—¿Has escuchado de ella? Se dice que es la mujer más hermosa, una de las personas más estilizadas y glamurosas de toda la sociedad
—Escuche incluso que las celebridades la adoran
—Yo escuché que ella y su prometido, son las personas más cotizadas y que su padre la adora tanto, pues ella es tan parecida a su madre, no puedo creer que, en nuestra generación, haya alguien como ella
—Ay, por favor no es para tanto, es solo una mujer más, además considero que no es tan linda, solo hablaba de ella de esa manera porque es la prometida del gran Jonas Crawford, no es por más…
—¿Cómo puedes decir cosas como esas? La señorita Gray se ha ganado su puesto en la alta sociedad, con su carisma, su belleza y sobre todo por su excelente representación de la alta sociedad, ella es catalogada como un ángel entre nosotros
—He escuchado que la llaman el lirio de la alta sociedad, pues es sutil, elegante y hermosa como la flor
Las palabras se buscaban en todos los lugares, todos hablaban de la mujer que ni siquiera estaba presente, aquella que había faltado por una pequeña condición médica
Por lo menos eso habían llegado a comentar en todos los lugares, mientras el hombre sentado en un costado, justo a su mejor amigo
Solo hacía una mueca y se mostraba cansado de la manera en la que hablaban de aquella, pues a sus ojos no era más que una niña mimada y terriblemente aburrida
Una que, de solo escucharla, le daba una terrible jaqueca
—¿Por qué parces de mal humor? ¿Estás preocupado por Isobel? No tienes que hacerlo, ella solo está un poco resfriada, no es de cuidado…
El hombre a su lado, su amigo le sonrió con comprensión, mientras su mirada se desvió a una hermosa chica a su costado
El gran amor de su vida, aquella, que sería no más que la mujer que vería, hasta que ella se cansara de la situación, o por lo menos hasta que decidieran que eso de ser amante
Sobre todo, completamente a escondidas no era la mejor opción para los dos
—No tengo nada, solo estoy un poco cansado, además Isobel, no me preocupa, ella estará bien, siempre lo está, no entiendo por qué es el tema de conversación para todos los presentes
—¿Cómo que por qué? Jonas, tu prometida, es nada más y nada menos que Isobel Gray, la amada hija de la familia Gray, la complaciente, sonriente y amable, es lo que todo hombre busca, una mujer sumisa que pueda darte la vida que te mereces
Jonas observo a su amigo, era justamente por ello que detestaba a su prometida, ella era tan plana, tan terriblemente complaciente y amable
Lo odiaba, lo hacía como nada en el mundo, tanto así que solía evitar estar con ella a solas, pues sentía un aburrimiento tan tenaz
que era comprensible que considerara estar en una biblioteca que con aquella mujer o incluso con su padre, quien no hacía más que hablar de negocios
pero ella, ella era todo lo que Jonas tanto detestaba en una mujer, pero estaba atado, atado a esa mujer por culpa de su familia y lo odiaba, lo odiaba como a nada en el mundo
pues él quería estar con ella, su amada amante Megan Hill, aquella que despertaba todo aquello que tenía en su interior y lastimosamente no podía ser más que eso
una amante, pues si deseaba heredar el magnífico imperio que poseía su familia, por encima de su hermano bastardo, bien había dicho su madre, tendría que casarse con aquella horrible y aburrida chica
—Cierto, tengo a la mejor prometida del mundo
—No hagas eso…
—¿Qué estoy haciendo? No he hecho nada, solo te he dado la razón
—Y eso es lo que me molesta, lo haces por el simple hecho de que deseas quedar bien conmigo, sé muy bien que tú no estás enamorado de Isobel, y que estás loco por Megan Hill, pero ya te lo dije amigo, esa chica no te conviene, además…
—No te atrevas a hablar mal de Megan, ella es más mujer de lo que fue y será jamás Isobel Gray, así que ahórrame el teatro
Irvin, el mejor amigo de Jonas, aquel que lo conocía desde la infancia, noto como aquel se levantaba de su asiento y caminaba hacia la salida
No sin notar como Megan salía tras él, de una manera tan poco disimulada, que este se sorprendía que todos no supieran que era un hecho que Jonas Crawford, tenía una amante
Y aquella no era nada más que Megan Hill, la pequeña zorra manipuladora de la ciudad de Edimburgo
