Capitulo 03
POV: Amanda. “Ah, ¿sí? ¿Cómo se llama?” Pregunté por hacerlo, pues no me importaba una m****a. Solo quería encerrarme en mi oficina con el aire acondicionado pues me estaba muriendo de calor y sentía que empezaba sudar como cerdo. “Me dijeron, pero no escuché bien. Voy a informarme.” Dicho eso, Gloria salió disparada hacia las demás secretarias. Le simpatizaba a casi todas las secretarias, menos a la mía. Ella no llegaba a odiarme, pero su trato era muy frío hacia mí. Yo tenía la teoría de que en algún punto se hartó de mi extraña personalidad. “Linda, otra vez dejaste restos de comida sobre tu escritorio… no es el mío, pero me molesta. Disculpa.” Sí, ella me odiaba por eso y más. La vi rodarme sus ojos antes de entregarme mis recados. Sin más preámbulos, comencé a trabajar en el nuevo caso. Encendí mi laptop, y puse manos a la obra. Investigaba sobre casos similares e iba anotando todo conforme me iba informando. Mi secretaria Linda vino a entregarme lo que le había pedido. Ella no abandonó mi oficina sin antes lanzarme una mirada casi asesina. Al principio eso me desconcertaba, pero ya estoy acostumbrada a estas alturas. Me buscaría otra secretaria, pero también terminaría odiándome. En medio de mi investigación, se me vino a la mente la imagen de ese abogado. No lo había visto sonreír, por lo menos no de forma genuina. Me preguntaba si ese hombre era capaz de sonreír con alegría. Probablemente se vería mucho más guapo de lo que es. Sacudí la cabeza y me dispuse a continuar, y a dejar esos pensamientos de lado, cuando Linda me avisó que Gloria quería verme. “Solo hazla pasar.” Dije algo enojada por la interrupción. “¿Estabas ocupada? Lo siento, pero ya sé cómo se llama el abogado guapo.” Aclaró Gloria. Ella se veía excitada por la información que traía, no tuve corazón para decirle que no me importaba. “Sí, Gloria. Estaba ocupada, ¿acaso crees que vengo a esta oficina a dedicarme a ver memes?” Pregunté con sarcasmo. Ella rio, pero en seguida movió la mano como diciendo: “Sé que mientes.” Todos conocían las habilidades de Gloria para el chisme. Ella siempre era la primera en enterarse de las cosas, y pasar la información. Nunca se quedaba con nada para ella. No era su estilo. La miré y fingir prestarle atención, esperando que hablara para decirle que se fuera, y me dejara trabajar. “Bien, se llama Andy Barr, y se supone que lleve a la firma a un nuevo nivel. Quizás lo hagan socio al mes de estar aquí. ¿Qué tal?” “¿¿¿Qué??? ¿Ese imbécil va a trabajar aquí? O por Dios, ¡este día no puede ser más basura!” Exclamé sin pensarlo demasiado. La pobre Gloria se quedó como si alguien le hubiera echado un balde de agua fría. No esperaba esa reacción de mi parte. Sin embargo, en mi fuero interno, imaginé cómo sería ver a ese hombre a diario… “Pero, ¿por qué esa reacción? Es guapo, sabes…” Decía Gloria. “Ese idiota metió en la cárcel a mi cliente. Él pudo salir libre, pero ese imbécil se empeñó en darle tiempo. ¿Por qué dices que lo harán socio? ¿Quién ha dicho eso? Tengo que ir a ver al jefe.” Exploté. No podía creer que un recién llegado podría ser socio antes que yo. “Lo escuché, pero no me creas, solo es un rumor. No pensé que te pondrías así, Amanda.” Gloria estaba algo asustada por mi comportamiento. Hasta Linda se asomó para enterarse de lo que pasaba. “Disculpa, no fue mi intención. Es solo que ese tipo es… no lo soporto.” Terminé por decir. “Lo conociste hoy. Quizás tu opinión cambie.” Lo intentó Gloria. “No lo creo, pero tienes razón. No tengo por qué ponerme así. Iré, y le daré la bienvenida. ¿Ya tiene