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Cap4 Lasaña y Nudes

Me levanto luego de que mi alarma sonara para alistarme para ir a la escuela. Me duele muchísimo la cabeza, la cruda me está matando. No me acuerdo de absolutamente nada después de la declaración de Lorenzo. Me levanto como puedo y al ver mi reflejo en el espejo, me doy cuenta que tengo una camiseta idéntica a una que utiliza mucho Lorenzo ¡Puta m****a! Necesito saber que hice ayer.

Me tomo una pastilla, mientras corro al baño a bañarme y hacer mis necesidades mientras trato de acordarme que hice ayer y por lo que veo mis neuronas no tiene ganas de trabajar. Me pongo el uniforme escolar y voy directo a desayunar, pues de tanto alcohol necesito comer algo.

—Buenos días Cami ¿Cómo dormiste nena? —pregunta Beatriz mientras prepara el desayuno para todos. — ¿Te sucedió algo ayer?

—Ayer no tuve un buen día, pero hoy amanecí mucho mejor —le respondí mientras jugaba con Tobby el perrito de la casa, un chihuahua de pelo blanco en fin una monada— ¿Lorenzo no piensa salir a desayunar?

—Él no está parece que durmió afuera.

¡Pum! En tu cara. ¿Dónde estará este idiota? Es el único sabe que hice anoche bajo los efectos del alcohol, y bueno sabemos bien, que no me controlo cuando tomo.

Termino de comer mi desayuno mientras espero a mi hermoso padre y amoroso que se digne llevarme a la escuela. Mientras íbamos camino a la escuela, no voy a mentir y decir que estoy perfectamente bien luego de enterarme de la noticia de Joel y Sadie, pero realmente ya no hay nada que pueda hacer, duele, pero tendrá que sanar.

(....)

Mi día de la escuela fue horrible, deje de ser la chica fantasma, para pasar hacer la chica más acosada del instituto. Primero me acusaban que estaba en una relación con Lorenzo, pero luego se aclaró la cosa cuando este hizo un post en I*******m dejando las cosas claras.

Tal parece que recibió muchos mensajes de fans dolidas. Entre chicas acosándome, preguntas escritas sorpresas y millones de seguidores preguntándome cosas sobre la vida privada de quienes sabemos ¿Mi día? Un asco total.

No he podido hacer una amistad sincera porque todas terminan con la típica frase ¿Tienes algún nude de tu hermanastro?

Cuando sonó el famoso timbre de salida, fui la primera en salir corriendo. Para mi sorpresa Lauren me estaba esperando, no lo dude en subirme en su auto y pedirle que acelerara el auto. 

—Por lo que veo tu día fue un asco total, nena.

—Horrible, todas las chicas me pedían a gritos que por una suma buena de dinero le pasara nudes de los chicos ¡Qué asco!

¿Saben que repetía mi mente en todos los turnos de clases o cuando me hablaban de nudes? Si, la anaconda de Josh, a pesar de la borrachera me acuerdo con detalles de su amigo. Necesito purificar mi mente rápido.

—Tierra llamando a Camila ¿Qué te pasa?

—Nada —sonrió nerviosa tratando de calmar a mis neuronas — ¿Sabes algo de los chicos?

—Vamos camino a verlo.

Respondí con un sencillo ok pero la poca vergüenza que tenía guardada en un lugar bien escondido, salió a flote para decirme que no era un buen plan, así que invente una excusa tonta para irme a la casa.

¡Soy toda una fucking genio! ¡Bravo por Camila!

Llego a la casa y no había nadie, voy directo a mi cuarto a cambiarme de ropa para luego prepararme algo de comida mientras soy perseguida por un animalito de 4 patas. Bea llega a la media hora llena de bolsas de compras, las cuales ayudo a organizar enseguida.

—Pensé que estabas con Lolo —me dice Beatriz algo preocupada mientras organizamos sus compras de la semana y Lolo es el apodo que casi todos le tienen puesto a Lorenzo— ¿Todo bien con él? Suele ser un imbécil, pero es un buen muchacho

—Todo bien Bea, simplemente que no tenia deseos, quería estar sola y en paz.

—Bueno si tú lo dices ¿Quieres ir a comer afuera? Es que me hablaron de un restaurante súper rico.

Asentí contenta.

Amo comer en restaurantes ¿Quién no ama comer en un restaurante? Comer comida preparada por los mejores chef y que traten como una alta elite. Voy al cuarto corriendo para darme un baño y vestirme. Decido ponerme un vestido floreado, unas sandalias bajitas y mi típico pelo suelto.

