La luz molestaba a gran escala, no entendía por qué las personas eran tan insensibles, era una mujer moribunda descansando de la mejor noche de su vida
Ella estaba molesta, irritada, tanto así que levanto la mirada y observo a aquella que se encontraba quitando las cortinas del enorme ventanal
Su ojo estaba igual o peor de los que ella consideraba que veían los suyos, su gesto aburrido y cansado, parecía demostrar que no estaba para nada contenta
Sin contar con el hecho de que se preguntaba ¿Qué hacía allí tan temprano? De verdad que no entendía por qué Fia, le gustaba tanto su trabajo
Al menos cuando muera podía descansar un poco, estaba segura de que su nana la impulsaría a descansar, tal vez a que se fuera de viaje
Debía dejar todo lista para su amiga y secretaria, tal vez unas merecidas vacaciones, justamente después de morirse, sin duda eso le ayudaría
Quizás y encontrara el amor de su vida en aquel viaje, ya podía imaginarse a su miga, con hijos, un esposo que la amara como nada y viviendo feliz
No pedía nada menos, por lo menos eso pensó por unos segundos, cuando solo se cuestionó que sin duda eso de morir la estaba volviendo una sentimental
Terrible, era sin duda lo peor, por lo menos era la gran Isobel Gray, no podía ser una sentimental, no cuando ella ya tenía viejos recuerdo de ser sentimental, nada bueno sin duda
—¿A quién tengo que matar para tener un poco de sueño? ¿Qué no les basta con saber que voy a morir? ¿Por qué despertarme?
Fía, mostró un gesto bastante mal humorado, parecía ser que las bromas sobre la muerte de Isobel, no le agradaba mucho
El problema era que esta parecía gustarle mucho hacerlas, parecía ser que hacerlas, la ayudaba a alivianar la carga de su muerte
—Debes asesinar a tu visita, me temo que estoy aquí justamente por eso, ya que me encontraba durmiendo en la cocina, cuando el mayordomo me indicó que fuese por ti, que tenías una vista sumamente importante
—¿Importante? ¿Quién?
—Yo que voy a saber, no pregunte, estaba medio dormida…
—La peor secretaria, recuérdame que te despida para cuando muera…
De nuevo aquellas malas bromas, Fia la observo con fastidio, aquella mirada parecía muy común, sin duda estaba aprendiendo bien de Isobel, quien era muy buena para hacer aquella mirada
Hacia la secretaria, mientras con un gemido lleno de molestia se levantó, aquella se había mareado, estuvo a punto de caer, Fia la sujeto
Su mirada llena de preocupación, su gesto parecía mostrarse como el de la persona que estaba a punto de hace un escándalo, algo que impidió Isobel de inmediato
No estaba dispuesta a que hicieran un escándalo, no cuando había alguien que no era parte de la familia Gray, pues aquellos tontos hombres sabían perfectamente
Que ella no deseaba que la molestaran, por lo que, si eran astutos, no eran quienes la esperaban
—No te atrevas, no necesito más escándalo, ahora… Suéltame, ya paso el mareo, voy a tomar las medicinas y tú te tranquilizarás…
Fía no dijo nada más, libero de su agarre a Isobel, y noto como aquella tomaba sus medicinas, no le agradaba, aquellas solían causarle demasiado sueño a su amiga
Solía marearse y muchas veces incluso parecía fastidiada con dolores de cabeza, pero parecía ser no mucho, después de todo, su amiga moriría
No quería ni imaginar sin aquellos medicamentos, ¿Cómo no estaría su amiga? El corazón de aquella se afligió por completo
Mientras notaba que esta parecía tomarlo todo de una manera tan calmada, tan tranquila que solo causaba un gran dolor en su pecho
—¿No te afecta?
La pregunta de Fia, logro sacar de sus pensamientos a Isobel, aquella que secaba su cabello después de una merecida ducha regeneradora
—¿Qué? ¿Sabes que voy a morir? No…
Fría frunció el ceño, no comprendía que hablaba su amiga, ¿de verdad no le afectaba?
