Diana baja con prisa y se dirige a la puerta para salir, cuando estaba por llegar Alina se interpone en su camino, algo que molesto un poco a Diana. —¿A dónde vas con tanta prisa Diana?... si sigues así podrías lastimarte — dice un tanto preocupada Alina. Diana frunce el ceño, hasta ahora había sido paciente con la extraña actitud de Alina, pero no puede evitar confrontarla —¡¿Por qué actúa así conmigo?!... ¡No creo que le agrade, así que dígame por qué actúa así! Alina entonces deja escapar un profundo suspiro, incluso Ernesto se hace presente—Diana no necesitas seguir ocultando tu embarazo, ya lo sabemos todo— declaro con una sonrisa amistosa Alina. Diana quedó en silencio por un segundo, estaba tan sorprendida de que los padres de Enzo sepan de su embarazo que se preguntaba. ¿Cómo es que lo sabían?, y sobre todo porque hablan como si no supieran lo que paso. —¡¿Quién le dijo de mi Embarazo!? — pregunta ella con ojos ansiosos y llenos de amargura. —No sé si sea correcto decir
Diana pronto llegó al enorme edificio, no tuvo problemas al entrar, ya los de recepción la conocían, por lo que no dudaron al dejarla subir a ver a Enzo.Después de todo es Esposa de su temible CEO.Una vez que Diana llego al piso correcto camino por el largo pasillo con el corazón pesado y cuando estaba por llegar a la oficina la secretaria de Enzo se encontró con ella en el camino.—Señora Lombardí, buen día. ¿En qué puedo ayudarla?— dice amablemente la secretaria.—Vengo a ver a mi Esposo.—Lamento decirle que no puede entrar, el Sr. Lombardí está ocupado, no sería mejor venir después — explicó la secretaria algo nerviosa, causando curiosidad en Diana. ¿Acaso le está ocultando algo?—No puedo venir después, necesito ver a mi Esposo ahora, no te preocupes, yo me haré responsable de lo que vaya a pasar— dice con firmeza DianaLa expresión de la secretaria pasa de ser amable a una rígida— Señora Lombardí, el señor necesita cerrar un contrato importante ahora así que no es momento para
“¡¿Por qué me hiciste esto Enzo?! ¡Me dijiste que me amabas! ¡Si iba a terminar así por qué me hiciste amarte!”, el gritó interno de Diana, reflejaba la frustración que sentía.Una sensación de tristeza y decepción inundó su pecho y Diana tuvo que taparse la boca con fuerza para contenerse de gritar a todo pulmón. Sin embargo, no pudo evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos como un rio desbordante.Cada palabra que Enzo dijo eran como dagas afiladas que se clavaban lentamente en su corazón. Diana sentía un dolor tan enorme que no podía describirlo en palabras y lo único que podía hacer en ese instante era llorar en silencio nuevamente.Cuando Fabricio la decepciono, Diana también lloro, pero por qué duele más esta vez, tal vez amo más a Enzo de lo que imaginaba.Diana sentada frente al lago recuerda algunos momentos cuando ella y Enzo paseaban agarrados de la mano frente al lago de la villa, y recordar eso la entristecieron aún más.Diana no solo tenía tristeza en su corazón, sino
—¡Señor... señor! ¡Señor, no puede entrar así! —el grito insistente de la secretaria se escuchó afuera de la oficina de Enzo.Pronto la puerta se abre de golpe y Alessandro entra enfurecido con una mirada cortante en el rostro. Después de haberlo pensado toda la noche, Alessandro no pudo evitar encarar a Enzo sobre el daño que le hizo a Diana.Se detuvo justo en frente de Enzo y lo miro a los ojos con ira.Enzo frunció el ceño —¡¿Qué cree que hace Sr. Boscan?!... tengo entendido que no hay ninguna cita pendiente en mi agenda que lo coloque a usted aquí —siseo Enzo —No puedo creer lo cínico que eres, estás tan tranquilo después de lo que le hiciste a Diana... eres un despreciable bastado —hablo desafiante Alessandro.—¿A quién llamas bastardo?... ten cuidado con tus palabras Boscán, sé más racional con tus acciones.—¿Racional?... ¡Qué descarado eres, después de haber engañado a Diana me hablas de racionalidad!— perplejo, grita Alessandro.—Sr. Boscán no creo que sea Indicado que me ll
