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soñando una vida juntos

Pasaron los días a decir verdad muy lentamente no había visto a Raphael durante varios días apenas nos hablábamos dado por los estudios y él por su trabajo, pero aun así seguíamos pensando el uno por el otro siempre mostrándome su amor un día al fin nos pudimos ver en un parque cercano después de varios días lo había extrañado tanto que me había parecido una eternidad al llegar él me abraza con tanto cariño que me dice:

Te extrañe Aline — me dijo Raphael mientras me tenía aún abrazada.

Igual yo — le sonreí a mi novio con ternura y le di un beso en los labios.

Ya verás que nos irá muy bien amor — me dijo Raphael sonriendo con esperanza yo también esperaba lo mismo tenía la certeza que nos iba a ir muy bien.

Confió en eso, amor — le dije sonriendo tiernamente.

Sonreí mientras que él me besaba la mano nos fuimos a comer pasamos un día agradable horas después Raphael me deja en la casa sin antes despedirnos de un beso entre y vi a mi madre con un señor de 30 años aproximadamente yo dudosamente me acerqué a mi madre.

Qué bueno que llegas ven hija — me dijo mi madre sonriendo yo dudosamente me acercaba, pero mi madre me vuelve a hablar. — Hija ven — me dijo mi madre muy animada.

¿Y el quién es madre? — le pregunte a mi madre arqueando una ceja quería saber quién era aquel tipo con el cual mi madre hablaba tan animadamente.

Es un amigo de la familia ven te presentaré — me responde mi madre agarrando mi mano llevándome hacia él y sentándome al lado de él lo cual era algo incómodo para mí. — Aline él es Ulises de la Barrera.

Me extiende su mano Ulises presentándose amablemente.

Un gusto conocerte — me dijo Ulises sonriendo mientras besaba mi mano, pero yo la retire apresuradamente causando el enojo de mi madre.

Perdona a mí a mi hija es algo tímida — responde mi madre viéndome con enojo

Oh no se preocupe tiene usted una hermosa hija — contesta Ulises sonriendo.

Pero yo no me sentía cómoda con Ulises, sin embargo, notaba que mi hermana miraba de una manera muy coqueta al chico que mi madre había invitado era de esperarse ella jamás pierde el tiempo, ya que le había parecido muy apuesto yo totalmente fastidiada me subí a mi cuarto dejando mi bolsa pensando quien era aquel chico.

Por otro lado, mi madre se queda hablando con Ulises quien le decía que era multimillonario por así decirlo tenía casas en España como Linares dónde ahora vivía Galicia Barcelona Posteriormente en Inglaterra Nueva York y por supuesto en México mi madre se sorprendía tanto de aquel tipo quien era exageradamente rico.

Me imagino que ah de conocer muchas partes del mundo — responde mi madre maravillada.

Así es bella dama — responde Ulises caballerosamente.

Ahora dime ¿De qué trabajas? — pregunta mi madre con mucha curiosidad.

Tengo empresas de autos soy el dueño por supuesto — responde Ulises orgulloso y con mucha presunción.

Mi madre sonreía se imaginaba a Ulises casarse conmigo que para ella era un buen partido para mí o al menos eso pensaba, ya que nosotras estábamos en la quiebra era por eso que yo trabajaba medio día ella tenía la esperanza de casarme con él solo esperaba que mi madre no se le ocurriera querer casarme con Ulises…

Sonreía mientras hablaba con Ulises, sin embargo, Jeanette se daba cuenta de que él la miraba coquetamente los se echaban miradas horas más tarde mi hermana le da un beso en la mejilla a ese chico mientras que él le susurraba en el oído.

Espero volver a verte — dijo Ulises con voz seductora.

Ten por seguro que así será — responde mi hermana de la misma manera.

Mi madre veía con enojo como mi hermana le coqueteaba a Ulises tomando la decisión de regañarme.

—   ¡Que sea la última vez que andas coqueteando con Ulises! — la regaño severamente mi madre.

—   Hay mamá no empieces — respondió Jeanette rodando los ojos.

—   Entiende que él puede ser nuestra salvación — responde mi madre trayendo un plan entre manos.

—   ¿Salvación de qué? — pregunta Jeanette confundida.

—   Ya lo verás Jeanette... — sin decir más empieza a subir las escaleras y me ve leyendo un libro que Raphael me había regalado.

—   Aline mañana vamos a comer con Ulises — me dijo mi madre como si nada era obvio ella traía algo entre manos.

—   ¿Pero lo conoces mamá? — pregunte confundida, ya que jamás lo había visto en mi vida.

—   Con que lo conozca yo es suficiente así que mañana llegas temprano me entiendes — me sentencia mi madre no tenía de otra más que asistir a su comida con ese tipo.

Por otro lado, Raphael fue a la joyería a ver un anillo de compromiso para mí él lo veía y estaba seguro de que me iba a gustar ese anillo más un collar que él estaba pagando a plazos desde hace tiempo yo no sabía absolutamente nada de lo que mi novio planeaba hacer eso era una sorpresa para mí la más bella sorpresa que podían darme.

—   Estoy segura de que le gustará esto — murmuraba Raphael sonriendo se fue a su casa al llegar ve la foto de su madre que había fallecido colgada en la pared. — Sé que estarás feliz por esto que estoy a punto de hacer — susurraba Raphael viendo la foto de su madre.

Sin embargo, mi hermana a escondidas de su madre ve a Ulises quien la había citado en un restaurante discreto.

—   Hola hermosa — dijo Ulises de una manera muy seductora.

—   Hola — responde mi hermana de la misma manera.

Ulises toma de la mano a Jeanette y la ayuda a subirse al carro ambos querían estar un poco más a solas mientras que mi madre pensaba seriamente en casarme con Ulises lo veía muy buen partido solo pensaba egoístamente sin pensar en el daño que pudiera ocasionarme solo para hacer más grande su fortuna para así salir de la ruina en la cual estábamos metidas.

Sin embargo, mi novio planeaba todo con detalle cómo iba a hacer mi pedida de mano él suponía que al fin nos iba a dejar casarse o al menos eso creía... Se sienta en el sillón a punto de leer un libro cuando el teléfono empieza a sonar.

—   ¿Hola? — pregunta Raphael confundido.  

—   Hola ¿Raphael tienes la noche libre? — pregunta Leonardo al otro lado de la línea.

—   Si la tengo libre — respondió Raphael viendo que no tenía tantas cosas que hacer.

—   Perfecto por qué iremos a un bar — contesta Leonardo contento.

—   Pero tengo la universidad — dijo Raphael con un tono de preocupación, ya que él no se quería desvelar.

—   No será mucho tiempo anda vamos — respondió Leonardo convenciendo a su amigo para que fueran juntos al bar.

—   Está bien nos vemos en la noche — dijo Raphael aceptando la invitación del quién fue su mejor amigo en la niñez.

Por otra parte, tuve que ir con mi madre a comer con el pesado de Ulises quien me caía mal por ser antipático y prepotente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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