Solo a ella le daba placer que me regañaran yo la miraba con coraje odiaba la forma de ser de ella aún no entendía el coraje que tenía conmigo.

—   Terminas con ese muchacho o no tienes tu fiesta de XV años tú decides ¡tienes hasta mañana para terminar con él! — refuta mi madre enojada mientras que Jeanette se va detrás de su madre.

Yo aventaba mi libro con fuerza detestaba que mi hermana me hiciera la vida imposible. Al día siguiente trate de salir rápido de la casa no quería escuchar a mi madre de nuevo y sobre todo a mi hermana, pero la suerte no estaba de mi lado para mi mala suerte ellas dos estaban en el comedor estaba por salir de la casa, pero escucho a mi madre diciendo:

—   ¡Espero termines tu relación con Raphael! ¿Te queda claro? — me grita mi madre enojada aún estaba enojada por tener novio especialmente de él.

No le dije nada solamente la ignore por lo que tome una manzana, pero Jeanette tenía que abrir su boca escupiendo veneno.

—   Hay, la niña está triste se quedará sin fiesta y sin novio — me dijo mi hermana en un tono de burla haciendo que yo le gritara.

—   ¡Cállate Jeanette no es mi culpa que nadie quiera ser tu amigo o tu novio! — le respondí furiosa ella me fastidiaba por querer echar solamente veneno y no dejar ser feliz a los demás.

—   Bueno, se dan cuenta de que tengo más clase que ellos — me contesta ella queriéndose hacer la interesante y la mejor en todo solo por tener dinero.

—   ¿Clase? ¿Para ti el dinero es lo único, verdad? Nunca te das cuenta de los sentimientos de las personas si los lastimas o no, ¡No te importa nada! — gritaba enfurecida, pero ella lejos de sentirse mal se empieza a burlar de mí.

—   ¿Y, con eso se come querida? — inquirió ella de forma burlona.

Estaba por gritarle más, pero mi madre nos calló a las dos.

—   ¡A callar las dos no permitiré sus berrinches! — suelta un pequeño golpe en la mesa por lo que solo le dije:

—   Me tengo que ir — le dije rápidamente sin siquiera despedirme.

Me fui caminando por las calles de España tomé un camino más largo quería pensar sobre lo que había pasado, pero mi cabeza estaba hecha un caos no quería dejar a Raphael lo quería demasiado como para terminar con él, sabía que era un amor de niños, pero yo no lo veía así esto era más profundo.

Una vez que llegué a la escuela quería hablar con él a quien lo vi parado en la puerta como siempre esperando mi llegada Raphael me ve feliz y fue hacia mí dándome un beso en la mejilla.

—   Hola — me saluda Raphael tiernamente.

—   Hola — lo saludé de la misma manera, pero él me miraba detenidamente.

—¿Pasa algo? Te noto triste — me dijo Raphael mirándome fijamente yo le quería contar sobre lo sucedido, pero miré sus ojos y decidí no decirle nada y callarme esto que me estaba pasando.

No quería decirle nada para no entristecerlo no quería que él pasara un mal momento por mi culpa decidiendo callar por el bien de los dos.

—   Es que tuve un mal sueño — mentí ojalá que todo esto fuera un mal sueño.

Pero Raphael me agarra de los hombros y me da un beso en la frente haciéndome sentir segura.

—   No te aflijas es un mal sueño no volverá a ocurrirte — me sonríe Raphael haciéndome sentir bien entramos abrazados a la escuela.

Pasan las horas que para mí se hicieron eternas, pero para él no él quería salir adelante por todos los medios lo admiraba por eso lo amaba por eso salimos de la escuela y mi novio tenía que ver a su mamá quien estaba muy enferma.

—   Aline tengo que pasar a ver a mi mamá ¿Nos vemos mañana? — me dijo Raphael sonriendo un poco.

—   Si me parece bien — le respondí sonriendo.

Nos dimos un abrazo y me fui a mis clases de baile donde estaba mi mamá y la pesada de mi hermana Jeanette.

—   Raro que vienes sola — me dijo mi hermana en tono de sarcasmo.

Decidí ignorarla no quise discutir más porque mi mamá venía hacia nosotras.

—   ¿Terminaste con este muchacho? — me pregunta mi madre intrigada quien esperaba una respuesta mía.

Pero no me quedo de otra más que mentirle a mi madre sabía que jamás aceptaría a Raphael, sin embargo, mi hermana me veía raro mientras que mi madre se iba a ver los detalles de la fiesta.

—   ¿De verdad terminaste con Raphael? — preguntaba mi hermana ilusionada aún tenía la esperanza de que mi novio se fijara en ella.

—   Eso es algo que no te importa — le conteste bruscamente dejando sola a mi hermana.

Los días pasaron Raphael tuvo que ir al hospital a despedirse de su madre quien estaba muy enferma se deprimió tanto que ni siquiera quería entrar a la escuela por lo que se queda sentado en el árbol que estaba en un parte era increíble que a la edad de 16 años él perdiera a la mujer más importante de su vida que era su madre veía el cielo no quería entrar a la escuela se sentía desbastado por mi parte yo lo esperaba en la escuela, pero él no aparecía por ningún lado comenzándome a preocupar por él.

—   ¿Dónde estás Raphael? — me preguntaba a mi misma al ver que no aparecía en ninguna parte. — ¿Y si me voy a buscarlo? — pensaba en escaparme.

Y así lo hice me escapé de la escuela y decidí buscarlo en un parque en cada esquina hasta encontrarlo pasaban las horas y me estaba comenzando a cansar, pero quería seguir buscándolo por lo que me acomode la falda para sentarme poniendo mi mochila en mis piernas mientras que sacaba mi botella de agua descansando un poco para seguir buscando a Raphael. Aún no entendía el ´por qué él había faltado a la escuela que fue lo que lo orillo a tomar esa decisión