¿De verdad no estaba mal por aquello? Sinceramente no comprendía
—¿De verdad? ¿De verdad no te duele que me dejaras? ¿Qué madre llorará demasiado por ti? Que tu familia que ella…
—Soy la razón por la que no me duele, ellos me enseñaron que no importaba que hiciera, que no importaba nada en esta vida, que yo no importaba, ellos me destrozaron desde que era niña, al ser no más que ignorada por mi propia familia, pero entonces cuando creía que no tenía nada, que no era nada, comprendí que las tenía a ustedes, que tenía todo lo que jamás pude soñar a su lado y por ello, solo puedo estar agradecida y llena de felicidad, además de esperar la muerte en paz, porque para alguien que no creía que valía nada, tenerlas a ustedes es más que suficiente
Los ojos de Fia se llenaron de lágrimas, su expresión se convirtió desolada, mientras Isobel, solo mostró un gesto fastidiado porque de nuevo lloraría
—Isobel… Te voy a extrañar demasiado, si yo pudiese…
—Tranquila, aún me quedaré unos días, más, guarda esas palabras para luego, ¿está bien?
Ella habló de una manera tranquila, mientras sus ojos, estaban tan llenos de lágrimas, llenos de aquellos que demostraba que sin duda no quería tocar el tema
Tener que asimilar que efectivamente moriría, que, a pesar de todo, ella sí estaba afectada por la situación que aparentaba no importarle
—Ahora vamos, veamos quién es esa vista molesta
Ella no debió preguntar, pues justamente luego de bajar las escaleras y encontrarse con el hombre frente a ella, su gesto se mostró completamente molesto y aburrido
—Espero que después de la noche pasada, ya hallas recapacitado, está bien acepto que tal vez querías hacer un acto de rebeldía antes de casarnos, pero no vuelvas hacerlo…
Aquel no la había saludado, solo había hablado sin más, mientras Isobel, fruncía el ceño y lo observaba como si aquel se le hubiese zafado un tornillo
—¿De qué hablas? No comprendo…
Jonas estaba completamente molesto, ¿no comprendía? Ella había ido a los rines, además había fotos de ella en una disco bailando en una mesa
Las locuras que había hecho, jamás imagino que haría semejante disparate, justamente la había perseguido la noche anterior, por qué imaginaba que solo era un acto de rebeldía
planeaba tomarla del brazo y llevarla a casa, mientras él aclararía que su compromiso no se cancelaría, que las cosas no eran como ella decía
Quería ir por ella, para demostrarle que el que mandaba en aquel trato suyo, aquel impuesto por su padre, era el quién mandaba
Pero aquella era como un gusano escurridizo y no había logrado encontrarse con ella, en toda la noche, a pesar de que la había perseguido sin parar, gracias a su investigador
A quien había tenido trabajando toda la noche
—¿Te volviste loca? Lo que hiciste anoche, tu comportamiento, todo, esa escena de anoche te diré algo…
—Cállate… Tengo una terrible jaqueca y tú no dejas de hablar y hablar, creía que ya todo había quedado más que claro la noche anterior, no somos nada, no tengo, por qué soportarte, así que dejemos todo así, es más aprovechando que estás aquí… Fía, ¿la traes por favor?
Aquella no tardo nada en comprender, sin más había salido corriendo fuera de la sal de estar, mientras Jonas observaba a Isobel, como si fuese no más que una extraterrestre
La verdad era que no comprendía nada, no lograba entender a qué iba aquello, porque esa mujer actuaba de una manera tan extraña
—Pero ¿Qué? ¿Tú?
Las palabras de su amante Megan habían llegado a su cabeza, aquellas de las que hablaba de una chica mala que todo lo tenía cronometrado
Que cada uno de sus actos no eran más que fingidos, que solo era una chica mala fingiendo ser buena y aquello logro inquietarlo
Por lo menos por minutos, mientras notaba que Isobel, solo se observaba las uñas como siempre solía hacerlo y parecía contar algo en su cabeza, mientras movía su cabeza de un lado a otro
Aquello lo hacía desde niña, era imposible, ella no fingía, solo estaba pasando por una etapa que lo estaba afectado de sobremanera y no estaba dispuesto a soportar
—Bien… ¿Por cuánto tiempo tengo que soportar esto?
Isobel, lo observo, parecía no comprender, pero entonces conociendo al ególatra de su ex prometido, seguramente creía que era una fase
Una que al final de cuentas se podía decir que era verdad
—No lo sé… ¿Un mes tal vez?
