"¡Discúlpate! ¡Y luego paga la deuda!", dijo Leyton Luv mientras apretaba los dientes.

¿Cómo iba Finn Yates a estar dispuesto a hacer eso?

Después de todo, él era el tercero al mando de la Comisaría de Buckwood. Sería demasiado vergonzoso para él inclinarse y disculparse ante esos simples proveedores.

En ese momento, la Abuela Yates se adelantó con el ceño fruncido.

"Finn, habrá grandes problemas si no resuelves los pequeños. ¡Ve y discúlpate ahora mismo!".

"¡Ben, saca todo de nuestras cuentas y paga las deudas inmediatamente!".

Finn y Ben Yates no estaban dispuestos a hacer lo dicho en absoluto.

Pero la expresión de la Abuela Yates en ese momento era tan fría como el hielo. Así que, no tuvieron más remedio que hacerlo.

Finalmente, Finn apretó los dientes y se inclinó para disculparse ante los proveedores.

Ben, por su parte, fue a sacar miles de dólares de la cuenta bancaria de la familia Yates. Incluso tuvieron que hipotecar algunos de sus coches para conseguir un millón quin