Por Irina
Me despedí del abogado y de Fernando Gentile.
-Te hablo mañana, luego de que te acomodes, salvo que prefieras que te acompañe y te ayude.
-No, no es necesario, aunque no tengo idea hacia dónde me dirijo.
Fernando sonrió y pude ver que su sonrisa era franca.
-Si necesitás algo, no dudes en llamarme, te mando un mensaje así queda mi número de celular registrado en el tuyo.
-Gracias, señor.
Le digo señor, aunque no es un hombre muy grande, no debe tener más allá de 30 años.
Tomo las llaves del auto que me corresponde y al subir, hace un ruido raro.
Lo saqué del garaje y estacioné en la puerta de la mansión, para fijarme que es lo que sucedía.
Me indica el tablero que hay un problema en la dirección.
Me bajo del auto para avisarle al camión de la mudanza que tenía un problema.
Al bajarme del auto, me doy cuenta que una rueda está en llanta.
Eso es obra de Rosie, pensé.
Veo que ella sale de la mansión y se acerca a mí.
-¿Tenés algún problema, hermanita?
Dice riendo.
Todo me confirma su estupidez.
-No sos mi hermana.
Le dije con bronca.
Noté que su tez se puso pálida, pero al instante siguió riéndose.
También que estaba en lo cierto cuándo pensé que la rueda en llanta era obra de ella.
Rápidamente se acercó Fernando, que estaba por subirse a su auto.
-Te ayudo, Irina.
-Gracias.
-No me canso de decirlo, sos una mujerzuela, siempre rodeada de hombres.
Dijo al ver como Fernando se acercó sin dudar para brindarme su ayuda.
-¿Por qué no entrás a disfrutar de la mansión que le robaron a mi madre junto con su vida?
-¡Me alegro que vivas en una pocilga!
Dijo entrando por la puerta principal, aunque minutos después salió por el garaje, lo hizo con su auto y estacionó detrás mío.
No sé porque me dijo que era una pocilga en donde yo iba a vivir.
A lo mejor sabe cómo es la propiedad que me dejó mi abuela materna, aunque no tiene sentido que ella lo sepa.
Entre Fernando y uno de los señores que estaban haciendo la mudanza, cambiaron la rueda de mi auto.
Fernando se limpió las manos con un trapo húmedo que le brindó el camionero y antes de subir a su auto, dijo que me seguía con el suyo, por si surgía algún problema.
Le agradecí la ayuda con una pequeña sonrisa, en realidad tenía muchas ganas de llorar.
Puse el g****e maps y me dirigí a mi nuevo hogar, al menos va a ser mío, ya no voy a encerrarme en mi habitación para evitar a Rosie y a su madre.
Al cruzar las calles y alejarme de ese barrio que conocía muy bien, mi alma se desgarraba en mil pedazos.
Tenía muchos parientes, pero ninguno cercano, de parte de mi madre tenía algunos primos, por eso mismo me llamó la atención que mi abuela dejara una propiedad a mi nombre.
Luego de fallecer mi madre no tuve mucho contacto con su familia, ellos culpaban a mi padre por el accidente de mi madre y por ese tema, también se alejaron de mí.
En cuánto a la familia de mi padre, él tenía un hermano, mi tío César, que vivía en Estados Unidos y siempre que mi padre viajaba, lo hacía solo, apenas falleció mi madre, recuerdo haberlo acompañado a un viaje, tampoco lo hacía tanto, eso era raro, porque antes a nuestra tragedia, él viajaba mucho, en realidad todos lo hacíamos, éramos una familia muy feliz.
Al menos eso aparentábamos.
Miro por el retrovisor y veo el auto de Rosie que me está siguiendo.
Por suerte Fernando se ofreció a acompañarme.
Es lo único que me queda, confiar en un completo desconocido.
Al doblar en una avenida, algunos edificios me resultaron conocidos.
Finalmente llegué a una edificación, cuando la miré, una emoción enorme me embargó.
