Aquel día fue un infierno, ni siquiera quise salir de la habitación y me toco mandar a ese imbécil guardaespaldas, para que fuera a dejar las cosas de mi pequeña, no quise ir yo, porque al final se que luego no me iba a ir, que odioso es todo esto y solo han pasado un par de horas, es mi primer día sin ella, después de los 2 meses y a menos de 1 semana cumpliremos el mes. Maña iré a buscarla como le prometí, debe estar enojada, que son todos estos pensamientos y emociones que me ahogan, me gustaría tenerla a mi lado para desahogarme pero se que cuando la tenga a mi lado lo último que hare será abrirme y soltar todo lo que me preocupa, de todas formas el hombre es el fuerte o eso eh leído, no esta bien que me desahogue y mucho menos con una niña. Pero y si le empieza a gustar ese idiota? Y si le hace algo? ¡No puedo permitirlo! Se suponía que ella no tenia pareja, me tocara investigarla más.La puerta se abre y me giro a ver quién había interrumpido mis planes, era Estella.
Era un caos, gritos, caídas, regaños, había hasta gente llorando, estaba claro que aquí se perderían muchísimos trabajos, pero la pregunta era ¿Quién era tan idiota para entregar estas contraseñas y enfrentarse a mi furia? Fui a investigar las cámaras después de chequear que el técnico estuviera trabajando de una forma espléndida para arreglar todo esto, el vigilante me mostró todas las grabaciones, pasamos al menos unas 3 horas ahí encerrado y aun faltaban, les pedí que me las enviara cuando el técnico entró alegre informando que el problema había sido solucionado, esta claro que me tocaría darle algún bono extra aun que ese fuera su trabajó, suspire y asentí.Pedí que les informara a los demás y que a la próxima que hubieran errores así, los dejaré a todos sin trabajo. Creo haber echo una amenaza lo suficientemente clara, esto era impresionante, salió de donde el de seguridad mientras ya todos se inclinaban y me saludaban ya tranquilamente. Esto fue un absurdo dolor de cabeza
Salí de aquel cuarto oscuro, mientras gotas de sudor caían por mi frente, todo esto era tedioso, me sacaba los guantes los cuales escurrían gotas de sangre de ellos, fui a darme una ducha y sacarme todo eso de la cabeza, de todas formas ya tenia lo que quería, ya sabía quién era el culpable.Después de la ducha trate de enfocarme en cocinar y preparar cosas ricas para mañana ir a buscar a mi princesa, de todas formas sueño no tenia después de lo sucedido, terminé todo eso como a las 6:30 a.m , fui nuevamente a ducharme para quitarme el sudor y despertar un poco, pero era imposible el sueño se había apoderado ya de mi cuerpo, así que apenas termine de ducharme salí y me dirigí a la cama para acostarme, logrando descansar un rato sin antes poner una alarma, pero no sonó, al contrario me despertó Estella “Cariño despierta tu teléfono a estado sonando desde las 2 de la tarde” recogí mi teléfono sin entender, aún no despertaba del todo, abrí el teléfono y me entró otra llamada, la
La noche paso de la manera más tranquila, estos días que no la tuve a mi lado fueron horribles, estuve siempre alerta pero con ella de esta forma logré relajarme y descansar como correspondía, desperté temprano para poder prepararle el desayuno y verificar que todo lo que tenia planeado para nuestro mes aniversario juntos, fuera especial. Luego regrese al cuarto y vi si seguía durmiendo, en fortuna mía, si seguía durmiendo, saque un pequeño chupete y se lo puse, me recosté nuevamente para luego acomodarla encima de mi pecho, empecé a acariciarle el pelo, susurrarle cosas lindas, depositar besos suaves en su cabeza, todo esto era un sueño, extrañaba su compañía, no paso mucho para que empezaba moverse y abrir esos hermosos ojos mirando extrañada a su alrededor. “p-papa?” fue lo que pronunció, se le vendría un castigo aún que no quisiera, las reglas que puse fueron claras y que las allá desobedecido no me gustaba. Le di un beso en la frente y me senté, trataba de controlarme pero era c
