera poseyendo. Llevó las manos hacia atrás por sus caderas y luego por sus nalgas, separándolas solo para meter dos dedos entre ellas y acariciar su entrada en círculos, estimulándola todavía más, mientras con la mano libre la apretaba más contra él para sentir la ficción más intensa.Noelia se encontraba con las piernas sujetas a las caderas de Marius, deseando, anhelando el momento en que él la tomara, no le importaba si era precisamente ahí o en otro lugar, lo único que
Antes de que la chica se diera cuenta, la tenía de nuevo acorralada, pero esta vez contra una gran estatua de mármol que contaba con una repisa que resultaba muy adecuada para lo siguiente que haría el abogado. Deslizó las manos por sus piernas y de ahí a sus glúteos, sería muy directo, muy rudo para que ella lo frenara antes de iniciar y asi por fin terminar con esa tontería.Era una sensación y emociones diferente las que le provocaba ese hombre a Eloise, podía notar como él deseaba disuadirla, asustarla, pero en vez de conseguir ese tipo de reacción, lo único que le provocaba era todo lo contrario. Hacia crecer todavía mas su excitación y sus ganas hasta el punto en que deseaba que la tomara, que se dejara llevar. Si él era el diablo, tal y como aseguraba, ella deseaba quemarse, descubrir las llamas que escondía entre sus brazos y por supuesto que no le frenaría, porque queria entrar en ese infierno del que hablaba.Mathew bajo por el cuerpo de la joven con sus manos hasta los glút