― ¡¡Lárgate!! ¡¡Que no oyes!! ¡¡Lárgate, no quiero ver a nadie!! ― gritaba Miranda como loca. Decía entrando a la habitación por lo que él se sentó a su lado... ― ¿Ahora que te hizo Leonardo? ― pregunto Marcos sentándose al lado de Miranda. ― ¡Quiero estar sola! ¿No oíste? ¡Sola quiero estar! ― respondió Miranda furiosa, no quería a nadie en su habitación. ― Calma fiera ¿Qué te hizo Leonardo? ― preguntaba Marcos sonriendo tratando de acariciar la mejilla de Miranda, pero ella le suelta una bofetada. ― ¡Maldita sea! Quiero estar sola ¿No escuchaste? Déjame sola de una maldita vez ― hablo Miranda desesperada pasándose las manos por su cabello. ― ¿Qué te hizo Leonardo porque reaccionas de esa manera? ― preguntaba Marcos haciendo que Miranda aventara su bolsa. ― Quiero matar a Leo Rosas, lo quiero muerto a ella y a Eloísa ― hablo Miranda apretando los puños con furia, sintiendo demasiado odio entre ellos. ― ¿Ya pensaste en como matarlos? ― preguntaba Marcos agarrando su pistola qu
― ¿Por qué no puedes ir a ese concierto? ― preguntaba su amiga Tamara cruzándose de brazos. ― Tengo mis razones, no quiero ir a ese concierto ― respondió Eloísa por lo que agacha la mirada. ― Por favor acompáñame ― dijo Tamara rogando un poco, solo quería que Eloísa estuviera con ella en ese concierto que era tan importante para ella. ― No puedo perdóname ― dijo Eloísa agachando la mirada, no podía encontrarse con Leonardo y soportar su mirada de frialdad y de odio, aunque claramente se lo merecía. ― Anda amiga mira que compre las dos entradas ― dijo Tamara contenta dejando sorprendida a Eloísa. ― ¿Por qué hiciste eso? ― preguntaba un tanto desconcertada. ― Porque quiero que tú me acompañes ándale, no me lo puedes negar ― rogaba Tamara, por lo que Eloísa solo negaba con la cabeza. ― No lo sé ― respondió Eloísa agachando la mirada, tenía miedo de presentarse en ese concierto, pero, por otro lado, tenía miedo de dejar sola a su amiga. ― Mira, si no resistes de estar en ese conci
Por lo que Leo miraba a Eloísa quien estaba llorando al escucharlo ella también lo miraba, puesto que sin decirle nada a su amiga decide huir del lugar queriendo salir del auditorio haciendo que él se quedara viendo firmemente tratando de continuar con el show aunque por dentro él quería ir detrás de ella quien se pierde dentro del auditorio recargándose en la pared resbalándose hasta el suelo pasándose las manos por su cabello que ahora era negro azulado cubriéndose la cara con sus manos para después taparse los oídos para ya no escucharlo más era como si Leonardo la torturara de esa manera haciéndola sentir culpable. Sin embargo, Eloísa lo escuchaba cantar otra canción haciendo que ella llorara amargamente por todo lo que le había hecho sufrir a Leo sin saber que Enrique estaba buscando a su cuñada en cuanto ella se había salido del concierto para saber qué le había pasado para saber el porqué se había alejado de su hermano, puesto que ella solo se quedaba a escuchar la letra que m
― Lo único que siento por ella es resentimiento ― dijo Leonardo agachando la mirada, apoyándose en una mesita que tenía de noche, tratando de pensar si de verdad merecía ser escuchada. ― Tal vez Eloísa tiene algo importante que decirte ― respondió Enrique tratando de convencer a Leo que escuchara aquella mujer que él, tanto, ama. ― Lo siento, pero, aunque tuviera algo importante que decirme, no la escucharé ― dijo Leo decidido. ― Tu orgullo no te deja ver y no te deja pensar ― dijo Enrique negando con la cabeza. ― No insistas no hablaré con ella, ya se terminó la gira, me quiero ir de aquí lo antes posible ― dijo Leo cruzándose de brazos, por lo que Enrique niega con la cabeza. ― No lo se deja hablo con Alberto ― dijo Enrique suspirando pesadamente dejando solo a Leo. Sin embargo, han pasado más de dos semanas, Leonardo estaba furioso al ver que todavía no se había ido a los Ángeles, California, puesto que Enrique busca a Eloísa en su trabajo, ya que le dejo la dirección de dond
