Al contrario de lo que imaginó en un principio, Shi MinZhe desarrolló un cariño genuino por la pequeña Xue.

Ella lo veía como un padre, llamándolo así todo el tiempo. A Shi MinZhe no le importaba, después de todo, Xue solo era una niña que no se acordaba de su trágico pasado. Al menos, en esta segunda oportunidad, merecía ser feliz e ignorante en medio de aquella inocencia infantil.

Cuando Baixue se suicidó y Xian escapó, los días de Xue se convirtieron en un infierno. La pequeña no entendía nada de lo que estaba pasando, solo, que esa figura que se supone debía protegerla y cuidarla, le estaba haciendo daño. Su sufrimiento fue breve, aunque intenso. Y pudo morir de forma rápida.

Pero, Xue no necesitaba recordar nada de eso.

***

"¿Por qué hace tanto calor en este inicio de primavera? Me quiero morir" Xin'er se quejó mientras acariciaba su frente con el dorso de su mano. Los mechones de pelo desordenados se le pegaban a la piel debido al sudor.

Shi MinZhe sonrió. "Amo esta época.