Amaneció y nosotros abrazados después de la sesión de sexo y amor que tuvimos, lo observaba dormido todavía, su rostro, sus labios, ya era mi esposo, solo para mí, su amor, su deseo, su todo, le acariciaba su cabello apenas se movió dormía profundo, me quedé acostada encerrada en su abrazo, qué lindo se siente, recordaba la parte de los votos a ambos se nos ocurrió hacer una pequeña broma al final de los votos lo hicimos sin saber que el otro haría lo mismo, fue tan hermoso. La Luna de Miel ya estaba planeada, viajaríamos en su avión privado en la tarde para llegar casi al amanecer al primer sitio en la lista de lugares que visitaríamos, bueno tuvimos ayuda de Sophie con ideas tras otra, ella había planeado la Luna de Miel de Adam y Karla. Empezó a despertarse, se mueve mucho cuando pasa eso, esperé que abriera sus ojos para besarlo de una vez antes de que reaccione bien.me encanta hacer eso, su reacción es apretarme más contra de su cuerpo y eso me encanta, aunque después me mira ta
Nuestro viaje de regreso fue muy feliz, veníamos los cuatro cenando conversando anécdotas de lo que pasamos cada pareja, ya se me notaba el vientre, mis antojos aumentaron pedí langostinos y una malteada, Adam me miraba comer y vaya también comió lo mismo, Joseph y Juddy se reían al vernos comer a ambos esas combinaciones raras de comida.Llegamos al aeropuerto, nos subimos a los autos rumbo a casa, Adam estaba junto a mí, parecía pulpo, sus brazos se la pasaban rodeándome a cada rato, sus besos también, ya estaba por cumplir 35 años, estaba en la flor de su vida, y su regalo nuestro hijo, ya quería hacerme el eco y saber si era niño o niña.Fuimos recibidos con una gran reunión de la familia, llegamos a una enorme mansión que no conocía y era la de sus padres, qué belleza tan deslumbrante, al bajar me quede observando los jardines frontales, que maravilla, unos rosales hermosos, había hasta rosas azules, mis ojos admiraban tanta belleza, Adam me miraba tan tierno y soltó.—Veo que te
Amaneció, nos despertamos somnolientos, pero Adam me abrazo diciéndome que durmiéramos un poco más, pero yo estaba ansiosa de ir al médico y hacerme el eco para saber si es niño o niña y corroborar el diagnóstico de mi madre. —Adam quiero saber el sexo de nuestro hijo, por favor, levantémonos ya Lo veo estirar los brazos y mirarme con esos bellos ojos azules para decirme —Pero tu mamá ya dijo que es mujercita, ¿para qué vamos a hacerte un eco? Lo atisbé haciendo una mueca con mi boca que hizo que se riera, pero recalqué —Adam Carter, por favor, quiero corroborar si es niña, si no te levantas voy yo sola Lo vi que se levantó bostezo un poco y dio la vuelta a la cama, se acercó a mí, pensé que iba a abrazarme o besarme, pero no, el muy bandido me cargo entrando al baño y abrió el grifo, el agua estaba helada al caernos encima y grite. —Adam… Estaaaa heladaaa… Que friiioooo Escucharlo, reírse, es una delicia para mis oídos, su risa contagiosa que yo también reí, nos abrazamos allí
La vida me dio tantos regalos, ya pasaron tres años, cuidando de mi bebé, bueno, tenía niñera que me ayudaba, pues, debía terminar mi carrera, además las prácticas ya las había hecho, Adam tenía todo planeado y si me hizo la cesárea para estar igual como me conoció, para disfrutar de mi coñito como le gusta, nuestra vida sexual fue tan fascinante, Dianne era de carácter tranquilo, dormía y nos daba tiempo de amarnos como nos gustaba. Joseph y Juddy tuvieron mellizos, a la niña le pusieron Juddy como su madre y al varón Joseph como su padre, pero había algo que jamás cambio en la familia Carter, Adam era la voz cantante en la familia de su hijo, las decisiones antes de hacerlas consultaban con Él, me gustaba, pero nada se podía hacer, descubrí que con nosotros pasaba lo mismo con el único cambio que Adam me cumplía mis caprichos a mí sobre toda su familia. Cuando recibí mi diploma y mi doctorado fui tan feliz, pero verlo allí sentado con nuestra hija en brazos sonriendo, eso me llenab
