Cuando Jay se apresuró al ‘Campo de Flores del Romance’, su lujoso Rolls-Royce Silver Angel de bajo perfil fue obstruido por una larga caravana de coches deportivos frente a él.

“¿Quién hizo esta estupidez?”. Jay hizo una mueca y cuestionó el coeficiente intelectual del instigador, Cole.

Grayson, que estaba detrás del volante, estaba tratando de esquivar el mal humor del Presidente Ares como una tortuga ninja, como siempre lo había hecho.

Después de revisar el mapa, Finn sugirió. “Presidente Ares, todavía quedan unas 1.300 yardas para llegar al campo de flores. Si tiene prisa, sería mejor que fuéramos caminando”.

“Sí”. Jay asintió.

Finn empujó la silla de ruedas de Jay y se fue mientras que Grayson se quedaba en el coche.

Tan pronto como el presidente Ares se fue, el desenfreno en el cuerpo de Grayson se liberó de la cabeza a los pies y comenzó a gritarle deliberadamente al culpable que causó el embotellamiento. “C*brón, estás aquí para asistir a la boda, no para mostrar tus coch