Pero después de pensarlo, se dijo que no estaba haciendo nada malo, ¿Por qué tenía que esconderse como un ratón? Ella extendió su mano y luego estabilizo sus emociones, miro a Elliot con calma y lo saludo con una sonrisa. ―Sr. Kingston que coincidencia. Este es mi compañero de clases, Sergio Spence
CAPITULO 4Sergio regresó en algún momento y estaba parado escuchando. Miro a Amara con admiración. En ese momento, Claudia estaba tan enojada que podía explotar de la rabia, se levantó abruptamente y señalo con su dedo a Amara.―Perra…―¿Qué ocurre?Las palabras de Claudia fueron interrumpidas por
CAPÍTULO 5. Debido a que sacudió la mano de Elliot con demasiada fuerza, también retrocedió unos pasos antes de quedarse quieta. Lo miro y vio el resentimiento en sus ojos y también… ¿Dolor? No seguramente estaba equivocada, alguien como Elliot Kingston no sentiría dolor a causa de sus palabras.
CAPÍTULO 6 ―¿Oye a donde fuiste? ―¿Entregaste la flor como te pedí? ―Sí, pero, ella se veía triste. ―No te preocupes, haré que sonría de nuevo. El hombre sacó su billetera y le entrego un fajo de billetes. La niña abrió los ojos con sorpresa. ―Ve a casa, esto cubrirá las ventas por un mes. L
―Amara, los matrimonios deben tener hijos, ellos son las bases de una familia. Tú y Elliot… «¿En qué mundo vive este hombre? ¿No ve que su hijo me odia? Mi único norte es deshacerme de ese hombre. Ni loca, accedería a entregarle mi cuerpo y menos dejar que su semilla crezca dentro de mí» Sin embar
CAPÍTULO 7 ―No te guardo rencor, después de todo, me salvaste indirectamente. ―Ya que no me odias, ¿Por qué…? ―la voz de Silas cayó repentinamente y la desolación, así como la decepción, se podían percibir a través del teléfono. Amara tenía que reconocer que era un poco blanda de corazón, pero en
CAPÍTULO 8 Camino lentamente hacia el borde la cama de su lado y ya había levantado la mano para desabotonarse la camisa uno por uno. Sus movimientos fueron lentos, como si estuviera probando algo deliberadamente. La habitación estaba tan silenciosa que se podía escuchar el sonido de sus respiracio
Afortunadamente, el golpe no cayó sobre Amara, sino en la cabecera de la cama. Ella lo miro con la respiración agitada y su cuerpo temblando. El tampoco sabio que le paso, sus ojos la miraron fijamente y al verla tensa y obviamente muy asustada, con los ojos llenos de lágrimas, sintió una sensación