AÑOS DESPUÉS—Adam vigila a Dianne por favor, hoy tienen libre las niñeras y estos niños se escondieronme agachaba por todas partes a buscarlos—Si amor, yo la cuido, a ver Dianne venga con su papá que la adora—Papi te amo, mira, ya sé usar el celular, mira una selfiPuso el celular bajo su faldita y me reí viendo a Adam presuroso a impedir que se tome una selfi de sus partes privadas, la agarro abrazándola cariñoso y soltó mirándome.—Creo que sí va a ser pervertida como la madreY Dianne pataleaba diciendo—Papi, yo tengo derecho a tomarme fotos, es mi celularAdam me observo risueño e inquirió—Lo dicho, rebelde, oh sí, rebelde nos salió, pero mi amor chiquito, aquí está tu padre que no dejará que tu rebeldía nos domineMirando todo ese cuadro de sentimientos de padre a hija, me sentí tan llena, el dinero no importaba para nada, esto es un tesoro, la vida que tengo el amor de todos, pero fui atrapada por dos niños que aprovecharon que estaba distraída mirando a su padre y hermana
La familia Collins, liderada por Carl Collins, exportadores e importadores de Insumos médicos, tenían ya una relación de muchos años con los Carter, amigos desde la infancia, sus contratos siempre fueron muy jugosos dada la importancia a nivel Gobierno por parte de los Carter, eran más que socios, amigos personales, cuando los patriarcas dejaron la empresa a sus hijos, dos de ellos la tomaron a su cuenta y potestad no el último hijo que no le llamaba la atención los negocios, sino la educación, amaba enseñar, era su vocación.Pero sus hermanos posesivos y amorosos lo protegían de todo y de todos, para ellos Albert era su niño mimado, sus padres no estaban muy de acuerdo con su gusto por la enseñanza, pero respetaban sus ideales.Los Collins, personajes de alcurnia ganada desde antaño, por eso cuidaban de sus integrantes, cuidaban su prestigio, su apellido, su nombre.Sin imaginarse que sus vástagos tendrían una batalla campal entre ellos, que sus apellidos chocarían sin saber de la am
Cuando Joseph se fijó por primera vez en Juddy fue cuando Sergey la empujo y cayó al suelo, le dolió verla de esa manera tan frágil, así comenzó su amor a crecer, a olvidar el amor que le tenía a Dianne, un amor que más parece que fue ilusión del momento, porque enamorarse en un instante no puede ser, en cambio, con Juddy ya se conocían, pero no se daba cuenta de que le gustaba, tuvo que venir alguien más a abrirle los ojos y esa fue Dianne la mejor amiga de Juddy que planeo sus encuentros para avivar más y más ese amor escondido.Cuando Joseph le pidió que sea su novia, Juddy sintió que todo su ser saltaba de alegría, su amor era correspondido por fin, llamaba por el celular a Dianne para conversarle todo, esa era la amistad entre ellas sin secretos, le enseñaba cómo debía comportarse con Él, como tratarlo, iba de vez en cuando a su casa para enseñarle cositas sexuales por si se casaban y le pidió que llegue pura al matrimonio que eso afianzaría más el amor de los dos.Juddy la escuc
El día de la boda a los pobres novios los tenían en el corre, corre, Joseph con sus abuelos encima como su padre, al final revisando que esté bien equipado y a Juddy su madre, las abuelas de Joseph, que le acomodaban el vestido, se habían organizado bien para ayudar a las dos novias para estar listas para la boda.Cuando terminaron vieron su trabajo bien hecho, todos los novios estaban listos ya, se los llevaron a escondidas muy rápido para que estén listos en el altar esperando a sus prometidas, allí en el altar se miraban padre e hijo, a veces Adam le arreglaba el corbatín que se movía mucho con los nervios de punta que tenía Joseph, que se la pasaba solo mirando en la entrada para ver si aparecía su novia amada.Cuando la miró entrar toda hermosa, espectacular, su mente divago a esos momentos candentes que tenían de vez en cuando, pero ahora ella venía de brazo de su padre y futuro suegro sonriente muy feliz, cuando llego junto a Él, tomo su mano con delicadeza mirándose a los ojos