“Ya estás en una silla de ruedas, Roxie. Escuché que el veneno de tu cuerpo es incurable. Solo eres una moribunda, ¿qué podrías hacernos?”. La Señora Banners miró con rabia a Roxie.

Un agudo rayo de luz brilló en los ojos de Roxie. “Antes de morir, haré que todos ustedes compartan el mismo destino que yo”.

Bebé Robbie mimaba a la Hermana Seis, así que sonrió mientras le preguntaba a Roxie: “¿Cómo quieres que los castigue, Seis? Puedo hacerlo por ti”.

Roxie miró al noble y benévolo Bebé Robbie con una sonrisa.

Ella todavía recordaba que cuando las hermanas de la división de inteligencia militar vieron a Bebé Robbie por primera vez, Monstruo lo llevaba de la mano y caminaba hacia ellas lentamente. El atractivo físico de Bebé Robbie les hizo sentir inmediatamente que era una pena.

Era un niño tan hermoso. Muchas mujeres se habrían enamorado de su cara. En el futuro, seguramente se convertiría en el heredero más destacado de Monstruo y en el más malvado de todos.

Entonces, Monstruo t