Tardé unos minutos en bajar de mi auto, lo hice cuando Fernando me abrió la puerta del auto, no estaba esperando que lo hiciera, solo me quería tranquilizar, aunque no lo pude hacer.
Rosie estaba de pie, al lado de la puerta de entrada, mirando todo con asco.
La edificación no era nueva, sus ventanas estaban desvencijadas, le faltaba pintura por doquier y hasta tenía unos cables colgando, no tenía ni un poco del lujo de la que fuera mi mansión, pero sin encontrarle una razón, yo amaba esa edificación.
Mi padre lo sabía, porque cuándo la vi por primera vez, estábamos volviendo de hacer un trámite y me llamó tanto la atención, que le pedí que diera una vuelta de manzana, para verla nuevamente.
Así lo hizo, hasta que se estacionó frente a ella.
Yo tendría 10 o 12 años y le comenté a mi padre que ese lugar en su tiempo debía tener brillo propio y que me gustaría comprarlo para poner allí, si es que se podía, una academia de idiomas.
En esa época ya me atraía poder hablar distintos idiomas, para entender a las personas de distintos países.
Mi querido padre se reía, pero estaba feliz porque yo tenía sueños y proyectos, siempre me decía que iba a lograr lo que me propusiera y que no deje nunca de estudiar.
Muchas veces pasábamos por allí, cuándo estábamos los dos solos, lo hacíamos para ver esa propiedad.
¡No era de mi abuela materna!
Lloré aún más al reconocer esa trampilla en su testamento.
Bajé de mi auto y Fernando no soltó mi mano, yo seguía llorando como una tonta, pero de emoción.
Rosie, al ver el aspecto que tenía ese lugar y sobre todo al ver mis lágrimas, estalló en carcajadas.
¡Si ella supiera!
-Finalmente tenés lo que merecés.
Por fin se alejó, lo hizo feliz, pero sin saber que mis lágrimas no eran de tristeza, sino de emoción, por sentir el cariño de mi padre.
También me invade mucha culpa, porque le fallé a mi padre con mi embarazo.
No fui responsable, de eso estoy segura, pero él no lo sabía.
En ese instante llegó el camión de mudanza.
Miraron asombrados el edificio, sobre todo porque veníamos de una gran mansión de zona norte.
Con cierto temblor, abrí la puerta de la calle, era de hierro, se veía hacia adentro, porque el hierro era calado, en forma de panales de abeja.
Me pareció que esa puerta no era vieja, al contrario, era nueva.
Miré por última vez hacia adentro antes de girar la segunda vuelta de la llave.
Empuje la reja y puse un pie dentro y luego, con seguridad, entré.
Era muy rara la edificación.
Desde donde estaba parada se veía el patio trasero.
Había muchas puertas hacia los dos costados, estaba parada en medio de un largo pasillo, sin techo, eso pensé en un primer momento porque había bastante claridad, a pesar de que ya eran las cinco de la tarde.
Cuando miré mejor, estaba techado, pero las lámparas que había daban una luz natural y cálida.
En un momento tuve miedo que el lugar no tuviera luz, lo pensé por el cable que estaba colgando desde la terraza.
-No es tan malo.
Me dijo Fernando.
-No… al contrario, me gusta el lugar.
Su mirada era muy tierna y hasta me acarició el cabello.
Eso me turbó.
Se adelantó unos pasos y fue abriendo las puertas que daban al pasillo.
Parecían habitaciones, o pequeños departamentos.
Cada puerta tenía una habitación que daba a una sala de distribución que daba a otra habitación y también a un baño, descubrí que lo que parecía un armario era una cocina tipo kirchner, eran como pequeños departamentos.
Por dentro, salvo las habitaciones de las dos primeras puertas, a las que le faltaba un poco de pintura, las demás estaban prolijamente pintadas.
El terreno debía ser enorme porque había 5 puertas de cada lado del pasillo y al finalizar estaba el patio cubierto y más allá una pequeña zona parquizada.
En el patio cubierto había una escalera que daba a lo que supuse, era la terraza.
-Señorita…
Me interrumpe el chofer del camión de mudanza, cuándo estaba por subir la escalera.
