Capítulo 3

Kaiven

– ¿Qué es esto? – un dolor apremiante me aprieta el pecho, pongo la mano en el y me quedo sin aire, algunas veces me ha dolido, pero nunca un dolor tan fuerte, y sé de dónde viene este dolor, a pesar de no aceptar a Amira como mi compañero aun puedo sentir el vínculo que nos une y que ella no es capaz de percibir – Faron – Grito intentando que no se note mi actual estado, pero por la forma en la que me mira se que esta preocupado por como luce su Alfa.

– ¿en que puedo ayudarlo, Mi Alfa? ¿tiene usted algún problema?

– ¿acompañaron a Amira hasta fuera del bosque? ¿esta seguro de que salió a salvo? ¡siento que algo no está bien! Estoy seguro de que algo esta sucediendo

– Envié a dos guerreros a acompañarla, regresaron hace una media hora diciendo que la habían visto salir del bosque – paso por su lado, quiero que me lo digan en mi cara, estoy seguro de que no lo hicieron, la manada Caixen no se atrevería a entrar en el pueblo, así que si la tomaron fue en el bosque.

– Llévame a donde se encuentran – bajamos las escaleras hasta la cocina, allí esta los guerreros de los que hablaba Faron, me acerco a ellos y se ponen tensos - ¿dejaron a Amira fuera del bosque? Dejen de mirarse entre si y respondan a mi pregunta – aprieto la mandíbula en un gesto nervioso, tengo muy mala impresión y mi opresión en el pecho se hace aún más grande

– La dejamos a unos metros de la salida – aprieto los dientes hasta el límite de sentir que se rompen.

– Faron, ¡sígueme! ¡si a ella le sucedió algo, pueden despedirse de sus vidas! – mi lobo vibra de exasperación la advertencia los hiela

– Lo siento, Alfa – gritan a la vez y son ignorados

– ¿hacia donde vamos, Alfa?

– Vamos a encontrarla, sé que le sucedió algo Faron, algo no está bien

– Pero, Alfa, ¿hacia dónde nos dirigimos?

– A la frontera, Faron, no al claro, vamos a la frontera, siento que es allí hacia donde la llevan

– ¿Quién la lleva hacia allí?

– Es difícil de explicar, pero aun siento el vínculo con Amira, sé que está en peligro, y si es así solo hay un lobo que se atrevería a tocar algo que me pertenece, y ese es Yulien

– Si cruzamos la frontera vamos a romper abiertamente el tratado, ¡sabe que pueden estar intentando eso!

– Ya lo se, pero si no la cruzo puede que Amira nunca regrese ¿quieres que te diga cual de las dos me va a afectar mas?

– Claro, Mi alfa

Corro todo lo rápido que mi cuerpo me lo permite con la sensación de que si no lo hago algo malo va a suceder, mi beta sigue mi ritmo, llegamos a la frontera y no la veo, pero puedo sentir su aroma cruzando hacia ese lugar.

– ¿Qué quiere hacer, Alfa?

– Quiero que en este momento reúnas a algunos guerreros, vamos a atacar a la manada Caixen, ya sea que terminen con nosotros o que ponga en su lugar a su Alfa, no voy a dejar esto así – iba a marcharse - en cuanto los guerreros que no cumplieron con su deber, enciérralos, si le sucede algo a Amira los voy a asesinar con mis propias manos

– ¿se va a quedar aquí?

– ¡aquí me voy a quedar hasta que regreses! No puedo alejarme de ella.

Media hora después…

– Alfa, encontramos a la amiga de Amira inconsciente en el bosque, el doctor la reviso y dijo que no tiene ninguna lesión grave, pero la deje con el de todas formas, ella no recuerda nada de lo que sucedió, solo recuerda estar caminando y caer al suelo después de que alguien la aventó

– Sabía que esto estaba sucediendo, Faron. A los guerreros encargados de proteger a Amira que nadie se le ocurra dejarlos escapar, les voy a demostrar por que tienen que seguir mi orden.

– Como ordene, Alfa

– Ahora vamos a rescatar a la futura Luna de esta manada.

