Finalmente, los pequeños y medianos accionistas acordaron darle a la familia Yates unos días para recaudar fondos después de que la familia se quedara sin dinero.

Como resultado, la familia Yates tenía que pagar una gran cantidad de daños liquidados ya que solo se les dio unos días de tiempo. La cantidad total que debían pagar era de siete millones y ochocientos mil dólares.

Aunque la familia Yates tenía la cabeza entumecida en ese momento, ellos aceptaron el precio para resolver la crisis que tenían ante sus ojos.

Cuando los pequeños y medianos accionistas se marcharon, la familia Yates se quedó en absoluto silencio.

Gruesas gotas de sudor frío empapaban sus frentes y sus expresiones eran totalmente horribles.

Justo cuando todos pensaban que todo había terminado, una docena de camionetas se detuvieron repentinamente afuera de la casa.

Poco después, un grupo de mafiosos de aspecto pícaro se apresuraron a entrar.

Ellos eran los proveedores del material de construcción.

Los mafio