LucíaTres semanas despuésSonrío mucho más ahora de lo que debería admitir, tarareo una canción mientras preparo el caldo de res que he decidido preparar para el almuerzo mientras doy una ojeada a la niña acostada en el suelo de mi cocina dibujando alguna cosa. Como he estado haciendo estas últimas semanas le señalo a la pequeña alguno que otro error que corrige rápidamente. Nunca pensé que daría clases particulares a una niña, jamás imaginé que lo haría gratis, pero definitivamente ni siquiera pude pensar alguna vez qué pasaría la mayoría de mis días charlando tranquilamente con mi vecino o enseñándole el lenguaje de señas.Me acuclillo frente a la niña acostada en mi cocina para llamar su atención. La niña me mira con curiosidad cuando interrumpo su sesión de dibujo y ella me recuerda tanto a mí cuando ni siquiera podía hablar con mi hermano.— ¿Qué tal si dejas esto por un rato? — cuestiono — ¿Deberíamos comer un poco de pastel?La niña asiente, me pongo en pie para abrir la neve
RogerSonrío mientras me dejo llevar por la emoción de ser besado por la mujer que después de todo me ha dejado más de una noche sin dormir las últimas semanas. No solo con sus clases de señas, sino también con estos deseos que ya no puedo ocultar, la deseo, me agrada verla, cuidar de mi hija como no lo hizo nunca nadie y es justamente por eso que me siento tan feliz.El momento ardiente entre los dos me hace desear acariciarlo mucho más, empujo su cuerpo hacia atrás, perdido en la pasión de besarla. Lo hacemos hasta que algo cae debido a la oscuridad rodante a nuestro alrededor. Ella jadea, me mira algo avergonzada mientras un fuerte estruendo viene debido a que otro de los caballetes cae contra un montón de cuadros y no puedo evitar sonreír ante sus nervios.— Creo… Creo que deberíamos ir fuera — carraspea — algo podría caer sobre nuestras cabezas en algún momento.Sé que ella está avergonzada y nerviosa, también sé perfectamente que ella es prácticamente una mujer inexperta, una q
LucíaMe despierto en medio de la noche con el sonido de mi móvil suena una y otra vez. Tardo unos minutos en despertarme, pero cuando lo hago la voz del otro lado de la línea me despierta por completo.— ¿Mateo? — limpio mis ojos incrédula — ¿Realmente eres tú?— Si Lulú soy yo.Me pongo en pie exaltada, corro a prender la luz de la habitación, aunque ya pasan de las dos de la madrugada y simplemente me siento en la cama confundida ante la increíble sorpresa que es que mi hermano me llamé cuando hablé con él por última vez hace seis años.— ¿Qué sucede?, ¿Por qué me llamaste?, ¿Sucedió alguna cosa?, ¿Necesitas algo?— No ha sucedido nada Lulú — responde — es solo que… Necesito estar un tiempo en la ciudad y quiero tratar de no encontrarme con papá o…— Por favor Mat, sabes que puedes venir a mi casa cuando quieras, pero no crees que deberías hablar al menos con mamá, ella está muy triste por estas fechas.— Yo también lo estoy — respondo — todos lo están, pero no creo que sea una bue
RogerTermino de acomodar la ropa de mi armario mientras pienso en lo que sucedió la noche anterior, me ocupo de hacer la limpieza de toda la casa porque realmente necesito ocupar mi mente en algo más que la suave mujer que hace unas horas estuvo en mis brazos.Mi hija se mantiene tranquilamente leyendo alguna cosa que Lucía pareció darle hace unos días. Sé que es algún tipo de libro sobre pintura, pero tampoco he prestado mucha atención, he tenido muchos líos en mi cabeza, ya que cambié el maldito detective que he tenido este último año, es un desastre, no ha sido capaz de encontrar a la madre de mi hija algo que me parece imposible.Cristine no sabe hacer nada, absolutamente nada para valerse por sí misma, era modelo cuando nos conocimos y no debe poder serlo ahora porque ya habría encontrado alguna pista. Camino hacia la cocina para preparar el listado de lo que debo bajar a comprar para preparar la cena en acción de gracias.Sé que mi hija se irá a casa de Lucía en algún momento,
