Zayne y Josie llevaban mucho tiempo sin verse.

No era que Zayne no quisiera ver a Josie. Era solo que cada vez que él iba a la Cabaña Luna Voladora de Josie, ella se negaba a abrir la puerta.

Al principio, Zayne se sentía bastante orgulloso y enfadado. Sin embargo, después de un tiempo, Zayne comenzó a superarlo. En cualquier caso, él ahora iba a dedicar toda su vida a Josie, así que aunque ella le ignorara, simplemente trabajaría más duro para intentar entrar en su vida de nuevo.

Él se había vuelto muy mente abierta. Se engañaba a sí mismo mientras se consolaba de que cada pareja tenía un método diferente para llevarse bien. Pensó que Josie y él estaban destinados a terminar así, donde ella sería la que haría la persecución en la primera mitad de sus vidas mientras él la perseguiría en la segunda.

Cuando Angeline y el Señor Ares llegaron a la Cabaña Luna Voladora para visitar a Josie, notaron que Zayne sudaba profusamente mientras sostenía unos cartones de leche. Estaba sentado en