Y mientras la fiesta se daba en su mayor esplendor, el doctor revisaba sus documentos una y otra vez frente a la mujer y se mostraba más y más preocupado
Completamente estresado, en lo que esta no entendía a qué iba con ello, ¿Por qué tanto misterio? Solo era un resfriado, no era para tanto
Estaba irritada, más cuando aquel hombre la observo y ella sonrío con complacencia, como siempre solía hacerlo, cuando estaba irritada y fastidiada
—¿Y bien doctor? ¿Me dirá por qué me cito a este lugar? Estaba convencida de que solo era un resfriado normal, por lo que…
—Me temo que no es así, señorita yo… Yo no sé cómo decirle esto…
Qué fastidio de ser humano tan molesto, pero aun así Isobel, sonrío con delicadeza y hablo en un tono amable y lleno de lo que parecía paciencia y compresión
—No se moleste, solo dígalo sin más, la verdad es que estoy algo nerviosa
No, no estaba nerviosa, estaba molesta, irritada, era la palabra, pero solo sonrió con delicadeza y se mostró como la flor elegante que todos alegaban que era
—Lo lamento, señorita, me temo que solo le queda un mes de vida, tiene una enfermedad incurable, una que me temo que no podemos curar…
Isobel, se quedó en silencio, observo al hombre sin mover un solo músculo, mientras la mujer a su lado, aquella que había estado junto a ella desde niñas
Aquella que se hacía llamar la mano derecha de Isobel, dio un gemido, seguido de un llanto lo bastante escandaloso, como para que Isobel
Dejará de observar al hombre frente a ella y observará a su miga romperse en llanto, mientras ella parecía no reaccionar
—Sé que debe estar en shock, pero le daré medicamentos para que viva una vida tranquila, para que no se preocupe por cosas como su enfermedad en lo que le queda de vida
Pero ella se sentía bien, un poco cansada y un poco apaleada, pero era normal, no se alimentaba bien, debido a las dietas que seguía para tener una figura perfecta
Los trasnochos, buscando la manera de hacer que en la empresa de su padre no la creyeran una niña rica y sin más, su trabajo también era agotador, sin contar
Las fiestas interminables y lugares a los que tenía que asistir cada semana, era agotador ser la representante de la familia
Pero ahora parecía ser que no lo sería, no era normal, era porque estaba muriendo, qué desastre, qué completo desastre
—Bien, gracias, ¿puede dejarme a sola por un momento, por favor? Es muy mable doctor, que sería de mí sin usted…
Ella habló en su tono habitual, no mostró una sola señal de molestia, el hombre considero que eran ciertos los tumores sobre ella
Tal vez era tan amable y tan bondadosa, tan cariñosa, que solo no quería incomodarlo con su llanto, por lo que saco una caja de pañuelos frente a ella, mientras hablaba con delicadeza
—Por supuesto, señorita, la dejaré para que pueda llorar tranquila
Isobel, asintió, parecía agradecerle de manera tranquila y harmoniosa, mientras aquel salía de la oficina, fue entonces cuando observo a la mujer a su lado, esta lloraba y lloraba
Lo hacía como si la sentencia de muerte hubiese sido hacia ella y no hacia Isobel
—¿Quieres callarte? Qué fastidio, la que se va a morir, soy yo, no tú ya cálmate la puta boca por un maldito segundo, intento pensar en toda esta m****a…
Isobel, observo a Fia, quien se tragó sus lamentos, pues sabia como era aquella, sabía perfectamente que esta no toleraba que esta se mostrara llorona o quejumbrosa
Pues no había nada que odiara más la verdadera Isobel, que las estupideces de las personas, pues aquella era una mujer fácil de irritar y fastidiar
No como aquella máscara que usaba todo el tiempo, no como aquella que aparentaba ser amable y sumisa, mientras por dentro era un ser amargo y reacio a todos
—¿Y ahora qué haremos? Te vas a morir Isobel, no puedo creerlo, te vas a morir, yo…
—¿Quieres callarte? Sé que me voy a morir, no lo repitas tanto, el hecho de que lo hagas, no significa que no se va a ser realidad o tal vez quieres que se haga realidad
—No, jamás, estoy tan triste, ¿Qué haremos? No puedo créelo…
—Yo igual, me he esforzado tanto en aparentar ser una buena persona, en ser la hija perfecta, en ser la futura esposa perfecta, me he esforzado tanto en mostrarme como ese maldito lirio como me llaman y ahora resulta que voy a morir, resulta que mi trabajo ha sido en vano
—Isobel…
—No te atrevas a seguir llorando
—¿Pero entonces que planeas hacer? ¿Qué vamos a hacer?