LucíaMe quedo un poco más en la puerta de la casa, sé que he sido un poco extraña con Roger, pero que puedo hacer. Mi hermano es muy complicado y no quiero hablar de más, aunque Roger tampoco es que los conozca o vaya a correr a decirles a la prensa que el hijo pródigo de mi familia está por regresar.Dudo una vez más si debería o no hablar con Lucas sobre esto porque si le cuento a él mi hermano probablemente huirá antes de que me dé oportunidad siquiera de hablar con él. Entro dentro de mi propia casa para realmente terminar el cuándo que quiero regalarles a mis padres para navidad.Mañana dejaré a mi hermano aquí por su cuenta y me iré con Roger porque mi hermano y yo probablemente vamos a discutir cómo lo hacemos siempre. Odio que mi hermano me ponga en estas situaciones. Me ato el delantal una vez más para continuar mi trabajo y prácticamente termino al amanecer.Me voy a la cama con la cabeza hecha un lío a las tres de la mañana, prácticamente no he dormido nada cuando noto a W
RogerTermino de alistar las cosas en casa para la cena de pascuas, el pavo está listo para meter al horno y he limpiado prácticamente toda la casa. Saco la basura mientras mi hija sigue en su cuarto viendo alguna cosa en su tableta. Me detengo en la entrada de la casa dudando que está sucediendo con mi vecina porque no la he visto en todo el día.Ayer también estaba extraña y justamente por eso es que no sé qué hacer, quizás necesita tiempo para pensar o realmente está tratando de no hacerme sentir mal. Niego, antes de entrar en casa con prisas, me aseguro de que todo esté perfecto antes de ponerme a trabajar en el regalo que quiero hacerle a Lucía.Tomo el rollo de mi cámara para antes de meterme a la habitación de revelado y hacer todo el proceso mientras me ocupo de escoger un cuadro perfecto para la ocasión. Una vez esto está listo salgo del cuarto con la fotografía y el marco listos para unirlos y empacar todo. Mi hija me dice que es hora de tomar una ducha justo cuando estoy po
LucíaCorro de regreso a casa con ganas de llorar, paso una mano por mi rostro para limpiar mis lágrimas y me dejo caer en el sofá de mi casa. Me doy cuenta de que mi hermano se ha marchado, la casa cae sobre mi cabeza con la soledad atronadora que puedo ver ahora.Me doy cuenta de la nota que está sobre la mesa del café frente al sofá. La tomo en mis manos temblando para leer las letras en el papel. Tardo unos minutos en calmarme lo suficiente como para poder entender lo que dice la nota de mi hermano.«Lulú no quiero discutir más, te quiero y sabes que todos ustedes son importantes para mí, así que espero que dejes esto entre los dos. Te amo tu hermano M»Las lágrimas caen por mis ojos aún más fuerte, me digo que debería estar bien, ya que he tenido días peores en el pasado, pero la forma en que Roger me gritó, la forma en que me echó de su casa fue demasiado cruda y mi corazón está desesperado porque lo amo. Sería absurdo no admitir que le quiero, pero ahora incluso él ha malinterp
RogerSiento algo contra mi cabeza, tardo un minuto en reaccionar, pero cuando lo hago prácticamente me quedo de piedra, el hombre que vi ayer está parado frente a la cama con un revólver apuntando directamente a mi cabeza. Trago grueso mientras él no deja de apuntarme y miro con preocupación a mi hija.— Lucía… — responde — Lucía, tú… tu hermano ha regresado.Trato de hablar claro, ella me mira con ojos furiosos y zarandeo ligeramente a la mujer dormida más allá de mi hija. Ella tarda un minuto en despertarse, pero cuando lo hace deja salir un grito ahogado. Su frente se frunce antes de ponerse en pie para rodear la cama y me parece increíble que ella empuje al sujeto unos cuantos centímetros más que ella.— Mateo, deja de hacer estas cosas — masculla — hay una niña en la cama.— Sí, y un tipo que no conozco está durmiendo con mi hermanita.— No soy una adolescente — masculla ella tratando de que baje el brazo que me apunta a la cara — además, de que te fuiste, ¿Por qué volviste?Él