El rostro de Wilbur Lee se ensombreció al instante antes de fulminar a Harvey York con la mirada.

“¡¿Estás cuestionando mi juicio, Harvey?!”.

Kori John también mostraba una mirada desdeñosa.

“¡¿Cómo te atreves a preguntarle eso al Examinador Lee?!”.

“¡Sigue siendo un discípulo externo de la sede de Flutwell de Longmen, sin importar qué!”.

“¡Sus conocimientos de artes marciales son excelentes! ¡Te quedarás perplejo si es él quien escribe las preguntas!”.

Kori estaba muy decepcionada con Harvey.

No solo creía que Harvey era pobre e impotente, ¡sino que además no admitía que hizo trampa! ¡Un hombre como él no era digno de ser su halagador!

Wilbur miró a Harvey con frialdad antes de soltar una risita.

Obviamente, ya esperaba que esto sucediera mientras planeaba aplastar a su supuesto rival.

“Ya que dijiste que eres realmente capaz...”.

“¡Entonces, te daré la oportunidad de demostrarlo!”.

Sacó un pedazo de papel, lo puso sobre la mesa y escribió tres preguntas que él mismo había