― Pero por qué motivo ― respondió su jefe queriendo una explicación, el porqué una de sus mejores secretarias se iba de una manera tan repentina. ― Asuntos personales ― dijo Eloísa sin querer entrar a detalles. ― ¿No puede quedarse? ― respondió el jefe un tanto esperanzado de que ella se quedara, ya que era uno de sus mejores elementos, por lo que ella niega con la cabeza, por lo que él, le da una hoja para que pasara por su liquidación lamentando que su mejor secretaria se fuera del trabajo. Por lo que ella posteriormente fue a su departamento que había alquilado yendo a recoger todas sus maletas preparándolas una por una, mientras que Enrique fue a casa de Logan y Ana, pero al llegar toco la puerta, por lo que ella fue a abrirla. ― ¿Enrique? ― pregunto Ana un tanto desconcertada. ― ¿Puedo pasar? ― pregunto Enrique un tanto confundido. ― Si pasa ― dijo Ana un tanto atónita, pues no pensaba verlo ahí. ― ¿Puedo hablar con Logan? ― pregunto Enrique por lo que Ana niega con la cab
― Vete de mi casa, no quiero saber nada de ti ― dijo Logan de vuelta por lo que él abre la puerta de la casa, quería marcharse sin antes decirle: ― Cuando yo regrese no quiero verte más aquí ― respondió Logan saliendo de la casa dejando a Ana desconsolada. ― No, Logan no me voy a ir, grítame, abrázame y siente como late mi corazón di todo lo que sientes por mí, pero no me dejes ir ― dijo Ana abrazando a Logan, por lo que la alejo más de él subiéndose las escaleras yéndose rumbo a la habitación guardando la ropa de Ana en una bolsa, pero ella al verlo intenta detenerlo. ― No Logan, por favor no ― dijo Ana con la voz quebrada echando la ropa afuera de la casa jalándola del brazo a Ana y la saca de la casa. ― No quiero verte más ― contesto Logan con la voz quebrada cerrándole la puerta en la cara, por lo que ella empezó a tocar desesperadamente. ― Lárgate Ana no quiero volver a verte lárgate y no vuelvas más ― hablo Logan haciendo que ella llorara mientras tocaba la puerta desesperadam
― Yo no tengo nada de que hablar con usted, hágame el favor de retirarse ― dijo Leonardo señalando la puerta haciendo que ella agachara la mirada y se fuera de la oficina, aquello sería difícil al igual que alcanzar su perdón. ― Yo no me voy sin que me escuches ― hablo Eloísa enfrentando a Leo, quien no quería escucharla ni verla. ― ¿Y para qué quieres que te escuche? Ya está claro, ¿No? ― dijo Leo un tanto desconcertado y dolido. ― No está nada claro, no está nada claro las razones por las cuales yo me aleje de ti ― dijo Eloísa agachando la mirada por las cuales Leo se quedó sorprendido. ― Yo no necesito saberlas, me dijiste que no me amabas ¿O qué me dirás que es mentira? ― respondió Leonardo agachando la mirada. ― Tienes que escucharme las cosas, no es como tú lo estás imaginando ― respondió Eloísa sentándose pasándose las manos por su cabello. ― ¿Cómo quieres que te escuche? Tú me dejaste plantado en el altar y te fuiste, lo nuestro es historia Eloísa y yo no hay nada y jamá
Por lo que Leonardo la quiso romper, pero no tenía más remedio más valor para romperla en miles de pedazos dejándola en el buro, por lo que se pasa las manos por su cabello pateando lo que estaba en su paso, ya que él estaba desesperado. Puesto que Leonardo se tapa la cara con sus manos, no sabía qué hacer si ir por Eloísa o simplemente dejarla ir hasta que Enrique entra a la habitación de Leonardo y le dice: ― ¿Dejaras ir a Eloísa? ― preguntaba Enrique haciendo que él agachara la mirada. ― Es lo mejor ― hablo Leo como si no le interesara. ― Por un solo momento deja de ser tan idiota y escucha por primera vez en la vida ― le respondió Enrique gritando no podía creer que Leonardo no escuchara razones. ― ¡¿Y qué quieres que haga?! ― preguntaba Leonardo exaltado. ― Escuchando a Eloísa ¡Dejando de ser tan idiota y de ir por ella! ― hablaba Enrique, furioso quería que Leonardo entrara en razón, aunque fuera difícil. ― Claro por una persona que no me ama ― dijo Leonardo de nueva cuen