“Arrodíllate y súplica por eso”, respondió Harvey, tranquilo.

"Si lo haces, te daré la oportunidad de salvarlos".

'¡¿Arrodillarme?!'.

'¡¿Suplicar?!'.

Todos estaban sorprendidos al escuchar esas palabras. Incluso Fabian, Morgan y los demás, que estaban desayunando con Harvey, no pudieron evitar quedarse boquiabiertos.

'¡¿Qué está sucediendo?!'.

'¡¿Acaba de decir que quiere que la cuarta princesa se arrodille?!'.

Durante mucho tiempo, El Imperio fue el país más fuerte de todos.

Aunque la cuarta sucesora del trono tal vez no tenía ninguna posibilidad de sentarse en el trono, su estatus seguía siendo inmensamente poderoso.

Cuando la cuarta princesa viajaba en nombre de El Imperio, seguía siendo tratada como la líder de una nación.

Los ciudadanos e incluso la realeza le presentaban sus respetos.

Algunos incluso escribían un discurso entero un mes antes, solo para decir unas palabras delante de ella.

Todos estarían aterrorizados de ofender a la cuarta princesa y a El Imperio.

Si