Todas las tardes se iban a entrenar al bosque, algunas veces llevaban a los niños, estos empezaron a ejercitarse también, Keyla trataba de aprender más rápido no quería que en el momento de la pelea nadie pudiera sentirse inseguro o exponerse por ella.

El entrenamiento era un poco pesado al principio, pero cuando se convertía en loba como que se sentía salvaje, libre, habían instalado unos muñecos en un campo la cual le hacían qué pensará sus estrategias para atacar.

Elián siempre estaba presente le enseño a conocer las aromas del bosque, con los ojos cerrados, pudo identificar el aroma de los ciervos, los jabalines, el aroma de los humanos era dulce, el aroma de los lobos era acido, el de Elián madera y anís, el aroma que despiden las flores, todo se podía percibir, jamás pensó que fuera posible detectarlo.

Tuvo que enfrentarse con Zoe y Dalila, la primera era una guerrera difícil de vencer porque ella sabía defensa personal, la segunda tenía la misma experiencia que yo, pero después