BeatrizEl hombre que está cortando las manzanas, sentado frente a la encimera, justo del otro lado donde yo estoy, me tiene completamente minorizada. Realmente no puedo creer que sea tan servicial.Mis ojos también se fijan inexplicablemente en venas que se han hecho más notables cuando empuña con fuerza el cuchillo. Carraspeo sintiendo que es del todo inapropiado mirarlo de este modo. Peino hacia atrás el mechón de mi cabello que se ha soltado de mi peinado diciéndome que debería haberme vestido de otra forma.Este vestido de pijama que llega hasta mis rodillas cubierta en los hombros con la bata de dormir a juego no es apropiado en lo absoluto, pero tampoco esperaba que él viniese aquí. Corto cuidadosamente las verduras que voy a preparar como ensalada. El hombre a unos metros de mí comienza a hablar.—Realmente no quiero forzarte o que pienses que me debes algo, pero necesito tu ayuda — suspira — no quiero lastimar a mi madre y solo quiero que sea feliz.—Comprendo — digo sin deja
LucasMiro a mi asistente escribir demasiado fuerte sobre la hoja de registros los datos para el sistema de chequeo de Beatriz. Trato de ignorar el hecho de que parece haberse dado cuenta de que la chica y yo estamos teniendo una relación inusual, pero prefiero ignorarlo.—¿No cree que está tomándose demasiadas molestias con esa chica? — niega — ni siquiera la conoce y pagará un tratamiento VIP—La chica está sola Claudia — le digo — que tiene de malo ayudarla.—Que puede ayudarla, pero no gastándose tanto dinero.—¿Es tuyo el dinero? — le cuestiono a ella con voz molesta — Claudia, creo que las cosas están saliéndose de control — la miro — no olvides que la relación que tenemos es simplemente profesional, no juzgues mis decisiones como si fueras algún tipo de pareja.La chica deja de escribir, se pone en pie con sus ojos humedecidos por las lágrimas y estoy listo para escucharla, gritarme, pero la puerta de mi consultorio se abre impidiéndoselo. Ella pestañea varias veces antes de to
BeatrizMe siento extraña sentada en este lugar cuando dijo que iríamos a almorzar, jamás pensé que sería en una cafetería cercana al hospital u otro sitio más sencillo que este elegantísimo restaurante en medio de un rascacielos.La chica en uniforme que se acerca y coloca la carta frente a nosotros tiene una rápida charla con mi doctor, este le pide traer algún tipo de bebida para los dos mientras yo enfoco la lista de precios en el menú.No puedo evitar jadear ante los números que no bajan de las tres cifras en esta carta, trato de encontrar lo más barato haciendo cuentas sobre lo que tengo en mi cartera, pero antes de que pueda definir mi doctor aleja la carta de mis manos.—Invito yo — me dice — ¿Qué te gustaría comer?—Lo que sea no soy exigente.—¿Cuál es tu comida favorita? — me cuestiona — ¿Qué tipo de carne te gusta?—Ohm, realmente estoy bien con cualquier cosa — repito — hace un tiempo no he podido comer nada en lo absoluto.—Entonces pediremos ternera — me dice — ¿te pare
LucasDespués de dejar a la chica embarazada que ha aceptado hacerse pasar por mi novia frente al departamento de mi hermana, miro la hora. Conduzco en silencio hacia la carretera que aleja a la ciudad de las montañas más cercanas.Mi auto se mueve de prisa hasta donde la carretera comienza a hacerse rugosa y cuando llego al punto donde simplemente ya no hay carretera me detengo. Bajo del coche cerrando la puerta con prisas. Camino hacia la verja de madera cerrada que se interpone en el camino y después de abrir dicha puerta solo dejo el auto a unos metros de esta.Respiro hondo antes de quitarme la corbata, la lanzo al interior del auto desde la ventanilla antes de desabotonar mi camisa y caminar directamente por el sendero que lleva hacia la única casa por los alrededores, el camino es demasiado largo, demasiado empinado y sobre todo demasiado molesto.Comprendo que mi hermana quiera soledad, pero esto es simplemente espantoso para conseguir y ella ni siquiera tiene un auto. Después