una oficina?” Pregunté, con la respiración acelerada aún. “Sí, la oficina del viejo Gonzáles.” Gloria, quizás sin pretenderlo, había dado un paso hacia atrás. “Muy bien, puedo terminar eso luego.” Dije más para mí misma. Salí, y detrás iba Gloria tratando de volver a su trabajo. Me devolví para comprobar mi aspecto en un espejo. Me arreglé el cabello, había estado alborotado todo el día. Me apliqué lápiz de labios, y volví a salir y. Caminé directo hacia la antigua oficina de Gonzáles, un abogado legendario en esa firma. Antes de llamar a la puerta, sentí que el corazón me latía con fuerza, como si se quisiera salir de mi pecho. La puerta estaba algo sucia, quizás no la habían limpiado bien para recibir al nuevo licenciado. Toqué, pero me limpié sin demora. Saqué un anti-bacterial que siempre llevaba conmigo. Para mí era prioridad. Algunas personas podían tener la opinión de que yo era una neurótica, y yo no les quitaba del todo la razón. Daba igual. “Oh, Castillo. Eres tú.” Andy me miró tranquilo. Era obvio que no era una sorpresa para él. “Sí, he venido a darte la bienvenida. Supongo que sabías que trabajo aquí.” Respondí. “Sí, sí. Pasa. Me habían ofrecido algo mejor, pero en otro estado. No quise mudarme.” Ese tipo era un idiota arrogante. “Ah, imagínate… ¿qué se necesita para que te mudes?” Pregunté con una falsa sonrisa. Ambos reímos, y él me ofreció algo de beber. Acepté, pues mi objetivo principal era enterarme de ese rumor de que lo harían socio de inmediato. Hablamos, pero fue una conversación artificial. Por suerte, él no mencionó a mi cliente. Lo hubiera asesinado… estaba aún molesta cuando salí de su oficina, pero más tranquila. Ese tipo no era rival. La perra de Elena Miller lo era. Una gringa que me hacía la vida imposible a veces en la corte. Ese día la vi, y no pude devolverle el favor. Ahora tenía que preocuparme por Andy Barr también. Estaba a punto de despotricar en su contra allí a solas, y solo se me vino a la mente: “Es guapo.” “Ahora sí estoy jodida.” Murmuré, llegando a mi oficina. “Licenciada Castillo, ¿ha dicho usted algo?“ Preguntó Linda. “No, no.” Dije, y me di cuenta de que ya había llegado hasta el escritorio de Linda. “Bueno, sí. Recoge esos envases de comida vacíos, por favor.” Linda no aprendía. Los días sucedieron uno tras otro muy rápido. Cada día se volvía más tensa la relación laboral entre Andy y yo. Él era tranquilo, pero arrogante. Yo era más agresiva, y a pesar de trabajar juntos, había una atmósfera de competencia. Él y Elena hacían mi vida difícil. Sin embargo, me prometí a mí misma no verme afectada por los comentarios de esa última. Mi caso iba viento en popa. Aquel día se daría la primera audiencia y el primer litigio. Salí de la oficina con el tiempo limitado, pues era a la una de la tarde. Cuando iba saliendo me enteré de que mi rival era precisamente Elena Miller.Capitulo 04 POV: Amanda.Mi mundo casi se derrumbó. Esa perra iba a hacer todo lo posible por joderme. Ella era peor que Andy. Se empeñaba hasta que mi caso se veía tan afectado que no era posible volver a arreglarlo. Delante del juez, y con mis clientes a mi lado, me quedé paralizada de la rabia. Cuando me molestaba de esa manera, me costaba enfocar la vista, agache la cabeza , estando sentada sobre la mesa, y cerré los puños. Podía sentir la mirada burlona de Elena en mi nuca. Esa mujer era insufrible. No sabía yo por qué las cosas Me afectaban tanto, ¿por qué tenía que darle el gusto a la estúpida esa? sus acciones me indicaban que ella llevaba algo personal contra mi aunque no entiendo porque. Levanté la cabeza, y mis clientes me miraron preocupados. La ansiedad se había apoderado de mí, pero no iba a rendirme sin dar pelea. Eso nunca. Mis clientes merecían esa herencia. La otra parte solo era una aparecida que decía ser hija de la difunta, pero no
