Nadie sabe cuánto tiempo paso, pero él, no podía tener suficiente de la dulzura de su boca, codiciaba el calor de los labios, hasta que sintió que alguien lo miraba fijamente y la soltó. Tan pronto como ella giró la cabeza, vio a Zaria parada en la puerta, su rostro cubierto de lágrimas y una mirad
Los ojos de Zaria se volvieron oscuros y pensó rápidamente en una idea para hacerle pasar un mal momento. Deliberadamente, se puso en el camino de Ashley haciendo que esta chocara con ella, los cafés que tenía en sus manos mojaron todas las fotografías dañándolas por completo y parte del café se der
Capítulo 43 Después, ese día, Alexander le envió los diseños y ella volvió a la casa de abuela, y se sorprendió cuando vio a Alexander allí también. La abuela había insistido en que él también volviera a casa, pero el plan original de Zaria era que él se quedara con ella, no quería darle ninguna o
—¿Ahora tienes por costumbre espiar en los baños? Miro su expresión, sus ojos ardían de rabia y esto le satisfacía y se propuso, aumentar el tamaño de su ira. —¿Quién es el padre? Su pregunta directa y sin rodeos tomo por sorpresa a Ashley, quien había querido mantener en secreto su embarazo el t
—Lo sé. Pero, ellos… — el chico no quería pronunciar las palabras exactas del asociado. —Comunícame con ellos, hablaré personalmente con el presidente — ordeno al momento que tomaba los documentos y se concentraba nuevamente. —Sí, señor, lo pondré en línea de inmediato. El joven salió y cinco min
—Abuela, entiendo que tengas un concepto distinto al mío. Pero la mujer que amo es Zaria. Ella ha sufrido mucho por mi culpa y es justo que también tenga un poco de felicidad. —¡Felicidad! ¿Sufrir? — la anciana estaba molesta por la actitud de su nieto — Tu amnesia resulto ser muy selectiva — dijo
Capítulo 44 Alexander no durmió mucho por la noche. Cada vez que intentaba conciliar el sueño, pequeñas escenas distorsionadas inundaban su mente. También le preocupaba la situación con Ashley, necesitaba que lo acompañara a la fiesta y la terca mujer se negaba a cooperar. Bajo las escaleras para
—Iván… ¿Escuchaste? Miro a su cuñada confundido. —¿Escuchar qué? —Creo que hay ratas. —¿Ratas? —¿Sí, no la escuchaste? Iván por poco se atraganta con el jamón. Si entendió bien, Ashley acababa de insultar a su hermano. Pero, él solo apretó los labios para evitar reírse, la mirada de Alexander