“La familia Ares también puede enfrentar un desastre similar en el futuro”, dijo Jay.

Zayne sonrió mientras su rostro se crispaba. “Je, je, ¿me estás haciendo una broma de clase mundial? Jay, definitivamente no tienes que inventar una razón tan absurda para dejar a mi hermana”.

Finn dijo solemnemente: “El Presidente Ares no le está mintiendo”.

Zayne miró a los hombres en el coche que de repente se habían puesto serios. Estos hombres eran las personas más arrogantes de la Capital Imperial. Si no fuera por un gran problema, ellos siempre se verían tranquilos y relajados.

La voz de Zayne comenzó a temblar. “Eres el Príncipe que tiene a Capital Imperial en una mano. ¿Qué es lo que no puedas resolver?”.

Jay dijo: “La anciana que murió en la Villa de Luna Brillante era una vieja jubilada del Chalet de Turmalina. Fue ella quien informó a mi abuelo y llevó a mi madre biológica a ser encerrada en el palacio subterráneo durante tantos años”.

“Cuando saqué a mi madre de ese lugar tiempo des