-¿Podemos bajar las cosas, antes de que se haga de noche?
-Sí, perdón, bajen todo, por favor, dejen todo en la segunda puerta del lado derecho.
Dije por decir algo, no quería que sepan que tan grande es el edificio.
Los dos ayudantes y el señor que manejaba el camión, comenzaron con su labor.
-Subí, por favor, te acompaño.
Dijo Fernando.
Apenas terminé de subir, me topé con un balcón y luego con una edificación, que parecía en perfecto estado.
La puerta estaba cerrada.
Fernando me extendió una llave.
-Tomá.
Me dijo.
Abrí la puerta y me encontré con un living, amueblado con muy buen gusto.
Lo miré, estaba anonadada.
-Tu padre te adoraba.
-Supongo.
Dije creyendo que podría ser así, aunque en casa no solía ser muy demostrativo, pero cuando salíamos los dos solos, y lo hacíamos a menudo, hasta su carácter cambiaba y por supuesto, se convertía en el padre cariñoso que yo recordaba.
Prendí todas las luces que encontré y recorrí la casa.
Había cuatro habitaciones inmensas, una de ellas con cama matrimonial, las otras tres con camas de una plaza, todas con cortinas y acolchados, todas tenían su propio baño y vestidores.
Había una quinta habitación, en donde había un escritorio y bibliotecas, con colecciones de libros en distintos idiomas.
A esta altura, mis lágrimas no dejaban de correr.
Fernando me abrazó, y yo le devolví el abrazó, apoyándome en su pecho.
-Bonita, tu padre sabía lo que hacía.
Dijo besándome la coronilla.
En ese instante le sonó el celular y se alejó un poco para contestar.
-Sí, amor, en un rato paso a buscarte, también te amo.
Debía ser la esposa o la novia.
Cortó enseguida.
-¿Querés dormir en un hotel? Te reservo una suite en algún lado.
-No lo sé, el edificio es enorme y no lo conozco, pero si tenés cosas que hacer, puedo reservar una habitación yo sola.
-No, linda, no te preocupes por mí, estoy para servirte.
-Vas a tener problemas con tu pareja.
Le digo sinceramente.
Él solo sonrió.
Acto seguido marcó algo en su celular y luego me llegó un mensaje con un código de la habitación que había reservado.
-Gracias.
-De nada, por favor, aunque recién hoy nos conocimos, confiá en mí, no te voy a defraudar, le debo demasiado a tu padre.
Lo miré con atención, pero cuando quise preguntar, ambos escuchamos que me llamaban los obreros que trasladaron mis cosas.
Bajamos y Fernando les dió una generosa propina.
Al rato cerramos todo, antes tomé ropa para cambiarme al día siguiente y también mi notebook.
-No sé qué hacer con las joyas.
Subimos de nuevo y en la habitación donde estaba el escritorio, corrió un cuadro y abrió una caja fuerte.
-Cambiale la contraseña.
Así lo hice.
Nos despedimos hasta el día siguiente, me dijo que nos encontrábamos en mi nuevo hogar.
Llegué al hotel, era cómodo y bastante lujoso, sin derrochar sensualidad.
Pedí comida en mi habitación, no tenía ganas de cenar fuera, ni siquiera en el restaurante del hotel.
Hasta tuve la sensación de que me seguían.
Debe ser porque a esta altura desconfiaba hasta de mi sombra.
También puede ser que Rosie y su madre me espíen o hayan mandado a espiarme.
Estoy prácticamente sola en el mundo, sin embargo, estoy tranquila.
