“¡Por supuesto! ¡Por supuesto!”.

Fisher Benett asintió rápidamente.

“¡Eres un verdadero genio de las artes marciales, Harvey York! ¡Eres alguien raro de ver!”.

“¿Cuentan entonces mis notas en los exámenes?”, preguntó Harvey tranquilamente.

“¡Sí! ¡Por supuesto! ¡Eres el mejor del examen!”.

Fisher avanzó con ardiente pasión en los ojos. ¡Con un genio como Harvey, la Cumbre de Longmen sería sin duda emocionante!

“¡Eres el orgullo de todas las artes marciales del País H! ¡Un talento de primera, sin duda!”.

“¡De ahora en adelante, puedes pedirme ayuda si necesitas algo!”.

“¡Haré todo lo que esté en mi alcance para ayudarte si se trata de algo que esté dentro de mi jurisdicción!”.

La formalidad de Fisher fue sustituida por completo por la pasión y la calidez.

“¡No es necesario las formalidades entre nosotros, Harvey!”.

“¡Solo trátame como a uno de los tuyos!”.

Todos los demás expertos también elogiaban a Harvey.

Todos sabían que un hombre como Harvey pasaría fácilmente a las eli