Capitulo 05 POV Amanda.Al llegar, toqué la corneta para hacerla salir.“Por amor a Cristo, Amanda… ¿por qué la impaciencia? ¿Alguien murió? ¿Es esa mujer insoportable llamada Elena?” preguntaba con sarcasmo, pues casi siempre que estaba irritada el motivo llevaba el nombre de esa perra, mi amiga.“Súbete, vamos a un café a hablar. Después de todo, son las tres de la tarde”, repliqué.Durante todo el camino, ella trató de averiguar más; aún así, yo me mantuve en mis trece y no dije nada. Ella había nombrado a Elena, y no había estado muy alejada de la realidad. Todo residía en que yo deseaba simplemente hablar, no necesariamente de lo que había ocurrido.Fuimos hasta nuestra cafetería favorita. Ordené varios pastelitos y varias tazas de café. Carolina me miraba con la boca abierta, con la taza de café suspendida en el aire.“Es obvio que no estás bien, pero aun así lo preguntaré: ¿estás bien?”, inquirió ella.“Sí… es decir, no… Sin embargo, no quiero hablar de eso, es la segunda vez
Capitulo 06 POV Amanda. —Claro que te buscaba. Se ha presentado una gran oportunidad para esta firma. Una empresa importante quiere trabajar con nosotros. Verás, quien tome ese puesto y haga un buen trabajo, nos beneficiará mucho —mientras el socio hablaba, yo miraba a Andy. Este estaba sentado con las manos entrelazadas sobre el regazo. Miraba un punto situado encima de mi cabeza, como si no quisiera verme. —Y esa persona, por supuesto, debo ser yo. Fuera de toda discusión —dije de forma tajante y miré a Andy. Este no me devolvió la mirada. Como si alguien hubiera sacado todo el oxígeno de la oficina, todos dejaron de respirar. El socio no me miraba, y hasta se había puesto incómodo. Él era el jefe, y estaba incómodo ante mis ojos escrutadores. —Verá, licenciada Castillo. Andy es un elemento importante en la firma y... —¿Disculpe? ¿Un elemento importante? ¡Acaba de entrar a trabajar aquí! ¿Le dará el trabajo a él? ¿Esto es en serio? Yo he trabajado aquí durante años, ¿y m
Capítulo 07 POV Andy “Pero… él… ¡estaba desesperado y podría tener problemas para conseguir un buen empleo en el futuro! En fin, esto no lleva a ninguna parte. Trabajaré contigo, pero solo porque no me queda otra opción. De poder elegir, tú no estarías aquí. Ya nos las arreglaremos." Estoy tan molesta, que ni siquiera tengo ganas de pelear en estos momentos. “Ahí está la puerta, puedes irte, idiota,” —terminó de hablar ella. Me encogí de hombros, sin responder, lo cual la hizo molestar más y me corrió de su oficina con más ímpetu. Algo bueno se había sacado de esa visita a la oficina de Amanda. Ya sabía mejor por qué ese odio hacia mí. Nunca pensé que ella se interesara tanto por sus clientes. Aquello me agradó, pues era una mujer con integridad. No me fue posible no ver su trasero cuando salí de la oficina. Ella era atractiva, aunque estaba seguro de que no tenía ni la menor idea de eso. Fui a casa, me preparé un sándwich, y me senté a ver un juego de béisbol. Durante to
