Mi primer día de clases en Fairfax, simplemente fue una maravilla. Me recordaba mi antigua escuela, aunque esta vez sin Sadie, ni Joel. No hice ninguna amistad pero tampoco pase como una niña fantasma, pues en la clase de literatura fui el número uno. Pero todo no puede salir bien en mi vida ¿verdad? El timbre sonó, todos agarraron sus mochilas para irse a sus casas. Yo no me quede atrás y en cuanto salgo de la escuela, siento el aire que despeina mi corta caballero y escucho que varias chicas comienzan a gritar y correr hacia una dirección. Intento ver la razón de tanto alboroto cuando veo a mi pesadilla, en su carro descapotable y su típica vestimenta negra. Movía su cabello rubio y sonreía al ver a sus fans.Suavemente doy media vuelta e intento de caminar lo más rápido que puedo cuando una mano me lo impide.— ¿A dónde ibas tan rápido topo? Me giro rápido para verlo con una sonrisa bien picara, veo a los lejos a sus fans como me miran con algo de malicia. ¡Adiós reputación de ni
Me levanto luego de que mi alarma sonara para alistarme para ir a la escuela. Me duele muchísimo la cabeza, la cruda me está matando. No me acuerdo de absolutamente nada después de la declaración de Lorenzo. Me levanto como puedo y al ver mi reflejo en el espejo, me doy cuenta que tengo una camiseta idéntica a una que utiliza mucho Lorenzo ¡Puta mierda! Necesito saber que hice ayer.Me tomo una pastilla, mientras corro al baño a bañarme y hacer mis necesidades mientras trato de acordarme que hice ayer y por lo que veo mis neuronas no tiene ganas de trabajar. Me pongo el uniforme escolar y voy directo a desayunar, pues de tanto alcohol necesito comer algo.—Buenos días Cami ¿Cómo dormiste nena? —pregunta Beatriz mientras prepara el desayuno para todos. — ¿Te sucedió algo ayer?—Ayer no tuve un buen día, pero hoy amanecí mucho mejor —le respondí mientras jugaba con Tobby el perrito de la casa, un chihuahua de pelo blanco en fin una monada— ¿Lorenzo no piensa salir a desayunar?—Él no es
Han pasado exactamente dos días desde mi última conversación con Lorenzo, el parece no comprender que el alcohol afecto tanto a mis neuronas que no puedo recordar nada de lo que sucedió esa noche. Me ha evitado en todo momento, e incluso hasta en los ensayos me ha evitado. ¿Me ha afectado? Si pero a la vez no.Sobre la escuela, puede decir que aunque soy una de las mejores en los turnos de clases, me he convertido en alguien algo popular y objeto de burlas por culpa de Vizcaya, pues me han dicho hasta que soy una ofrecida por unas fotos que se subió comiendo en un McDonald con los chicos. Aunque decidí quedarme hoy en casa, pues la cabeza me dolía demasiado luego de una noche intensa de lectura por mi nueva novela de Danielle Steels titulada “Imposible”. Decido que es hora de dejar mi mundo de unicornilandia para ir a la cocina a prepararme algo de comer.Con mi pijama puesto de unicornio, mis pantuflas de abeja y un antifaz de ojitos de unicornio puesto en mi cabeza, acompañado de un
Llegamos de la calle, mande a Lorenzo a bañarse para que se quitara un poco de sangre de los nudillos. Solté a Tobby y este salió corriendo directo a su camita, el pobre tuvo un día bastante ocupado. Beatriz hoy hacia doble turno en la tienda junto a mi papá, quienes me lo habían informado en una nota, dándome también las instrucciones de donde estaba la comida.Busque entre los armarios del baño algún botiquín de primeros auxilios y fui hacia la puerta del cuarto de Lorenzo. Toque suavemente y sentí un pasa bien callado, abrí la puerta suavemente.Ni siquiera me miro a la cara, seguía sentado en una esquina de la cama con la mirada pérdida. Me impresiono mucho su cuarto porque me lo imaginaba tipo rock todo negro en cambio estaba pintado de azul, tenía algunas fotos de su familia y la banda, pero ninguna con una chica. Es verdad que tenía algunos posters de rock pero parecía un cuarto de alguien bastante maduro.—Hola, pues yo venía a curarte los nudillos.Me arrodille delante de él,