AMIRA

– ¿Quién eres? – le pregunto al hombre frente a mi

– Eso sucede por haber crecido del otro lado de la frontera, de haberme conocido a mi primero puede que tu vida hubiera sido más fácil

– No lo creo, si eres lo que yo creo, mi destino hubiera sido exactamente igual, llegue a la conclusión de que soy alérgica a los perros – se ríe

– ¿acabas de llamarme perro?

– ¿es que no lo eres? Porque creo que si

– Yo soy Yulien, Alfa de la manada Caixen, y estoy teniendo paciencia porque eres una humana, pero estas siendo bastante ofensiva, nadie me había llamado perro

– ¿Dónde está mi amiga?

– En la situación en la que te encuentras no deberías de preocuparte por nadie más, ¿no te parece?

– Lo que me parece es que no tengo idea de por que me estas trayendo aquí, solo me estoy intentando ir de este lugar y no volver a regresar de por vida

– ¡eso no va a suceder! Kaiven no puede dejarte ir, así que yo solo me adelante a sus intenciones

– ¿y cuáles son tus intenciones?

– Tengo intenciones de reclamarte como mía, ya que eres una humana puedes elegirme si lo prefieres, no puedo nombrarte Luna de mi manada, eres demasiado débil para ello, pero puedes ser mi mujer ¡o puedes simplemente morir! Tú decides, a mí me da igual

– Mira, no se por que quieres hacerme algo como esto, pero no me interesa, ni tú, ni Kaiven, ni su m*****a ley ni su manada, odio todo lo que tiene que ver con hombres lobo, odio a tu manada, ¿o crees que no se que fuiste tu quien asesino a mis padres? Y si me vas a amenazar con asesinarme piénsalo un poco mejor, soy una persona que no tiene nada que perder, por lo que no me importa lo que digas.

Si previo aviso, me golpea en el rostro de forma tan fuerte que caigo de la silla en la que me tenían sentada, toco la comisura de mis labios porque siento sabor a sangre y como en efecto.

– ¡bonita forma de enamorarme! No sabia que los lobos tenían por costumbre lastimarse para tenerse.

– Es que estas acabando con mi paciencia, intento que me escuches y no lo haces

– No me interesa escuchar, me voy a levantar y voy a salir de aquí, si no quieres que lo haga, vas a tener que asesinarme porque no me voy a quedar a seguir escuchando estupideces

– ¿eso te funciono con Kaiven? Puede que sea así, él es débil, no sabe cual es su lugar e intenta llegar mas alto de lo que se merece, por eso la diosa Luna le entrego a alguien tan débil como tú de compañero.

– La diosa Luna, ¿Quién es esa? Debe de ser la diosa de algún culto satánico, como sea, no me importa.

– Alfa – le dice otro lobo que entra

– Ya lo sé, déjenla salir, no estamos en posición de crear un conflicto, no aun

“no preguntes de que hablan, Amira” me digo a mi misma y sigo caminando

– Por hoy tengo que dejarte ir, pero algo me dice que vamos a vernos pronto, mas pronto de lo que piensas

– Vete a la m****a. No voy a volverte a ver en mi vida, y si tengo suerte, tampoco volveré a ver a otro hombre lobo.

Me sorprende que todos se apartan de mi camino, si me trajeron hasta aquí a la fuerza esto es algo que no tiene demasiado sentido, pero cuando salgo de la casa lo comprendo todo, Kaiven y sus lobos se vienen acercando con las intenciones pintadas en su rostro, aunque viene en su forma de lobo soy capaz de reconocerlo, lo conozco tan bien que incluso asusta, me deja pasar a su lado y sigue en dirección a la casa de la que acabo de salir.

– Kaiven – le grito y se detiene – hoy me han secuestrado dos veces, lo menos que quiero es seguir en esta situación, necesito irme, necesito encontrar a mi amiga

– Si, Kaiven, síguela tranquilamente – le dice Yulien, los lobos de Kaiven no se detienen, y se abalanza sobre los lobos que han ido saliendo de la casa, yo continúo caminando y me alejo del desorden, mis piernas ceden cuando me alejo unos metros y caigo al suelo. Veo la pelea que se esta desarrollando frente a mi antes de perder el conocimiento.