Isobel, revolvió su perfecto cabello rubio, mientras se levantaba de su asintió y observaba a su amiga, a aquella que parecía contrariada con la situación
—¿Pues qué más haremos? La vamos a pasar muy bien, no pasaré el resto de mi vida amarada, a una vida horrible, por complacer a los demás, pues haré nada más que lo que quiero, pues si voy a morir, ¿Por qué no hacer lo quiera?
La mansión Gray, se mostraba en todo su esplendor, sin duda alguna era uno de los lugares más cotizados de todo EdimburgoUn lugar vacío a los ojos de Isobel, quien solo dio un largo suspiro y camino con tranquilidad hacia la entrada, seguida de Fia, quien tenía sus ojos hinchados de tanto llorarY se mostraba completamente dolida, llena de tantas cosas en su cabeza, seguramente estaba pensando hasta en qué tipo de ataúd le conseguiría cuando murieraSiempre lo hacía, esa mujer le gustaba sobre pensar, no negaría que era algo agradable, más cuando se trataba de los detalles de la vida de IsobelQuien sabía perfectamente que sin Fia a su lado, no sería nada, ni nadie, solo se preguntaba cómo sería de ahora en adelanteCuando ella muriera que sería de Fia, ella ha sido como madre, había sido su nana, había trabajado para su madre desde el principioJustamente como lo hacía Fia con ella, y cuando su madre murió al darla a luz, la madre de Fia cuido de ella como si fuese suya, la consinti
—¿Qué desean qué?El primero en cuestionar las palabras de parte de la familia Crawford había sido al que se le escuchó la voz, en medio de la comidaAquel que observo a su amigo y socio, como si de una traición se trataran, mientras Isobel, comía con tranquilidad, aquella parecía que hablaban con ellaMientras su padre, aquella que había tenido demasiado pensando sobre las duras palabras de su hijaAquella que había mostrado una personalidad que no conocía, una personalidad idéntica a la de su madre, solo giro su cabeza hacia ellaParecía preguntarle en medio de todo ¿Qué se supone que debía hacer? Parecía que su hija tenía más pantalones incluso que sus hijosAquellos cobardes que no habían estado presente en la culminación del compromiso, mientras su hija los ignoraba, justamente como hacía con su prometidoSloam Gray, no tenía la menor idea que su hija supiese que aquel, la engañaba, de hecho, él solo sospechaba, que eran solo rumoresLas personas muchas veces eran tan crueles y m
Los ojos de Isobel, se iluminaron, estaba más que enamorada, estaba fascinada, un hombre como ese, no lo negaría, le encantaban los chicos malosPor lo menos los que había alcanzado a leer en las novelas, aquellas en línea en donde el bad boy enamoraba a la nerd, vaya que le gustabanDe hecho, soñaba con ello, con el hecho de que mientras estaba en la escuela o la universidad, algún chico malo que se acercara a ella, que mostrara que le rompieran el corazónPero nunca pudo tenerlo, jamás, su vida era una completa y estricta libreta, aquella que seguía a la perfección y en cada detalleAhora eso ya no importaba, ella era una mujer que morirá en un mes, sería alguien que disfrutaría de su vida para siempre, sería alguien que tendría la vida que siempre soñóPor lo menos una pequeña lista, en lo que llegaba la hora de decir adiós a su vida, entre ellas, era tener una aventura con un hombre maloUno que la tomara de la cintura de manera firme e intentara manipularla, no funcionaría, era o
La luz molestaba a gran escala, no entendía por qué las personas eran tan insensibles, era una mujer moribunda descansando de la mejor noche de su vidaElla estaba molesta, irritada, tanto así que levanto la mirada y observo a aquella que se encontraba quitando las cortinas del enorme ventanalSu ojo estaba igual o peor de los que ella consideraba que veían los suyos, su gesto aburrido y cansado, parecía demostrar que no estaba para nada contentaSin contar con el hecho de que se preguntaba ¿Qué hacía allí tan temprano? De verdad que no entendía por qué Fia, le gustaba tanto su trabajoAl menos cuando muera podía descansar un poco, estaba segura de que su nana la impulsaría a descansar, tal vez a que se fuera de viajeDebía dejar todo lista para su amiga y secretaria, tal vez unas merecidas vacaciones, justamente después de morirse, sin duda eso le ayudaríaQuizás y encontrara el amor de su vida en aquel viaje, ya podía imaginarse a su miga, con hijos, un esposo que la amara como nada
