Alrededor de las tres de la mañana, gracias a que, se había ido a dormir relativamente temprano, Dante abrió los ojos perezosamente, sin embargo, al darse cuenta de lo oscura que estaba la habitación, el joven se incorporó en la cama bruscamente.―Anna ―masculló al recordar lo sucedidoDispuesto a ir a buscar a su compañera, Dante salió de la cama, sin embargo, un quejido cerca de él lo hizo congelarse antes de clavar su mirada hacia la cama.Allí estaba ella, durmiendo a pierna suelta.Debido a que se había levantado, Dante la había desproporcionado de su calor, por lo que, en sueños, la joven se había quejado de su atrevimiento. Al darse cuenta de aquello, Dante soltó una suave risa antes de volver a acostarse.No estaba muy seguro de qué era lo que había sucedido tras haber dejado a su compañera, sin embargo, estaba convencido de que había sido algo bueno, pues la joven ya no tenía el semblante preocupado que se había apoderado de ella desde la noche anterior.Sin poder resistir el
Sintiéndose incapaz de apartar la mirada de su anillo, Anna sonrió.―Más te vale cumplirlo… ――Nada ni nadie me lo impediría cariño, sabes que quiero estar contigo toda la eternidad, quiero tener una vida contigo, quiero tener cachorros contigo, no me importa si soy sólo un alfa o si decides que pertenecemos a la realeza, cariño, incluso ser un renegado estaría bien para mí, pues lo único que quiero y anhelo, es el poder estar a tu lado ―dijo Dante antes de capturar sus labios con los suyos en un muy apasionado beso, mientras que, con delicadeza, la ayudaba a ponerse de pie y le quitaba la sábana que cubría su cuerpo ―Ahora… ¿Decías algo sobre una marca? ―preguntó Dante antes de comenzar un recorrido de suaves y húmedos besos hasta su cuello―D-Dante ―jadeó Anna cuando, los dedos de su compañero, se abrieron paso por su entrepierna― ¿Sí? ―preguntó él sin dejar de atender su cuello―P-Por favor… ―― ¿Qué cosa cariño? ―preguntó él con un tono grave y ronco―Márcame ―pidió Anna con un g
Capítulo 51: La unión de ambos.Ante el rostro confundido de la joven, Marcia y Dante rieron.―No es nada nena, venga, vamos a entrenar ―dijo Dante tendiéndole su mano para guiarla a las escaleras―Buena suerte, alfas ―dijo Marcia quedamente antes de volver a entrar a la habitación de Iva― ¿Qué acaba de pasar? ―preguntó Anna confundida ― ¿A dónde la va a acompañar Ragnar? ――Al instituto, tal parece que la señora Alda quiere quedarse un poco más con nosotros, pues le dejará su trabajo al subdirector ――El cambio de la abuela es demasiado drástico ―dijo Anna con una risita ―Por cierto, Dante, ¿aún puedes comunicarte con los miembros de la manada? Si bien nos hemos marcado, aún no formas parte de la manada ―Ante la duda de su compañera, Dante sonrió y se detuvo al pie de la escalera, y, tras algunos segundos, Ragnar se apresuró a entrar.― ¿Sucede algo alfa Dante? ―preguntó el lobo al verlos―Tranquilo, no es nada ―dijo Dante girándose a Anna ― ¿Y bien? ――Pero pensé que… ―al entender
Confundido por las palabras de Ragnar, Giotto movió las orejas e inclinó la cabeza hacia los lados, mostrando así, la confusión que sentía, por lo que Elizabeth, se acercó a él y le rascó la cabeza, gesto que hizo ronronear al lobo.―Lo que pasa es que tú también creciste mucho ―dijo Elizabeth con orgullo―Permítame ayudarla señorita Elizabeth ―dijo Ragnar cuando Giotto se echó sobre sus cuatro patas y la joven dudó en como subir a su lomo, pues incluso echado, el lobo era demasiado alto―Gracias ―masculló Elizabeth algo avergonzada ―Aún no puedo creer que hayan crecido tanto de la noche a la mañana, ya quiero ver el tamaño de Lykan ――Según lo que me comenta Elliot, también creció considerablemente ―dijo Ragnar caminando con ellos mientras se dirigían al camino que llevaba a la salida del este ― ¿Qué sucede? ―preguntó al notar que todos se habían quedado quietos detrás de él― Estás bromeando verdad Ragnar, Lysander no puede estar ya en la zona de entrenamiento…. ―dijo Elizabeth, a l