Hoy es un grandioso día, el sol brilla con una increíble fuerza y eso hace que muchos clientes nos visiten, pues me encuentro junto a Lauren trabajando en una heladería “Dulces y Caramelos”. Yo me encargaba de ser la camarera y Lau le tocaba la administración de la caja y de despachar helados. Mi padre se había enojado sobre mi decisión, pero realmente no quería ser un estorbo en la casa. —Lau necesito tres helados de menta para la mesa 5.Me acerco a la mesa para dejar el pedido, miro como el local comenzaba a vaciarse y al fin podía coger un respiro.—Nunca pensé que trabajar me cansaría tanto —Me rio acercándome a Lauren, quien recogía su larga cabellera roja— Desde hace días ando preocupada por Sam.— ¿Qué paso con ustedes ahora? Me quite el delantal para dejarlo arriba del mostrador y tomar un buche de agua. Nos despedimos de unos clientes y miro a Lau.—Es que hace dos días anda súper raro, todo porque su fastid
Me despierto sobresaltada luego de escuchar un plato caerse, abro los ojos y veo que me quede dormida abrazando los libros de la Selección, solamente han pasado horas de mi beso con Lorenzo. Busco mi teléfono y veo que solamente son las 8 de la mañana. Intento acostarme nuevamente, pero otro golpe suena bien fuerte en la cocina.Decido levantarme y al abrir la puerta, observo como mi padre y Beatriz andan en la cocina preparando un desayuno bastante cargado.—Buen día—Hola cariño, disculpa que te hayas levantado con estos estruendos ¡Toma asiento y desayuna! —hablo Beatriz mientras se movía algo nerviosa— Lolo ya debe por entrar.— ¿Y porque siento un ambiente nervioso? —pregunto mientras me siento y agarro una tostada para le unto mantequilla, además de ser molestada por Tobby que pedía comida.—Lolo va a traer una novia y hace tres años que no trae ninguna ¿Me entiendes?Asiento mientras muerdo mi tostada tranquilamente. Beatriz se debe sentir súper contenta por tener una nuera pu
Esta noche iba a dormir en casa de Lauren, íbamos a realizar una grandiosa pijamada. Estábamos organizando su cuarto poniendo colchas en el piso y algo de comida chatarra. Mis ojeras estaban súper marcadas parecía un oso panda pues no había podido dormir bien la noche pasada por culpa de Lorenzo y unos gemidos intensos. Mi pelo estaba todo regado en una coleta y en mis manos tenía una vasija llena de helado mientras veía a la pelirroja recoger su armario.— ¿Cuál es el miedo con Sam? Ustedes se aman cantidad.Lauren me miró fijamente y se sentó a mi lado con unas cuantas ropas en su mano. Volví a coger una cucharada de helado mientras veía a mi amiga procesando alguna idea.— ¿Qué es lo que sucede Lauren?—No te lo quería decir, pero, los chicos tienen unos secretos algo turbios.— ¿Secretos? ¿Qué rayos me estás hablando? Pregunto algo confundida, pero al ver la cara de la pelirroja veo que la cosa es de verdad seria.—Ok, empecemos por Samuel. Sam no es el chico que pretende que tod
Llegue cansada y con un dolor terrible en el estómago de tanto reírme por la escena de los fornicadores del cine. Entro a mi cuarto para dejar las cosas arriba de la cama y entrar al baño para darme una excelente quita suciedad, en otras palabras baño.Me pongo la toalla alrededor del cuerpo y voy directo en busca de mi pijama cuando mi teléfono suena con un correo. Me cambio de ropa y me siento al frente de la laptop para revisar unos documentos que me había mandado Lauren. Cam, espero que tú estés bien y bueno que lo de tu papá no sea nada grave. Aquí te mando el secreto de Lorenzo, es un buen chico pero, muy influenciado por su ex novia Fernanda, simplemente porque está arrepentido de todo. Él tuvo mucho que ver en su accidente. Se inteligente MilaMe tapo la boca para no soltar ningún grito y sigo leyendo en busca de más información en el email que Lauren me mando. Leo todo con calma y deseo gritar con toda mi fuerza.—Lorenzo