Ella sonrió dulcemente, mientras Jonas fruncía el ceño y creía cada vez más que la mujer estaba más y más loca
—Si necesitas ayuda, si necesitas que te internemos en un centro yo…
—Eso ni pensarlo, solo tengo un mes, y no dejaré que encierres en un centro para locos, porque no quiero estar contigo, así que te diré algo amigo…
Ella, caminó hacia él, lo señalo con su dedo, mientras Jonas, la observaba no solo sorprendido, algo en sus ojos se encendieron
Justamente cuando el pequeño cuerpo de Isobel, se acercó, mucho más de lo que lo había hecho en toda su vida de conocerse y lo observo directamente a sus ojos
Justamente cuando adsorbió todo de él con su mirada y su postura imponente, mientras lo señalaba con su dedo y hablaba de manera feroz
—Si arruinas mi mes, si haces algo que me haga molestar, te voy a hacer sufrir…
Aquella se alejó y solo una frase vino a la cabeza de Jonas
—Una pequeña mafiosa…
Isobel, no presto mayor atención, Fia había llegado, ella recibió una hoja de papel, aquella que paso a Jonas de manera agresiva
Mientras este la recibía de manera obediente y seguía asordó sin perder la mirada de aquella mujer tan fascínate que parecía haber conocido recientemente
A pesar de tenerla siempre frente a él
—Quiero todo lo que está en esa lista dentro de media hora a esa dirección y si no está, ¡sufrirás!
No dijo nada más ella solo camino fuera de la mansión, Jonas observo a los hombres a un costado ¿cuándo habían llegado? No tenía la menor idea
Solo noto como aquellos tenían una pequeña sonrisa, una que no era de burla, era una como si lo comprendieran, como si le dijesen que ellos también se habían notado hacía poco
Pero ya era demasiado tarde, al parecer, fue entonces cuando Jonas observo la lista y se quedó sorprendido, pues al parecer aquello de tener un nuevo lugar de residencia era cierto
Tan cierto que cuando llegaron y el ascensor mostró la puerta, logro que Fia observara a su amiga como si fuese efectivamente la demente de la familia Gray
—Eso debe ser un error, no hay forma de que…
—¿Qué? Estaba a muy buen precio
—Claro que sí… Aquí hubo una masacre…
—Solo cuatro muertos no es mucho, ¿sabes el precio en el que lo conseguí, fue genial?
Aquella no podía creerlo, simplemente estaba estupefacta, fue entonces cuando noto como Isobel, mostraba una brillante sonrisa
Ella hablaba en serio, hablaba con tranquilidad, porque no le importaba lo que había sucedido, el hecho de que el lugar hubiese estado prácticamente abandonado desde hacía ya dos años
—Ese hombre asesino a su familia…
—Estás siendo exagerada, no asesino a su familia, asenso a su esposa y a su amante y luego se colgó
—¿Y dónde está el cuarto? Era un niño…
—Fatídica, eso no es verdad, el cuatro fue el que se colgó, por qué entro en banca rota…
—¿Qué no te da miedo eso? Por todos los dioses, ¿Qué no temes por nada de eso?
Isobel, observo a Fia, pareció pensarlo, de verdad lo hacía, pero entre más lo pensaba, no le importaba, ¿Qué era lo peor que le podía pasar?
¿Morir? Eso ya estaba más que declarado, porque no le importaba en verdad aquello de morir o siquiera aquello de que la espante
—Este lugar trae mala suerte…
Los pasos de Isobel, se detuvieron, observo a la mujer y frunció el ceño
—Lo peor que podía pasar es que no muera, ¿te imaginas? Eso sí sería mala suerte, yo mostré ante el mundo mi verdadera personalidad y al final no morir, si sería tener mala suerte, si eso pasa, te quitaré lo del apartamento
Fía negó con la cabeza, mientras entraba a su par, no había duda, el lugar era hermoso, tanto así que, en todo el día, mientras arreglaban todos aquellos muebles
Y demás enviados por los Crawford, o más específica por Jonas Crawford, quien incluso un ramo de flores enviado por Jonas
Flores que terminaron en la basura, al igual que la tarjeta que Isobel, no se molestó siquiera en leer
“no quería nada de mala suerte” había dicho, mientras Fia se preguntaba, si no bastaba con recibir los muebles de aquel, o incluso vivir en el apartamento maldito
Pero la noche había llegado, y ella debía volver, mientras temía en dejar a Isobel, en aquel lugar, pero aquella había caído completamente dormida en su nueva cama
Mientras ella dando un fuerte suspiro solo pudo salir del lugar, observo al hombre que entró en el apartamento frente a su amiga y suspiro rogando por qué no fuese ruidoso
pues no había nada más molesto para Isobel, que las personas escandalosas, era una lástima que aquel no escuchar sus pensamientos
Pues en bien llego había encendido los estéreos a todo volumen, mientras quitaba su camisa e iniciaba a ejercitarse, o más bien intentaba quitarse todo aquel sentimiento que lo agobiaba
Lo intento, por lo menos, hasta que el timbre de su hogar parecía querer estallar, en lo que, al abrir sus ojos, observo un par de brillantes cuencas azules
Aquellos que al verlo brillaron, mientras la mujer frente a él, pareció ser no más que una ilusión, una que no imagino jamás tener, pues
¿Qué hacía allí la hermosa chica rubia del vestido rojo?
