Durante unos segundos, Anna observó a Gino y después a Egan, la idea no era mala, pero, había un problema:

Todos los lobos que conocía eran enormes.

–Sí, no conocer a todos los lobos de tu manada puede dificultar la tarea –dijo Gino rascándose la cabeza al recordar que Anna sólo conocía lobos de alto rango

–Un poco…–masculló ella

–¿No conociste a la loba de Pía? –preguntó Egan –Es una guerrera de alto rango, pero sólo tiene diecinueve años, su loba aún debe ser pequeña –

–Es verdad, Pina no es tan grande…–

–¿Quieres que la llame? –preguntó Gino

–No, ella está aquí, Dona está ayudando a mamá a preparar todo para esta noche, sólo espero que no sea en vano…–

–Todo saldrá bien –dijeron Gino y Egan al mismo tiempo

Al escucharlos, Anna sonrió y se dirigió al café siendo seguida por los demás, sin embargo, cuando estaba por empujar la puerta, la voz de Byron resonó en su cabeza.

“Me quedaré aquí afuera Anna, si me necesitas, sólo llámame”

“¿Por qué no entras?”

“Tengo trabajo que hacer, por l