CAPÍTULO 7 Cuando llegaron a la mansión King, Jonathan reunió a todos los empleados, esto se alinearon frente a él en silencio. ―Quiero que todos conozcan a mi esposa, Aurora ―dijo seriamente ―Espero que reciba el mismo respeto que los demás miembros de esta casa y que sea tratada, como lo que es,
CAPÍTULO 8 Fue un beso totalmente diferente al de la boda, ese había sido casto, leve y superficial. Pero este, este, estaba cargado de deseo, pasión y una clara lujuria contenida. Jonathan se inclinó más hacia ella y un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Aurora y una necesidad se acumuló en su
―¿Me estás diciendo que te casaste por venganza? ―Elliot lo miraba fijamente ―Y yo que pensé que era el único sin cerebro. Jonathan tomó la botella y se sirvió un poco más de whisky. ―Lo hice para humillar a Hande. ―Bueno, ya está hecho. Nos quedó claro a todos, sin embargo, es algo que no hubier
CAPÍTULO 9 Al día siguiente, Jonathan fue temprano a la empresa, ni siquiera se tomó la molestia de despedirse de Aurora, cuando regreso a casa era bastante tarde y decidió pasar la noche en el estudio. Aurora aún estaba dormida cuando abrieron con brusquedad la puerta de su habitación, se despert
Los ojos de Hande se abrieron al igual que los de Aurora. ―Voy a ser muy sincero contigo, mientras tú me engañabas con Lucas, yo te traicione con Aurora, y a decir verdad, solo me hiciste un favor, ya no sentía nada por ti. Lo único que hiciste fue darme una salida para poder estar con la mujer que
CAPÍTULO 10 Después de que Aurora terminara la conversación, Jonathan tuvo que controlar su impulso de preguntarle quién era. No obstante, su acuerdo parecía repetirse una y otra vez en su mente. ―¿Está todo bien? ―pregunto tentativamente, pero notando el cambio en su expresión, no es que fuera b
Ella tomaría cartas en el asunto a partir de ese momento. Con esta decisión tomada, salió del estudio y encontró a la empleada, esperando en silencio. ―¡Limpia el desorden! ―exclamo y luego subió las escaleras. Fue directamente a la habitación de Aurora y comenzó a sacar toda su ropa. Por otro l
―¡David! ¡No te permito que me hables de esa manera! Yo solo estoy tratando de proteger el buen nombre de mi familia. ―¡Madre! Ya no somos unos niños, ¿Cuándo vas a entenderlo? Ya no necesitamos de tus alas para volar. Somos hombres adultos, que pensamos y decidimos por nosotros mismos. Las cejas