Cuando el auto estaba muy cerca de la clínica, mi corazón saltaba de alegría, ya iba a estar, junto a mi amor, estaba cerca, Dios, muy cerca, parecían eternos los minutos de espera para llegar, cuando subimos en el ascensor, mis pies se movían, mi padrino y Misael me abrazaron y Boris dijo.

—Ya mi amor, ya estás cerca de verlo, tranquila

—Padrino, lo amo, lo extraño, quiero verlo, solo vi qué cayó herido nada más

Cuando las puertas se abrieron salí corriendo, Jenna abrió los ojos asombrados de verme

—Dianne, por Dios, estás libre… Espera, espera, no sabes…

No la escuche solo entre y allí estaban los hermanos, Andrew estaba acompañado de Sophie y mi Adam estaba allí inerte lleno de tubos.

Me acerco tambaleante y llore al verlo de esa manera, muy despacio, me acerque, tome su mano, me la puse en mi rostro para sentir su piel, Sophie vino hacia mí, me abrazo y soltó.

—Dianne estás bien, gracias a Dios, Adam está mejor, los dos están mejor, deberías comer algo ya lo viste, está aquí vivo,