BeatrizMe digo a mí misma que debo dejar de meterme en lo que no son mis asuntos mientras conduzco de regreso al trabajo. Sé que Lucas tiene sus propios problemas, problemas en los que simplemente no debería meterme porque, como me dijo, yo no tengo nada que ver con eso.Soy una aparecida, alguien que simplemente apareció por accidente y aunque él ha sido encantador conmigo. Aunque de algún modo terminamos besándonos y bueno… Haciendo ese tipo de cosas sigo sin ser nada más que su amiga.Bajo del auto sintiéndome mal ante ese hecho, nunca antes dormí con nadie que no fuera alguien para mí. Incluso pensando en Ben realmente creía que teníamos alguien, siempre me pareció raro que nos viéramos en los mítines fuera de la ciudad o tarde en la noche después de las conferencias, pero realmente nunca pensé que me engañaría de esa manera.Camino hacia la repostería diciéndome que debería alejar esos pensamientos, me prometí olvidarme de Ben y de todas las formas en que me ha destrozado la exi
LucasNi siquiera la pienso mucho antes de correr a mi auto e ir por Beatriz a la casa de sus padres, ella está embarazada, su madre debería ser más considerada. Pude escuchar que se sentía mal por su voz al teléfono y eso me enfada demasiado. Conduzco rápidamente hasta su casa, llego a la dirección con prisas y cuando reconozco el auto de mi hermana me estaciono justo en frente.Rodeo el auto para entrar en la casa cuando un hombre de unos cincuenta años me detiene en medio de la entrada de la casa que asumo es la casa de sus padres.—¿Qué hace usted aquí? — dice el hombre — ¿Por qué quiere entrar a mi casa?—¿Usted es el padre de Beatriz entonces? — gruño — estupendo, ahora quítese de en medio.El hombre me mira incrédulo, camino hasta la casa y entro por la puerta que sigue estando entreabierta. Lo primero que noto cuando entro en este lugar es a Beatriz, sentada en el sofá con su respiración entrecortada. Corro hasta ella dándole la más cruel de mis miradas a la mujer sentada en e
BeatrizPaso una mano por mi rostro mientras trato de limpiar las lágrimas que siguen cayendo por mi rostro sin control alguno. Mis manos tiemblan mientras me siento mucho más infeliz ahora que sé que estoy sola, absolutamente sola.Después de como me trataron mis padres incluso viéndome así fueron lo que necesitaba para darme cuenta de una vez y por todas que debo olvidarme de encontrar su perdón. Miro hacia la ventana del auto sin saber exactamente cómo sentirme. La mano de Lucas toca mi mejilla, limpia las lágrimas ahí antes de dar un pequeño pellizco a mi piel tratando de consolarme.—Deja de pensar Beatriz — me pide — estamos bien ahora.Lo miro, él sigue con los ojos en la carretera, pero yo no puedo dejar de mirarlo, se siente como mi ángel de la guardia. Estoy más que segura de qué Dios lo puso en mi camino porque sabía que lo necesitaba, que mis padres son los que pecaron y que yo solo fui una víctima de un mentiroso como Ben.—Lamento que me vieras así — admito tocando mi vi
LucasMe siento frustrado, realmente no quería venir aquí, pero consideraba mejor opción aquí que regresar a casa de mis padres. Quiero mantener a Beatriz lejos de todo, al menos por un día, ella pasó por mucho hoy e incluso yo lo hice.Me muevo por la cocina revisando que fue lo que los encargados de cuidar la casa dejaron para nosotros en la nevera. Me doy cuenta de que hay suficiente para unos días y decido tomar algunas verduras para preparar un caldo de vegetales, Chequeo en el congelador de la nevera sonriendo cuando veo el helado que pedí ahí también.Me coloco el delantal rosa que definitivamente le queda mucho mejor a mi madre y arremango mi camisa antes de empezar a cocinar. Miro hacia las escaleras más allá del comedor, pero Beatriz parece aún no bajar.Me concentro en lo que estoy haciendo diciéndome que necesito hacerla sentir mejor. Dios, no sé cómo sus padres pueden ser tan crueles, a su madre ni siquiera le importó que ella estuviera embarazada. Pude ver lo angustiada
