El rostro de Sofía dejó a todos boquiabiertos.

Los comentaristas que venían preparados para criticarla se quedaron mudos, con la mandíbula por el suelo. Algunos se acercaron a la pantalla con la lupa, otros directamente no podían apartar la mirada.

En los cinco ángulos de las cámaras, Sofía estaba sentada ante una mesa de madera natural. Su chaqueta claramente estaba mojada por la lluvia, pero no había tenido tiempo de cambiarse. Mechones húmedos se adherían a su frente.

Se frotó las manos y sopló sobre ellas antes de comenzar a teclear.

Parecía un muñeco de nieve congelado, pero en su interior ardía una llama voraz.

Los usuarios escucharon a Sofía reportar su situación al comité:

—Debido a un apagón en Costa Dorada, estoy haciendo el examen temporalmente en casa del profesor Diego.

Sofía no ocultó al comité que estaba haciendo el examen en casa de Diego.

—Sofía, debido a tu situación de fuerza mayor, el comité, tras discusión, te permite continuar en el concurso. Te proporcionaremos