En la Villa Boscán.Entrando en la habitación, Alessandro miro a su alrededor buscando a Diana que no estaba a la vista.Pronto sus ojos se enfocaron en la pequeña cabeza que sobresalía al otro lado de la cama, Alessandro se acercó lentamente y ve a Diana que estaba sentada en el suelo mientras observaba por la ventana.—Escuche que no quieres comer... aún sigues deprimida por lo sucedido con Enzo.—¡No hables de él!... Ha pasado una semana ya desde ese día, así que quiero olvidarlo— dice con voz fría.—Diana por favor solo come algo, tuviste una cirugía unas semanas atrás, tu cuerpo aún no estaba completamente bien.—Alessandro, por favor solo déjame sola, sé que te preocupas por mí, pero ahora no me siento bien...—De acuerdo, pero come al menos algo —le pide casi suplicando Alessandro.Cuando Alessandro sale de la habitación, otra vez, Diana se dejó inundar por el dolor, y los recuerdos vividos con Enzo llegaban a su mente, se martirizaba por haber sido tan ingenua.Diana miró el p
HORAS ANTES—Señorita, no cree que es muy tarde para que salga.Diana que se estaba colocando su abrigo miro a Martha —Solo saldré a tomar aire fresco, no tienes por qué preocuparte Martha —dice Diana con una sonrisa.Martha no lo pensó mucho cuando Diana decidió salir, después de todo solo daría un paseo por el jardín, pero lo que no sabía Martha era que Diana hablaba de salir fuera de la Villa.Diana quería solo tomarse un tiempo a solas, quizás si salía podía de no tener más pensamientos tristes.No obstante, Diana piensa que es mejor vivir sola y se proyectó un futuro para ella misma, así que planteo en acostumbrarse a su soledad.Mientras se acercaba a la calle principal saco su celular y vio la hora que marcaban las cinco de la tarde, fue en ese momento que una gran sombra se asomó delante de ella.Cuándo levantó la mirada sus ojos se abrieron con sorpresa, era un hombre vestido en traje, no solo era uno quien se interponía en su paso si no eran más de seis personas que pronto se
El silencio finalmente volvió a instalarse en la habitación. Su perfil lateral era tan duro y rígido como una estatua.Diana se sintió absolutamente asfixiada, pero no se atrevió a hablar más. Se obligó a sí misma a sentarse paciente y tranquilamente allí en la cama.Fue en ese instante que Diana recordó a Alessandro, si él no llega a saber de ella se preocupará demasiado.—Fabricio... sé más racional... no puedes retenerme.Fabricio al escucharla frunce el ceño y vuelve a tomar a Diana por la barbilla, pero estaba vez de manera brusca.La barbilla de Diana palpitó con un dolor inesperado, el aura dominante de Enzo la inundó.Sin darle a Diana ninguna oportunidad de luchar, el fuerte cuerpo de Fabricio la sujetó firmemente contra la cama, Sus manos aumentaron la presión, lo que provocó que Diana, que cerraba los labios con tanta fuerza como podía, jadeara de dolor. Ella de mala gana había abierto los labios.—Enzo... me estás... lastimando.La diferencia en su fuerza era demasiado gran
Diana miró con desagrado el vestido de novias frente a ella, para no ser observada por las cámaras se metió al guardarropa para cambiarse, no obstante dio muchas vueltas por el lugar, no quería ponerse aquel vestido.Era un tipo de vestido que nunca en su vida quería volver a usar nuevamente, además Diana al alzar el vestido frente a sus ojos cambia de expresión, era una de desagrado, porque el vestido mostraba mucha piel.¿Qué es lo que planea Fabricio para hacerla usar aquel vestido?¿Acaso él planea forzarla a casarse de nuevo con él?Pero Diana aún sigue legalmente casada con Enzo, pero eso no parece detener a Fabricio de hacerlo.Diana, de solo pensarlo la hace hervir la sangre, agarro el vestido tratando de desgarrarlo con sus propias manos, pero fue en ese momento que la mujer encargada de ayudarla, hablo con prisa y la detuvo.—No lo haga, señorita… solo enfurecerá al señor si lo hace, incluso ordenará otro vestido mucho más revelador de lo que tiene en la mano y la forzará a