Eran las tres de la madrugada, ¿quién hacía tal alboroto con la música a ese volumen a las tres de la madrugada? Ella iba a asesinar a la persona que se había osado en interrumpir su sueñoTanto así que se había levantado de la cama con la clara intención, tal vez, de pasar su último mes de vida en la cárcelAl carajo todos sus planes, todo se irían a la basura, pero gusto lo haría, será una asesina moribunda, sabido que logro desquitar su enojoPor lo menos eso pensó, hasta el momento en el que el hombre abrió aquella puerta y su torso tatuado se mostraba, no sabía lo que significabaHabía unas palabras en un idioma extraño, en su pecho tenía el rostro de un dragón, uno que parecía estar conectado con los hombros y seguramente con la espaldaPor todo lo divino, ese hombre tenía un cuerpo maravilloso, se pregunta ¿hasta dónde llegaría ese dragón? Vaya, le encantaría poder verloPero faltaba su rostro, fue entonces cuando levanto su mirada, de su escultural torso y cuando sus ojos cone
“Estás demente” esas habían sido las palabras de Fia, cuando ella había indicado aquella palabra la mañana anteriorIncluso le había impedido hablar con su vecino en todo el día, la había tenido de aquí para allá, con algunos arreglos que debían hacerPues ella se había comprometido a tanto, tenía una agenda tan apretada, que ahora comprendía por qué no dormía de manera adecuada y mucho menos comía como debíaAunque a eso también debía mencionar que era culpa de las estrictas dietas que solía imponerse para verse siempre perfecta ante los demásAhora se avergonzaba, ¿desde cuándo había olvidado lo que era vivir? ¿Acosta de qué? ¿De un padre que siempre la ignoro y de unos hermanos estúpidos?Ella sinceramente se sentía mal por sí misma, por lo menos lo hizo la noche anterior, aquella en la que sentía que le habían robado la vidaQue había agotado todo de ella a costa de nada, pues toda esa agenda llena y todo aquello que debía hacer por otras personas, no eran más que cargas innecesar
¿Qué había hecho? La verdad era que no lo compendia, había pasado todo el día en su apartamento, incluso había dejado de lado sus planes con sus amigosHabía ignorado aquella cita a ciegas en las que su loca madre le había exigido ir, e incluso había apagado su teléfonoSolo había estado ejercitándose gran parte del día y luego de ello, solo se había quedado allí, sin hacer más, solo pensando en aquella mujerAquella que al parecer sí había llegado a salir en todo el día, incluso había llegado a ver a la castaña malhumorada que le hablaba con altaneríaMientras está solo la ignoraba e incluso le contestaba de manera más brusca, por lo menos eso, noto justamente cuando habían regresadoY aquel par se habían puesto a discutir, por las llaves del apartamento, al parecer las habían perdido, tanto así que Isobel, al parecer le había indicado que la despedíaMientras ella había gritado que renunciaba, se había marchado mientras él estuvo a punto de abrir la puerta, pero solo tardado unos se
La mirada de Isobel, se fue hacia el hombre a su costado, Jonas, mostraba un gesto bastante estricto, mientras ella se preguntaba¿Qué hacía ese hombre en aquel lugar? La verdad era que ella estaba segura, de que había sido muy clara, además del hecho de no poder creer que fuese una persona tan de mala suerteQue justamente iría a comer, al lugar al que Jonas desayunaba, peros si lo pensaba si era de aquella manera, lo había llegado a escuchar de las damas de las fiestasTodas hablaban sobre de que Jonas, le gustaba ir muy seguido a un lugar bastante tranquilo y nada extravagante, incluso solían cuestionar aquel actoAlgo que no le importaba, mientras ella solo sonreía y asintió, mientras intentaba de la mejor manera hacer que su prometido quedara de una manera intacta ante los chismes de la sociedadincluso que tal vez debería ser admirado, pues era un hombre que le gustaba la sencillez de la vida, no más que patrañaspues por dentro solo pensaba lo molesto que era aquel inútil hombr
