Por fin la semana había terminado, Elián se había ido con los muchachos al aeropuerto a recoger a los niños, junto con su padre y su madrastra, le costaba trabajo decir mamá, pero muy pronto esperaba poder hacerlo, ella era muy buena, pero madre solo hay una, su tía que ahora siempre andaba acompañada del señor Mongomery, le encantaba ver la felicidad reflejada en el rostro de su tía, nosotras nos habíamos quedado para arreglar todo y darles un buen recibimiento.

Pusimos unas pancartas de bienvenida, una mesa con dulces para todos, una piñata de las que se habían quedado del cumpleaños de los niños, en unos tres meses más sus otros hijos cumplirían 1 año, tanto Zoe y Dalila querían festejarles a sus hijos también ya que habían nacido el mismo día que los suyos, posiblemente hicieran una fiesta para todos, lo verían después de que pasará esta semana, para empezar a organizarse ya que iban a invitar a más gente de lo habitual, tendría que venir la familia de Zoe y la de Dalila.

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