Capitulo 08POV: ANDYElla se veía dura. Estuve pensando, y hasta había olvidado dónde estaba. David llamó mi atención y desperté de mi distracción.—Si tienes que pensarlo tanto, entonces no lo es —dijo él más para sí mismo.—¿Qué? Sí, lo es. Es muy bella, pero no creo que yo le guste. Me odia. Me llamó pelmazo, idiota, imbécil, y hasta malparido, ¿puedes creer? —le conté.—Está en negación. ¿No conoces a las mujeres? Es todo. Vámonos a una discoteca, hermano. No hacemos nada aquí. No somos mujeres como para conversar de sentimientos y este lugar es muy aburrido —dijo David.Dejé de escuchar sus frases machistas y sus quejas; me concentré en lo que había dicho antes. ¿Yo le gustaba a Amanda? Imposible. A pesar de llegar a esa conclusión, no dejé de pensar en eso en todo el fin de semana. Me estaba taladrando el cerebro, por lo que el lunes me comporté extraño delante de ella. Esto hizo que Amanda me preguntara si tenía un retraso mental. Esa mujer no se guardaba nada.—¿Siempre tien
Capítulo 09 POV: ANDY Estuvimos discutiendo todo el camino. Ella estaba acostumbrada a que nadie le respondiera. Y allí estaba yo, defendiendo mi posición, pero a la vez, no dejaba de ver sus senos proporcionales que subían y bajaban. Ella estaba tan molesta que no notó ese detalle y gracias adiós sino también pensaría mucho peor de mí ella. Gritaba como desquiciada, me señaló, y patinamos en una calle. En ese instante, ella se detuvo, de golpe su pecho se notaba visiblemente agitado. No hablé más para no empeorar la situación porque yo también estaba molesto. La miré, y fui consciente de que estaba a punto de llorar, pero ella no lo dejaba salir. Decidí dar mi brazo a torcer. ―Tranquila, si quieres, yo puedo manejar. Disculpa, estoy seguro de que podemos encontrar una mejor dinámica que nos funcione a ambos ―dije por fin, y ella seguía con la vista fija, mirando al frente. Por suerte, no venía ningún coche cerca. Ella no me miraba para nada. De repente dijo: ―No dej
Capítulo 10: POV Amanda ¿Qué estaba pasando? ¿Andy y yo nos estábamos besando? ¿Cómo llegamos a esto? Traté de recordar, y no pude. Solo sabía que en este momento su lengua recorría mi boca con saña. Su mano se había posado sobre mi pierna, pero pronto él la fue subiendo hasta mi muslo. Mi interior era un torbellino de emociones mi mente estaba nublada. No pensaba, solo sentía. Andy acercó más su cuerpo al mío. Sentí su calor, y se me escapó un leve gemido, me aferré a su nuca como un salvavidas y el beso se profundizó. La situación estaba avanzando a pasos agigantados. De repente, caí en cuenta de lo que pasaba. Aunque al hacerlo, me pesó en el alma, pues me había gustado muchísimo. Lo empujé y me levanté a toda prisa con la respiración entrecortada. —¿Qué coño se supone que haces? —grité. Andy me miró sin comprender. Era evidente su confusión, pero yo no di tregua. A pesar de que había dejado que el beso continuara, yo... no sabía qué sentía. Entretanto, la pagué con And
Capítulo 11POV Amanda “¿Y si es solo un rumor?” —¿La fuente de esa información es confiable? —preguntó Andy, quien había estado más callado que una tumba. —Esperemos que sí, hasta ahora es solo un rumor. Quien me lo contó fue un amigo que trabaja en la firma que representa a dicha empresa, y el resto es historia. Hasta que el cliente no llame, no hay nada concreto —dijo el socio. No bien salimos de la oficina de Ávila, Andy abrió la boca para decirme algo, pero lo detuve y lo arrastré primero hasta el baño. Miré en cada cubículo, asegurándome de que no hubiera nadie y fuese a escuchar algo. —Si vas a hablar de anoche, mejor no —le exigí. —¿Por qué no? —preguntó, sin parecer preocupado por nada. —¿Para qué hablar de eso? —inquirí. —Creo que es necesario, Amanda. No me arrepiento de eso. De hecho, me agrada haberme atrevido y creo que a ti también te gustó, aunque lo niegues —aclaró él, regalándome una sonrisa. Sentí que mis mejillas se arrebolaban. Era algo ardiente