Las leo.
CAPÍTULO 64 ―Señor, las personas del departamento legal están aquí. ―informo la secretaria a Elliot. El quién estaba leyendo unos documentos, apretó el bolígrafo con fuerza y los hizo pasar. ―Diles que entren y prepara café para él. ―Sí, señor. Después de que le dijera a Amara que ella era la p
―Bien ―Elliot exhalo ―Te debo una, hermano. ―No hace falta que lo digas, sabes que te apoyo en lo que sea. ―Gracias, por favor llama cuanto antes. ………………………………………….. NEW YORK. ―Alexander, ¿Cómo están las cosas por San Petersburgo? ¿Iván finalmente sentó cabeza? El hombre de cabello negro y ojo
CAPÍTULO 65 ―Por favor. Por favor, señor, no he hecho nada. ―la mano áspera de Elliot agarro el mentón de Lucy mientras la miraba con fiereza. ―Lo preguntaré una vez más, ¿Por qué filtraste la información? ―sonrió malvadamente ―Si cooperas, no te pasará nada, lo prometo, Solo dime lo que quiero sa
Lucy apretó los labios con fuerza y cerró los ojos. No dijo nada, sabía que por más que rogara, no iba a salir bien librada. ………………………………………………………… Stella llevo de compras a Amara a una recién inaugurada tienda de bebes. El pequeño Erick dejaba de ser pequeño con cada día que pasaba, así que decid
CAPÍTULO 66 HOSPITAL PRIVADO, ST JHONS. Tom empujó a Silas en su silla de ruedas y pregunto en voz baja. ―Jefe, ¿de verdad cree que esté bien que hagamos esto? Si alguno de sus hijos se entera… Conoce sus temperamentos, no estoy seguro de que se lo tomen de buena manera. ―No te preocupes, sé lo
―Adiós ―dijo cantarina ―Y no vuelvas a llamar, no necesito perder mi tiempo contigo. Amara colgó la llamada, luego se quedó mirando un lugar determinado de la habitación. «¿Es realmente capaz de perdonarlo? Si Elliot fue el responsable de todo, ¿lo perdonaría?» ―Necesito respuestas Elliot y hoy v
CAPÍTULO 67 Elliot estaba de pie frente a ella, apretando sus manos con fuerza, podía sentir claramente que sus palmas estaban sudorosas. ―Amara… perdóname. Ella, probablemente recupero el sentido en ese momento. Extendió su mano para apoyarse en el respaldo del sofá y respiro profundo. Su cara
CAPÍTULO 68 ―¿Le diste la noticia a los medios, verdad? ―pregunto con voz contenida. Ana Paula se quedó callada unos segundos, sin evasivas ni sofismas, fue directo al grano. ―Sí, ¿Por qué? ¿Es mentira lo que dije? Ella preguntó en un tono tan inocente, que Elliot tenía ganas de romperla en peda