Asumiendo
Atenea Aray
Al despertar estaba muy ansiosa. Sentía como si el corazón se me estuviera exprimiendo en el pecho. Como si estuviera viviendo el pasado otra vez pero sabiendo todo lo que iba a ocurrir, mi yo del futuro era una mera espectadora. Cuando me estresaba demasiado solía soñar con hechos de mi pasado, entraba en fuertes episodios de ataques de ansiedad. Se me disparaba el ritmo cardiaco. No podía evitar pensar en puras catástrofes o peligros acechándome.
Definitivamente necesitaba a Amaya con carácter urgente. Una terapia de auxilio, porque no podía quedarme en casa todo el día. Necesitaba trabajar. La montaña de pendientes sería más alta el que el Pico Everest.
Todo un Romántico Liam DavidDebí haber bebido mucho más. Para caer desmayado en la cama. Aún estoy lúcido y con la mente reproduciendo imágenes a mil por hora, en todas ella es la protagonista.Atenea se ha quedado a vivir en mi cabeza. Creo que se trajo una casa de camping y puso todo un campamento. Como un loco siempre estoy pensando en ella, en su perfume, en sus labios. No la puedo sacar, y ya se me está empezando a notar.Realmente yo nunca he sido un chico enamoradizo. Al contrario de mi querido Farid, que encontraba al amor de su vida todos los meses.Yo tenía claro lo que buscaba en las chicas, y la mayoría de ellas
¿Me va a besar?Atenea ArayHe perdido un tiempo valioso. Tengo una junta importante en una hora. Terminó de arreglarme con prisa. Cepillo mi cabello y hago un moño un poco suelto. Reviso que mi look esté impecable y salgo de enorme frente al espejo satisfecha con lo que veo. Me dirijo a la salida de casa. Abro la puerta y ya un coche con mi chofer y guardaespaldas me espera.—Hola Roy, ¿Cómo has estado?— saludo amable.— Muy bien Miss Ate, a la orden como siempre. Te he extrañado— me contesta él alegremente.Roy Philips es un chico amable, muy dulce y educado. Además que es sumamente discreto. Lleva 2 añ
DistanciaAtenea ArayNo puedo apartar la vista de sus hermosos ojos. Pero a la ves me siento incapaz de sostener su mirada, me intimida su forma de verme. Cierro los ojos y siento la respiración de Liam sobre mi rostro, me mojo los labios con anticipación. Entreabro los labios poco a poco.De pronto siento sus labios estampándose en mi mejilla. Sentí toda la decepción del mundo cobijándose en mi pecho. Como si me tiraran cubos de agua helada, no, como si me tirasen agua congelada con una manguera a presión. No puedo mirarlo, estoy segura que se dio cuenta de lo que yo deseaba. No quiero abrir los ojos nunca más. Que llegue un Apo
Ya no hay vuelta atrásLiam David AraySoledad, estoy cansado de vivir contigoSi lo prefieres, desde ahora, puedo ser tu amigoPero, no te quedes; amo a una personaQue al igual que yo, también se siente sola.Salgo a caminar de noche por las avenidasPregunto a la gente, su cara no se me olvidaY busco y no la encuentro.Ando como un loco sin saber qué es lo que hagoLlego así a la casa, estoy desesperadoY lloro si no la encuentro.
¿Qué beso? Eso no se podría llamar beso. Atenea ArayPara ser sincera no pude dormir. No pegue un ojo en toda la bendita noche. El beso me revolucionó las hormonas, yo que pensaba que ya no las tenía..., pues no picarona, allí estaban, dormidas pero presentes. A esto se suma que la confusión se albergó en mi, y no quiso marcharse, además de la vergüenza. Al pobre de Liam no le quedó más remedio que darme un besito de consolación. Así de patética debe haberme visto, y él siempre tan considerado mi rey platónico.Arruinar una amistad perfecta de cuatro años por la insensatez de enamorarme de él. Pues que está vez si me pase un poco.
La Fiesta del Fuego Atenea Aray—Amaya ya estoy lista— digo terminando de colocarme un pendiente de diamante.Había escogido un vestido negro Dior. El modelo de corte princesa resaltaba mi cintura. Además la falda lograba aumentar ese efecto. El vestido se abría en una amplia falda acampanada hasta rozar el suelo.Para complacer a Camil el vestido llevaba mangas largas, no sé si las transparencias se me permitían, pero tampoco soy una anciana. Unos zapatos de siletto de Jimmy Choo completaban mi atuendo. Me encantan los zapatos de ese diseñador. Estos que llevo puestos me flecharon nada más los vi.
Correré el riesgo.Atenea ArayEscucho su respiración y es tan pesada como la mía. Vuelve a tomar mis manos con las suyas y las sube lentamente por encima de mi cabeza, apoyándonos en la pared fría del cajón metálico. Su cuerpo se pega totalmente al mío haciéndome estremecer. Siento su erección sobre mi trasero y aún sin importar la tela del vestido y la de su pantalón, la siento palpitar. Un sentimiento muy parecido a la euforia corre como mercurio líquido por cada una de mis venas, de esa euforia que produce lograr lo que más deseamos.No sé en qué momento cerré los ojos, pero al abrirlos veo nuestro reflejo en el espejo del ascensor. Mis ojos jamás han visto una escena tan caliente y mucho menos conmigo misma como prot
¿Por qué Mientes Amaya?Liam DavidCamil ha llegado muy lejos esta vez. Esto de hacerme usar este estúpido antifaz no me hace ninguna gracia. Me da comezón en la nariz. Me molesta. Todo me molesta.Se que no tengo elección no puedo seguir siendo la nota discordante y aparecer nada más y nada menos que en una fiesta de máscaras sin la máscara. Estoy agotado y no estoy de humor para eventos sociales. He tenido días muy largos, no debí haber tomado este caso. Consume todas mis energías. Es una lucha constante con la fiscalía y cada vez retrasan más la mentada audiencia. Tengo muy mal presentimiento al respecto. Pero lo peor de todo es que si pierdo una chica se muere, es dema