Comenten, comenten, comenten.
CAPÍTULO 32. Jonathan sostuvo el volante con una mano y mientras que con la otra sostenía la de Aurora. En sus rostros había una sonrisa, sus miradas estaban cargadas de amor y esperanza. ―¿A dónde me llevas? ―pregunto ella. ―Ya lo verás. Después de haberle declarado su amor delante de todos, s
―Voy a hacerte rogar, mi amor. ―ella hizo una promesa y Jonathan estaba ansioso por que la cumpliera. Se subió a la cama y luego arriba de él, comenzó con pequeños besos en su pecho, y bajo lentamente hasta llegar a su polla erecta. Aurora jugo con ella un momento, lamiendo la cabeza como si fuera
CAPÍTULO 33 La luz del sol calentó las mejillas de Aurora, ella frunció un poco las cejas y abrió lentamente los ojos. Se notaba que era tarde, palmeo la cama a su lado, pero estaba vacía, se sentó y no encontró a Jonathan por ningún lado. Sin embargo, una sonrisa adornaba sus labios, tal como prom
CAPÍTULO 34 Logan se detuvo frente a la entrada principal de la mansión King, miro fijamente la lujosa casa y una sonrisa macabra y un brillo malévolo se reflejó en sus ojos. Hande le había facilitado toda la información, no solo le dio una nueva identidad, sino que también le dijo donde se encontr
CAPÍTULO 35 Aurora ayudó a subir al taxi a Logan, le dio la dirección del hotel y el hombre no pudo evitar fruncir el ceño cuando vio la herida sangrante. ―¿No crees que debería ir a un hospital? ―sugirió. ―No ―respondió Logan rápidamente ―Estoy bien, está suturado, sangra cuando me muevo demasia
CAPÍTULO 36 Fuera del hotel, a una distancia considerable, Hande miraba hacia la puerta principal, sus ojos llenos de satisfacción se escondían detrás de un par de lentes, saco su celular y marco el número de Jonathan. ―Ahora te enfrentarás a la verdad de la traición, Jonathan. La llamada se cone
Se detuvo frente a la puerta y llamo. ―Adelante. Su cuerpo se estremeció cuando escucho su voz, le dolía el corazón, sabía que iba a lastimarlo, pero no había otra opción, todo había llegado demasiado lejos y ahora iba a pagar las consecuencias por haber callado tanto tiempo. Abrió la puerta y fo
CAPÍTULO 37 En la oficina, Aurora y Jonathan compartían la tarde juntos, se besaban, se abrazaban y se decían lo mucho que se amaban. En fin, eran una pareja de enamorados, de pronto alguien llamo a la puerta. ―Adelante. La secretaria asomó la cabeza avergonzada. ―Señor, perdón por interrumpir,