Por IrinaTengo 10 semanas de embarazo y estoy a tiempo para practirme un aborto, sin embargo y pese a que no sé quién es el padre de mi hijo, descarté esa idea.Di unas vueltas en la cama, pero luego dormí, dentro de todo, bastante bien.Entiendo que no puedo vivir en un hotel, voy a tener que acostumbrarme a vivir sola, en el viejo edificio.Pienso que el dinero que me dejen las acciones del 25 % de Calzados Kroes, no va a ser suficiente para mantener mi nuevo hogar, o tal vez sí, eso no lo sé.Nunca me preocupé por las finanzas.Hasta pensé que nuestra posición económica era insuperable.Tenía muchos gastos que afrontar.Decidí volver a mi nuevo hogar, lo hice después de desayunar.Al llegar. estacioné el auto en la puerta de mi casa.-Señorita, no puede estacionar aquí, está prohibido.Me dice un oficial.-Pero yo vivo aquí, señor.-Eso no importa, si no retira su auto le hago una multa y si luego no lo retira, me veré obligado a llevarlo con una grúa.-¿Y dónde lo dejo?-Ese es s
Por Roque Volví de un viaje de México y Estados Unidos, fui por trabajo, allí tenemos algunas empresas, en realidad no era necesario tal viaje, ya que el que está instalado en Estados Unidos, es Fabio, mi hermano.Mi madre no entiende, por suerte, mucho de negocios, por lo que no desconfió, y si lo hizo, debe haber pensado que quería tomarme vacaciones.No era así.Soy un cobarde.Huí.Sí, pretendí huir de Irina y sobre todo de mí.Mi comportamiento, esa noche, no lo pude evitar.Escuché que Rosie quería molestar nuevamente a su media hermana, pensé que había escarmentado aquella vez cuando ¨su chiste¨ se le fue de las manos, porque no creo que verdaderamente haya querido matarla, creo que no midió las consecuencias de sus actos.Rosie nos comentó a algunos amigos que le había puesto un somnífero muy potente, mezclado con la droga que se usan en algunas violaciones, para que la víctima se relaje y no queden rastros físicos si tiene relaciones con varios hombres.Estaba invitando a al
Por RoqueA mediados de enero tuve una conferencia con Máximo Kroes, al principio pensé que todo se había descubierto y juro que atendí el llamado temblando.Mi conciencia no me dejaba tranquilo.Odiaba a Rosie.No entiendo porque ella pretendía hacerle tanto daño a Irina.Irina nunca se metió con ella ni con nadie, ni siquiera antes de que intentara ahogara, Iri es dulce, apaciguada, siempre me pareció ver dolor o melancolía en su mirada, esa mirada azul, de un azul tan llamativo, que parecería que tuviera un imán y que uno no pudiera dejar de verla.Era lo único llamativo en ella, al menos era lo único que no podía ocultar, porque esa noche, la del 31, me di cuenta que su cuerpo sí parecía ocultarlo, no se vestía mal, ni como una señora mayor, pero siempre estaba con joggins un talle más grande de lo que correspondía y remeras o buzos holgados.Al menos así la vi vestida las pocas veces que la crucé.Ella hasta parecía huir de mí, todo lo contrario de Rosie.Máximo me dijo que no se
Por Roque-Yo…Comienza a decir y sus lágrimas caen como una cascada.Inmediatamente me paré y rodeé mi escritorio.-Linda…Le dije, tomándola del brazo, para que se pare y poder consolarla por medio de un abrazo.Al tenerla en mis brazos, sentí una locura en mi vientre.No puede sucederme eso.Sin dejar de abrazarla, porque ella necesitaba de esa contención, me separé un poco de su cuerpo, no quería que sienta todo lo que se estaba despertando en mí.-Perdón… estoy muy sensible, haber perdido a mi padre, me cambió la vida.-Te entiendo, cuando perdí a mi padre, también cambió mi vida y eso que contaba con mi madre y mi hermano.-Tenés suerte.Realmente debe ser difícil quedarse sola y no solo eso, sino tener que liar con Rosie y Paty debe volver su vida un calvario.Asiento con la cabeza a su comentario.Ella elevó la cabeza y me miró a los ojos, yo no pude sostener su mirada, no obstante tampoco evité mirarle la boca.¡Tenía ganas de devorarla!Me acerqué a ella, aunque reaccioné a
