Nuestras miradas se encuentra y se detiene en el umbral de la misma, sus ojos descienden por mi cuerpo mirándome detalladamente, la forma despectiva en la que me observa me incomoda, escucho las palabras de mi mama al otro lado del teléfono, pero no estoy prestándole a ninguna atención, porque venga tener a Zero Evans delante de ti, sin camisa con sus músculos ligeramente tensos y esa mirada intimidante en esos preciosos ojos de diferentes colores, es algo que sencillamente te deja en otro mundo.

Sus preciosos ojos vuelven a fijarse en los míos y sonríe de lado, echa andar y pasa junto a mi ignorándome una vez más, como si el supiera algo de mí que yo no sé y que se le antoja increíblemente divertido, en serio este chico me confunde mucho, suspiro sonoramente y trato de regresar a la realidad, porque debo ser honesta, Zero Evans hace que me desconecte y no solo porque es exactamente igual a mi amor platónico, sino que su jodido aspecto se me antoja incluso mucho más sexy de lo que su