Bebé Robbie rompió en llanto. “No dejaré que te conviertas en una lisiada, Hermana Seis. Tenlo por seguro. Haré las maletas y volveremos a la Capital Imperial”.

Debido a la terquedad de Bebé Robbie, a Roxie no le quedó de otra que obedecerlo.

Whitney lo pensó por un momento y dijo: “Si vas a volver a la Capital Imperial, me temo que esos bandidos te seguirán. Así que para garantizar su seguridad, los acompañaré a los dos a casa”.

Sin más, Whitney explicó la situación a los líderes de la academia y pidió tiempo libre para Robbie y las chicas. El grupo subió inmediatamente a un avión para ir de vuelta a la Capital Imperial.

Después de unas horas, llegaron a la Capital Imperial.

Whitney estaba muy emocionada porque por fin había llegado a la ciudad natal de Jens. Estaba a punto de volver a ver a Jens y se sentía feliz y nerviosa a la vez.

Llamaron a un taxi en el aeropuerto. Después de que Robbie y los demás subieran al taxi, Whitney sintió de repente que alguien tenía los ojos pues