Las personas no dejaban de hablar entre ellas, lo ignoraba completamente, no era como si llegara a importarle, de hecho, estaba muy tranquilo, mostraba una expresión más que relajadaAquel sillón sin duda era el lugar más elegante de todo el salón, pero nadie llagaba a sentarse a su lado, por la simple y llana razón que él se encontraba sentado en dicho lugarpodía notar algunas miradas furtivas, algunas chicas que se mostraba valiente y querían molestar a sus padres, o incluso algunas que llegaban hacer puestas entre ellasaquello de la casa embrujada, era justamente Kane Hunter, el mestizo de la alta sociedad escocesa, no entendía por qué su madre lo obligaba a venir a esos eventos tan terriblesno compendia cuál era la razón por la que su madre no mostraba un ápice de piedra por su hijo, ella tal vez pensaba que si su hijo se casaba con una estirada como aquellas mujeresdejarían de tratarlo de aquella manera, tal vez demostrarse tan terriblemente quisquillosos, pero él era tratado
—¿Qué dijiste? ¿Qué acabas de decir?Los ojos de Kane estaba abierto en grande, Jonas, lo observo con una mirada llena de victoria, parecía ser que Isobel, le había mentidoparecía ser que aquella relación no había iniciado como debía, aquello, solo le hacía llegar a pensar a Jonas, que al final de todo, Isobel, no había tomado tan en serio a KaneNo le sorprendía, después de todo, para eso era usado un hombre como este, un mestizo que solo era hijo de un nuevo rico y de una mujer tan estúpida como para ignorar su estatusNo negaría que estaba encargado con la situación, tanto así que sonrió con victoria, mientras Kane, lo observaba de manera fija y hasta se podría decir que molesta—Lo que escuchaste, Isobel, es mi prometida, sin contar que no estoy dispuesto a permitir que sigan con ese jueguito suyo, ella volverá a su hogar, sin contar que me voy a encargar de que deje de comportarse de mala manera y tener esas malas amistades como la tuya, porque eso es lo que eres Kane Hunter, un
El estruendo en el lugar era digno de preocupar, las cosas sonaban de un lado a otro, era un completo rugido en la habitaciónLas cosas iban de un lado a otro, los gritos no podían hacerse esperar, los sirvientes se observaban los unos a los otros, todos parecían esperar por quién iría al lugarNadie se atrevía en realidad, ¿quién sería tan tonto para hacerlo? La verdad era que nadie deseaba hacerlo, más cuando les había ido mal en ocasiones anterioresJustamente como hacía unas semanas, en donde está había hecho lo mismo, luego de enterarse de que la señorita Gray, había conseguido ser nombrada la dama del añoUn título que al parecer ella no se había postulado, mientras ella, que tanto interés y trabajo había puesto, no había siquiera conseguido un reconocimientoHabía llegado a discutir, a alegar que no era algo bueno ¿Qué cómo era que ella tenía ese título sin postularse? Sin contar que aquella noche en el baileElla había bailado junto a Jonas, todos hablaban sobre la hermosa par
Isobel, observaba desde la ventana del lugar, su temperamento estaba a mil por horas, el enojo no podía con su pequeño cuerpoObservo a la mujer a su lado y noto como esta leía con una tranquilidad infinita, mientras ella estaba a punto de explotar, de asesinar a alguien¿Cómo esta podía estar tan tranquila? ¿Qué no entendía la gravedad del asunto? ¿Qué no comprendía que las cosas no podían estar peores?Isobel, camino hacia Fia, aquella levanto la mirada, la observo de nuevo con una molestia impregnada en su rostroMientras ella colocó su mano en su cintura y hablo casi en un grito, pues el ruido externo no permitía que la comunicación fuese tan buena—¿Entiendes el problema? Esto que nos está afligiendo de una manera tan cruel y terrible ¿Qué vamos a hacer? Dime, dime que vamos a hacer…Fía la observo como si no fuese más que una broma, observo la ventana, justamente como lo hacía Isobel, hacía unos segundos y señalo ya completamente aburrida—Sigue lloviendo Isobel, los parques de