Un besote.
CAPÍTULO 60 Si Elliot creyó que su vida marcharía tranquila a partir de ese día, se equivocó. Porque cuando llego a la empresa, se encontró a una Ana Paula sumamente agraviada esperándolo en el vestíbulo del edificio. ―Señor, la señorita ha estado esperándolo. Elliot le dio un asentimiento de cab
De repente ella comenzó a reírse macabramente y sus ojos se volvieron tenues. ―¿Quién va a querer a una mujer que no puede concebir? Dime, ¡¿Qué hombre, va a casarse conmigo, si no puedo darle un hijo?! ―Eso no es impedimento, hay muchas mujeres que no pueden tener hijos y son felices, sus parejas
CAPÍTULO 61 ―Elliot, ¿eres estúpido? ―Amara se levantó de golpe y comenzó a caminar de un lado a otro ―No puedo creer que aceptaras. Él decidió ser sincero con su mujer, no iba a haber secretos entre ellos, solo que no imagino que se pondría de tal manera. ―Amor… ―¡Mi amor nada! ¿Te gustaría que
«¡Todo lo que hice fue para ayudarte a conseguir la compañía! ¿Y es así como me pagas?» Bianca estaba muy agraviada, pero se negaba a perder a Cameron así, era tanta su obsesión, que, si incluso él se negaba a hablar con ella, haría lo que fuera necesario para recuperarlo. No es que no la amé, es
CAPÍTULO 62 Una semana después… Elliot durmió profundamente toda la noche, de hecho hacía días que no dormía tan bien, casi siempre ella se despertaba primero que él, pero esta vez fue diferente. Cuando abrió los ojos, ella estaba enterrada en sus brazos, durmiendo plácidamente. Él sonrió y le to
CAPÍTULO 63 Cuando Amara bajo las escaleras, descubrió que su marido estaba sentado en el sofá y cuando vio el vaso de whisky en la mesa, termino de bajar las escaleras dispuesta a reprenderlo, pero se detuvo cuando vio su expresión. ―Elliot, ¿Qué te pasa? Él no explico nada cuando escucho la pre
CAPÍTULO 64 ―Señor, las personas del departamento legal están aquí. ―informo la secretaria a Elliot. El quién estaba leyendo unos documentos, apretó el bolígrafo con fuerza y los hizo pasar. ―Diles que entren y prepara café para él. ―Sí, señor. Después de que le dijera a Amara que ella era la p
―Bien ―Elliot exhalo ―Te debo una, hermano. ―No hace falta que lo digas, sabes que te apoyo en lo que sea. ―Gracias, por favor llama cuanto antes. ………………………………………….. NEW YORK. ―Alexander, ¿Cómo están las cosas por San Petersburgo? ¿Iván finalmente sentó cabeza? El hombre de cabello negro y ojo