Teníamos que pasar a buscar a mi papá al trabajo para ir al restaurante de comida italiana más rico de la zona.

Llegamos al restaurante que consistía en una casa inmensa de dos plantas, con enormes ventanales, la decoración era estilo Italia. Muchos monumentos de la época antigua así como una pequeña copia del Coliseo Romano y muchos regalitos de la Torre Inclinada de Pisa. En cuanto se entra al restaurante se pueden observar fotos de los guerreros griegos de la mitología. En otras palabras, una pasada este restaurante.

Nos señalaron nuestra mesa y nos dieron enseguida la carta. No pasaron ni diez segundos cuando el teléfono de mi padre suena y este contesta misteriosamente.

—Beba —llamo mi papá a Beatriz que enseguida lo atendió mientras que yo tomaba un poco de agua—Lorenzo ya está en la puerta.

¡Espera! ¿Qué? Me atragantó con el agua cuando lo veo venir hasta mi dirección, tenía esa mirada de autosuficiente y sin dudas hoy estaba más guapo que nunca con esa jeans de mezclilla apretado y el pullover negro. Traía una gorra roja y me percaté de que tenía un tatuaje nuevo en el cuello pero no pude descubrir que decía.

— ¿Comida italiana? En serio Beatriz —protesto antes de sentarse y miraba la carta con algo de asco.

Mientras Lorenzo protestaba por la comida, yo andaba súper contenta con mi elección de lasaña de carne y mi pizza de 6 quesos de estilo italiana. Incluso nos daban la opción de poder ver como preparaban la masa y la cocinaban. ¡Amo sin dudas este lugar! Lorenzo no dejaba de mirarme, sentía como su mirada estaba fija en todo momento. ¿Debe ser sobre lo que sucedió ayer?

La cena termino siendo bastante tranquila, Lorenzo no hizo ningún comentario sobre la comida, mi papá hablaba súper contento sobre su nuevo empleo y mi llegada porque según él soy la luz de sus ojos. Beatriz y yo siempre nos hemos llevado bien y ahora éramos muy unidas.

El recorrido a casa fue silencioso y cuando llegamos a casa Lorenzo entro casi corriendo para su habitación cerrándola con llave. Me despedí de Bea y mi papá para entrar hacer una videollamada con mi mamá y su esposo. Extraño a mi mamá pero hice esto por mi propio bien en el pueblo de donde nací existe muy pocas probabilidades de ser alguien importante mientras que aquí todo cambia.

Pasada las 10 de la noche, mi estómago comienza a rugir desesperadamente y voy directo a servirme un poco de helado cuando veo al idiota en el sofá fumando.

— ¿Aún despierta?

—Me dio un poco de hambre— Le respondo mientras camino con el vaso a su lado.

—No fuiste al ensayo ¿Paso algo? —Pregunta mientras posa el cigarro en sus labios y al quitarlo, suelta todo el humo de manera algo ¿Sexy o asquerosa?

—No me sentía con ganas de ir, tuve un día horrible —hable mientras me daba la primera cucharada de helado ¡Dios la vida misma!

—Sobre ayer, topo

— ¿Qué sucedió ayer? No me acuerdo.

La mandíbula de Lorenzo se puso tensa, apago el cigarro para mirarme a los ojos.

— ¿No te acuerdas de nada?

—Hice alguna burrada, si es así perdóname no quería hacerlo.

Le rogué pero su rostro se volvió cada vez más enfurecido, sin saber la m*****a razón.

—Olvídalo topo —se levantó del sofá dejándome sin comprender las cosas—A partir de ahora te quiero bien lejos de mí ¿Entendiste?

—Pero ¿Qué hice Lorenzo? —lo agarró del brazo pero de un movimiento brusco se suelta

—Vete al demonio Camila.

Grita con odio en sus palabras y entra a su habitación azotando la puerta.

Me quedo por unos segundos como estatuas mientras digiero todo lo que está sucediendo. Voy a mi cuarto con el helado casi derretido y lo termino en mi cama mientras el libro de Perfectos Mentirosos está casi abierto en mi cama. La verdad no me apetecía nada en estos momentos.

— ¡Camila que habrás hecho! Queda claro que la bebida y tú no se pueden llevar bien.

Me tiro en mi cama y me quedo mirando el techo con la cabeza revuelta. Mientras más trato de acordarme sobre lo que hice esa noche, menos me acuerdo. La figura de Lorenzo desprende la palabra misterio por todos lados, pero creo que ya estoy embarrada de él hasta los dientes, creo que posiblemente ya haya caído en su oscuro y tenebroso jueguito.

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