Beatriz Una semana despuésRespiro hondo mientras siento que esto no es correcto, pero recuerdo que tampoco tengo muchas más opciones y admito que me siento mucho más seguro con el que sola. La última semana fue de dudas y reproches, intenté llamar a mi madre, pero una vez más al escuchar mi voz me colgó.—¿Estás bien?El chico a mi lado ladea su rostro genuinamente preocupado por mi expresión, pero es que realmente me siento mal por irme con él. Muevo mis ojos por el desierto apartamento donde he estado hasta hoy. Siento mi corazón desprenderse de algún modo de esta seguridad y solo alejo la vista cuando una mano toca ligeramente mi hombro.—Te prometo que todo estará bien — dice él — ¿Qué te gustaría sanar hoy?Sonrío ligeramente mientras entiendo que está tratando de cambiar el tema para sentirme mejor. Me encojo de hombros antes de intentar tomar mi maleta, pero mi doctor simplemente la toma más rápido que yo.—Hablemos de como haremos las cosas desde ahora — dice él — bajemos a
Lucas Tomo la mano de la mujer a mí lado y sonrío ligeramente para calmarla,incluso yo me siento de esta manera.—no tienes que sentarte ma l— pido una vez mas — te prometo que todo es por una buen motivo.—Las mentiras no son buenas en ninguna situación — murmura ella mirando por la ventanilla del coche — créeme incluso las que son por un bien mayor terminan destrozando ...familias enteras.Comprendo muy bien esas palabras,también entiendo que ella se siente de algún modo tocada por toda esta situación pero necesito hacer esto.—Mis padres son realmente encantadores,en realidad mi madre pues no es mi madre como te conté y mi padre es el hermano de mi padre viologico pero — niego — los recuerdos que tengo antes de ello eran familiares pero no felices—Mmmm — ella duda por un momento — ¿Qué les pasó? — ella niega — no,disculpa eso es algo muy íntimo yo no debería...—Mi tío abuelo los mató — respondo con normalidad,una normalidad que solo pude conseguir gracias a mi madre — incluso in
BeatrizSi tuviera que describir cómo me siento diría que me siento abrumada, aunque fuera de lugar también estaría bastante bien, este lugar, esta casa, es mucho más de lo que me imaginaba. No puedo evitar sentirme así porque nunca vi nada como este lugar antes.Crecí en un barrio humilde, en una familia que solo vivía con lo necesario porque había muchas personas a las que ayudar, personas mucho más necesitadas que debíamos cuidar en la iglesia, así que nunca tuve la oportunidad de rodearme de tantas cosas como esta.Cuando el doctor me llevó a su departamento sabía que él tenía dinero, tanto el lugar como los muebles en él, lucían caros, pero nunca imaginé que tendrían tanto en su familia. Me remuevo inquieta en mi asiento cuando pienso en el hecho de que estoy viviendo bajo el mismo techo con un chico adinerado y que no es mi esposo.—¿Qué sucede cariño? — la voz femenina que me pregunta hace asentir, aunque realmente tengo el estómago latiendo de incomodidad — ¿Luces algo tensa?
LucasAunque las cosas están saliendo mejor de lo que pensaba, o al menos eso parece, puedo notar aún la duda en el rostro de mi madre. Pincho un poco de la carne asada en mi plato mientras no puedo evitar mirar a la mujer sentada junto a mí que no ha tocado su comida.―¿Te sientes bien?Ella alza sus ojos en mi dirección cuando susurro eso en su oído mientras todos comen, me siento mal por disfrutar del aroma que ella desprende y acercarme de más solo para poder sentirlo.― Si estoy bien, es solo que… ― su rostro cambia ligeramente ― creo que estoy algo mareada.Ella sonríe cuando mi madre nos observa, toma un poco de comida de su propio plato y come en silencio mientras noto su pierna moverse ligeramente bajo la mesa. Muevo mi mano hasta ella, la chica a mi lado me mira durante un momento, pero me encargo de hacerle ver con mi expresión que solo estoy tratando de calmarla.Mi madre es demasiado observadora y probablemente se dé cuenta de que algo no anda bien si ella sigue portándos