BeatrizAbro mis ojos cuando escucho los gruñidos del otro lado de la cama, Me paro un tanto confundida y me doy cuenta de que Lucas está teniendo una pesadilla. Lo veo gemir mientras su cuerpo se retuerce entre las sábanas.Llevo una mano a mi pecho intentando saber qué debería hacer ahora mismo, muerdo mi labio recordando que dijo que no debería estar con él cuándo sucede esto, pero realmente no creo que sea tan peligroso. Me inclino sobre él e intento despertarlo.—Lucas, estás teniendo una pesadilla — le digo — por favor despiértate que…El hombre junto a mi sujeta mi mano con brusquedad, comienza a gritar antes de empujarme lejos y siento el dolor en mi muñeca mientras me doy cuenta de que él simplemente no puede despertarse. El hombre a mi lado grita algo inentendible , su cuerpo se mueve furioso entre las sábanas mientras yo corro para alejarme de él.—¡Mamá! — grita Lucas — ¡Papá!, qué es esto — lo escucho gritar desolado — ¡Me duele!Las lágrimas comienzan a brotar de sus mej
LucasDespués de darle de desayunar a Beatriz, de verla sentirse extraña ante la propuesta que debo admitir, también me sorprendió a mí reviso mis correos electrónicos desde el móvil. La verdad es que lo apagué el día de ayer porque no quería que nadie nos molestara.Trato de no pensar en las marcas que vi en su brazo, me digo que Beatriz está bien y que justo como ella dijo no fue intencional, pero me sigo sintiendo mal por ello. Suspiro inclinándome hacia atrás sobre mi asiento en el despacho donde no solo estuvo mi padre sino también mi abuelo alguna vez.Ignoro el retrato familiar que aún sigue sobre la mesa, el rostro de mi tío abuelo sigue aún en esa foto con esa mirada que hasta ahora me hace sentir escalofríos. Cierro los ojos durante un minuto, pienso en lo que realmente importa ahora que es el hecho de que le propuse matrimonio a una chica.Sonrío pensando en lo absurdo que es, nunca pensé que me casaría, estaba seguro de que no dejaría a nadie acercarse lo suficiente, pero
Beatriz Después de hablar con los chicos de la tienda y calcular cuantas cosas debo reponer, me permito sentarme en una de las mesas vacías de la tienda con mis pies doliendo como el infierno. Paso una mano distraídamente por mi vientre mientras una de las chicas, limpia las mesas a unos pasos de mí. —¿Quiere que traiga algo jefa? —No, no te preocupes — respondo — solo estoy descansando un poco. Coloco mi mano sobre la mesa antes de mirar por la ventana hacia la concurrida calle más allá del cristal. Mi mente vuelve a pensar en la propuesta de Lucas, mi corazón se mueve de forma extraña mientras intento no sonrojarme, sin embargo, dudo que lo consiga. Me digo que realmente no tengo mucho que perder en esta situación, que lo más probable es que no reciba una propuesta tan buena de alguien más, pero sigo pensando que el matrimonio es algo más que un simple negocio. ¿Qué debería hacer? No quiero que mis hijos realmente vivan sin un padre, siempre pensé que tendría una buena familia,
LucaDespués de lo que son unas extenuantes horas de trabajo, decido regresar a casa, conduzco en silencio pasando por una tienda para comprar algunas cosas para la casa. He pensado todo el día en lo que hablé con mi tío y definitivamente lo único que necesito es olvidarme de todo lo que tenga que ver con él.Llego a casa antes de lo que esperaba, me doy cuenta de que Beatriz aún no está en casa porque el silencio rodante en mi departamento es completamente extraño, ahora que me he acostumbrado a encontrar a Beatriz o tenerla alrededor de las dos.Dejo mis bolsas en la cocina mientras mi gato maúlla a mi alrededor, desato los botones de las mangas de mi camisa para arremangarla y coloco un poco de comida para gatos en el plato de Rick. Guardo las cosas que compré dentro de la nevera. Trato de llamar a Beatriz, pero no contesta el móvil, así que, aunque realmente estoy preocupado, me encargo de comenzar a preparar la cena diciéndome que probablemente tuvo que quedarse en el trabajo por