Harvey sonrió. Dio una palmada y Rachel sacó un exquisito bolso.

Tiró de la cremallera del bolso, agitó su mano y sacudió el bolso, esparciendo certificados inmobiliarios por todas partes.

“Soy la única propietaria del inmueble de la primera fase del nuevo distrito”.

“¡Vine aquí hoy para devolver cada una de ellas!”.

La multitud estaba desconcertada…

Cada uno de los certificados de propiedad valía 1,5 millones de dólares, a juzgar por el precio actual del mercado.

Cien de ellos serían ciento cincuenta millones de dólares...

La multitud no podía decir una sola palabra.

Antes, Joseph vendió y regaló todas las propiedades de la primera fase a los jóvenes amos y príncipes de Wolsing.

Anoche, Harvey hizo la llamada para comprar cada una de las propiedades por el doble de precio. Con la ayuda de Sienna, los jóvenes amos y príncipes cooperaron bastante. Terminaron todo el procedimiento en cuestión de minutos.

Así, todas las propiedades de la primera fase quedaron a nombre de Harvey.