Eran las tres de la madrugada, ¿quién hacía tal alboroto con la música a ese volumen a las tres de la madrugada? Ella iba a asesinar a la persona que se había osado en interrumpir su sueñoTanto así que se había levantado de la cama con la clara intención, tal vez, de pasar su último mes de vida en la cárcelAl carajo todos sus planes, todo se irían a la basura, pero gusto lo haría, será una asesina moribunda, sabido que logro desquitar su enojoPor lo menos eso pensó, hasta el momento en el que el hombre abrió aquella puerta y su torso tatuado se mostraba, no sabía lo que significabaHabía unas palabras en un idioma extraño, en su pecho tenía el rostro de un dragón, uno que parecía estar conectado con los hombros y seguramente con la espaldaPor todo lo divino, ese hombre tenía un cuerpo maravilloso, se pregunta ¿hasta dónde llegaría ese dragón? Vaya, le encantaría poder verloPero faltaba su rostro, fue entonces cuando levanto su mirada, de su escultural torso y cuando sus ojos cone
“Estás demente” esas habían sido las palabras de Fia, cuando ella había indicado aquella palabra la mañana anteriorIncluso le había impedido hablar con su vecino en todo el día, la había tenido de aquí para allá, con algunos arreglos que debían hacerPues ella se había comprometido a tanto, tenía una agenda tan apretada, que ahora comprendía por qué no dormía de manera adecuada y mucho menos comía como debíaAunque a eso también debía mencionar que era culpa de las estrictas dietas que solía imponerse para verse siempre perfecta ante los demásAhora se avergonzaba, ¿desde cuándo había olvidado lo que era vivir? ¿Acosta de qué? ¿De un padre que siempre la ignoro y de unos hermanos estúpidos?Ella sinceramente se sentía mal por sí misma, por lo menos lo hizo la noche anterior, aquella en la que sentía que le habían robado la vidaQue había agotado todo de ella a costa de nada, pues toda esa agenda llena y todo aquello que debía hacer por otras personas, no eran más que cargas innecesar
¿Qué había hecho? La verdad era que no lo compendia, había pasado todo el día en su apartamento, incluso había dejado de lado sus planes con sus amigosHabía ignorado aquella cita a ciegas en las que su loca madre le había exigido ir, e incluso había apagado su teléfonoSolo había estado ejercitándose gran parte del día y luego de ello, solo se había quedado allí, sin hacer más, solo pensando en aquella mujerAquella que al parecer sí había llegado a salir en todo el día, incluso había llegado a ver a la castaña malhumorada que le hablaba con altaneríaMientras está solo la ignoraba e incluso le contestaba de manera más brusca, por lo menos eso, noto justamente cuando habían regresadoY aquel par se habían puesto a discutir, por las llaves del apartamento, al parecer las habían perdido, tanto así que Isobel, al parecer le había indicado que la despedíaMientras ella había gritado que renunciaba, se había marchado mientras él estuvo a punto de abrir la puerta, pero solo tardado unos se
La mirada de Isobel, se fue hacia el hombre a su costado, Jonas, mostraba un gesto bastante estricto, mientras ella se preguntaba¿Qué hacía ese hombre en aquel lugar? La verdad era que ella estaba segura, de que había sido muy clara, además del hecho de no poder creer que fuese una persona tan de mala suerteQue justamente iría a comer, al lugar al que Jonas desayunaba, peros si lo pensaba si era de aquella manera, lo había llegado a escuchar de las damas de las fiestasTodas hablaban sobre de que Jonas, le gustaba ir muy seguido a un lugar bastante tranquilo y nada extravagante, incluso solían cuestionar aquel actoAlgo que no le importaba, mientras ella solo sonreía y asintió, mientras intentaba de la mejor manera hacer que su prometido quedara de una manera intacta ante los chismes de la sociedadincluso que tal vez debería ser admirado, pues era un hombre que le gustaba la sencillez de la vida, no más que patrañaspues por dentro solo pensaba lo molesto que era aquel inútil hombr