"1..." splash, mi mano golpeaba su nalga, "2...", splash, segunda nalgada y así la cuenta continuaba, ya a la 4, la nalga de mi pequeña estaba roja y la verdad no quería seguir, pero solo quedaba una, aún que sus sollozos ya eran suficientemente fuertes para ser oídos dentro de la habitación. "Princesa, la última si?" la vi asentir, esto era una espada de doble filo, sabia que debía continuar su castigo, pero su obediencia y lo blando que había dejado mi corazón, hacían que quisiera parar, suspire y di la última nalgada que quedaba, la levante le subí su ropa y la senté en mi regazo para abrazarla "No más, okey? de aquí en adelante seras una niña buena" asintió mientras que yo me relajaba, alcance el plato de comida, le empece a dar la comida en la boca, esperaba a que tragara y le volvía a dar otra cucharada mientras me ponía a pensar, en que? pues en su actitud, me encanta, pero empiezo a preocuparme, la trato como una hija cuando es mi pareja, jamás tendría hijos, no er
Después de un buen rato de charla con mi amigo, tomamos tragos, muchos. Tanto que ambos terminamos durmiendo en mi Oficina, cuando desperté me acordé que había dejado a mi pequeña toda la tarde noche sola, salí de mi despacho, con una resaca horrible, fui directo a la cocina para tomar un vaso de agua y unas píldoras para mi cabeza pero al estar pasando por la Sala no vi a mi pequeña por ningún lado, pense que estaria en su cuarto, por lo tanto no me preocupe y me enfoque en buscar primero las aspirinas. El efecto surgiria despues de dormir o podria esperar un rato largo, aprox 2 horas, asi que procedi a subir las escaleras, diriguiendome de inmediato al cuarto de mi niña, para pillar que no estaba ahi. Sin alertarme, cerre la puerta y ahora camine en direccion a mi habitación, donde..... sorpresivamente tampoco estaba. Deberia estar tranquilo, posiblemente solo estuviese escondiendose como siempre y aun falta demasiado para empezar la sorpresa. "Pequeña! Pequeña! tu biberon esta lis
Suspire y trate de mantener la calma de todas maneras, alguna razón lógica tuvo que haber habido para que ella empezará de esa manera o simplemente fue un berrinche que cualquier niño chico hace cuando algo no le gusta, así que la abrace, levantando su mentón así mi dirección para que sus bellos ojos chocarán con los míos. "Princesa, no corresponde que andes llorando después de pórtate mal, si algo no te gusto, simplemente tienes que decírmelo y arreglamos el problema, entiendes?" dicho esto, empecé a limpiar le sus ojos y hacerle masajitos en el pelo mientras su respiración se iba regulando.Empezó a jugueter con sus manos mientras que su mirada era dirigida a cualquier lugar de la habitación menos a mis ojos, la volvi a traer a mis ojos, moviendo su mentón. "Me puedes decir, que sucedió?" Sentí como trago saliva y empezaba a murmurar, gracias a ello me tocó acercarme y pegar mi oreja a su boca para comprender lo que sus pequeños labios pronunciaban. "Escuche lo que conversaste con
Después de ese largo día, ya no quedaba más, ya porfin nos iríamos a la casa a descansar, termine agotado de tantas vueltas de un lado a otro, mi pequeña a diferencia de mi, no aguanto más y se desplomó en mis brazos cayendo en un cálido sueño, ambos estabamos desgastados, el camino fue largo pero lo suficientemente cómodo para dormir mientras mi conductor nos llevaba, pero a mitad de camino un movimiento abrupto hizo que me exaltara despertando de una. En un abrir y cerrar de ojos, ahí estaba yo, golpeando la ventana de mi conductor preguntando que tuviera más cuidado. Escuché un "Disculpe señor, vuelva a dormir" Y eso haría, me disponía a volver a dormir cuando accidentalmente mire hacia afuera y no era parte de mi territorio, no estábamos allí, todo ello era desconocido, trate de buscar mi teléfono y bingo! lo encontré mande mensaje a mi guardaespaldas pero no lograba mandar la ubicación a causa, algo lo impedía y no lograba saber en donde estaba, mande la ubicación par