Por IrinaSalí de la oficina de Roque, sintiendo que la vida estaba equivocada, que el mundo en donde me movía, era paralelo a una realidad mejor.Por un momento pensé que él había cambiado, que no se iba a dejar envolver por las mentiras de Rosie y por la maldad de Paty.Por lo que charlamos con respecto al tema económico me quedé bastante tranquila, eso si es que no me mintió. No me gustó cuando me dijo que ningún beso significaba nada para él.No esperé su beso, si ese beso hubiera sido verdadero, me habría puesto a sus pies, sin pensar en mucho más.Suspiré profundamente.Supongo que cuando se entere que estoy embarazada, va a pensar que soy muy falsa y hasta promiscua, si es que eso lo dice Rosie. Había negado ser el novio de Rosie y ella entró a la oficina como si lo hiciera a diario y de esa manera también lo besó.Le preguntó porqué yo estaba allí.Yo también tengo preguntas.¿Por qué me besó?¿Por qué me lo pregunto?Él mismo me dijo que un beso no significa nada. Yo no p
Por RoqueMás allá de lo que le dije a Irina, siento que ella, lentamente se apodera de mis deseos y que ese beso, dominó mis sentidos.Estoy seguro que ella se entregaría totalmente, sin pedir más que amor…Me imagino recibir su dulzura día a día y tener acceso a su boca y a sus besos.Pienso en eso y me vuelvo loco.Me encantaría ser el dueño de sus anhelos.Ser el hombre que reciba sus besos noche a noche.Quiero ser el dueño de sus caricias.Si alguien entrara a mis pensamientos, pensaría que estoy loco, por pensar así.Pero ese beso, el que le di en mi oficina, me llevó a la locura.No puedo alejarla de mi mente.Ella no volvió por la empresa, las que van a cada rato, son Paty y Rosie.Más allá del compromiso con Máximo, tengo ganas de renunciar, pero si lo hago, entre las dos, van a tratar de quedarse con la parte de Irina y eso sería totalmente injusto.No entiendo por qué su padre la dejó prácticamente en la calle.Siento que la tengo que proteger y eso es culpa.¡Maldita seas
Por IrinaVan pasando los días y para entretenerme y no pensar demasiado, decidí cursar dos materias más, una en cada carrera, al menos en el primer cuatrimestre, es que quería comprender todo sobre el mundo empresarial, más allá de que mi proyecto con el instituto de idiomas, sigue en pie.Al llegar de la facultad, decidí darme una ducha caliente, es que tomé bastante frío y sé que por mi estado no puedo tomar ningún medicamento y no quería engriparme.Escucho un ruido y debo decir que tuve miedo, la parte de abajo del edificio está deshabitada, aunque fui comprando muebles para el instituto, el frente del edificio no tiene el mejor aspecto, tuve miedo de que haya entrado alguna visita que no deseaba.Me envolví con el toallón y con el celular en una mano, dispuesta a llamar a la policía, en la otra mano tenía un desodorante en aerosol, aunque sea le iba a tirar a los ojos de quién haya entrado, mientras marcaba el 911.Salí de mi dormitorio y me encontré con Fernando.Él tenía llave
El lunes por la tarde, cuando estaba por llegar a mi casa, recibo un mensaje de Fernando, diciendo que no me asuste, que él estaba en casa y con una sorpresa.Espero que esas caricias hayan quedado atrás, porque de verdad creo que va a ser un error si hacemos algo.Supongo que seríamos amantes y a eso se refería él cuando decía que me merecía otra cosa.A esta altura debo estar más que confundida, porque pienso que no estaría mal ser la amante de Fernando, él es un caballero, es dulce, bondadoso y es la persona que mejor me trató, aparte de mis padres.Sin embargo tiene razón, le fallaríamos a mi padre y a su novia.Siento cierta envidia por esa mujer.Eso tampoco me gusta sentir.Sólo quiero un gran amor, alguien que me quiera, que no busque lastimarme, que mis besos signifiquen mucho para él.Pero que sea libre y que quiera a mi bebé.Supongo que quiero muchas cosas y todas son imposibles.Al llegar a casa, me encuentro con Fernando y con ¡Rosita!Mi mucama, realmente siempre la apr