Al ver la decisión en el rostro de ambos, Ragnar soltó un suspiro y se apresuró a colocarse cerca de ellos para poder arbitrar el combate.―Será un combate libre, así que pueden transformarse cuando lo consideren, tres derribos coronan al vencedor de este combate ―dijo en voz alta mientras se aseguraba de mantener una distancia prudente entre ambos― ¿Tres derribos? Sencillo ―dijo Anna con una sonrisa antes de adoptar su posición de ataque―Cuando digas Ragnar ―dijo Dante imitándola―Vale, a mi señal ―dijo elevando la voz, pues la emoción, se había apoderado de todos los presentes, los cuales, habían rodeado el lugar para poder observar el enfrentamiento ―Tres… Dos… ¡Comiencen! ―Ante la señal, ninguno esperó a que el otro atacara.Ambos se lanzaron contra el otro y se enfrascaron en un feroz combate, provocando que el silencio se apoderara de la multitud.Si bien eran compañeros y una pareja muy cariñosa, en ese momento, parecía que ninguno de los dos lo recordaba, pues ninguno de lo
A sabiendas de que Zeth no solía quedarse mucho tiempo en el mismo lugar cuando estaba fuera de la isla, Dante soltó un suspiro y se dirigió a sus dos betas. ―Ustedes y Elliot encárguense de terminar el entrenamiento de hoy, Anna, Ragnar y yo tenemos cosas que hacer ―dijo Dante antes de dirigir su mirada hacia Ragnar, quien asintió ―Vale, como digas ―dijo Lysander antes de dirigirse a los lobos de Luna Azul, mientras que Gino, hacía lo propio con los lobos de Loto de Luna ― ¿Quién te lo dijo? ―preguntó Anna mientras se aferraba más fuerte a Zeth ―Hablé con Svein la noche en que Mendel lo capturó ―dijo Zeth dirigiendo su mirada hacia Ragnar, quien cerró sus manos en puños ―Cariño ―llamó Dante a Anna ―Lo mejor será que hablemos en casa, estar a la vista es demasiado arriesgado en estos momentos ― ―Claro ―masculló Anna ―Pero, Zeth, ¿Darío no viene? ―preguntó al ver que el lobo volvía al interior del bosque ―Sí, pero le he pedido que haga un reconocimiento del lugar, más que nada, p
Era una tormentosa madrugada de verano en el bosque “Flor de Luna”, en el cual, no había parado de llover desde hace tres días.Debido a las altas temperaturas que azotaban al país en aquel caluroso verano, muchos consideraban esta tormenta una especie de bendición, sin embargo, en el pequeño pueblo escondido en lo más profundo de aquel bosque, aquella tormenta no era más que la manifestación de la terrible pérdida que habían sufrido tan solo un par de días atrás.Debido aquel evento, los guardianes de aquel hermoso lugar, iban y venían por todas las fronteras de su territorio, asegurándose, de que todo estuviera en orden y de que nada ni nadie amenazara la seguridad de la gente que ahí vivía, pues pronto, su única guía se marcharía para recuperar lo que se les había arrebatado.En la casa principal de aquel bello pueblo, ninguna habitación tenía las luces encendidas, la única excepción, era la pequeña oficina donde el líder de aquel lugar solía pasar horas trabajando.Notando esta ir
Tres meses antes de la partida de Alastor, un día antes del cumpleaños de Anna. Marzo comenzaba a llegar a su fin, por lo que, aquella mañana, era una mañana fresca y completamente soleada, por ende, en la manada Loto de Luna, los entrenamientos matutinos habían comenzado. Sí bien era sábado, el día en que los guerreros de esa manada descansaban, se había hecho un pequeño cambio por petición del alfa, quien pronto, realizaría un viaje de negocios. Como su viaje duraría bastante, su manada estaría desprotegida por algunos días, por lo que el alfa, quería que toda su gente estuviese preparada durante su ausencia. Y pese al mal humor que había estado cargando los últimos meses, todos los guerreros de aquella manada, aceptaron sin chistear el pequeño cambio, sobre todo, los más jóvenes, pues ahora podían entrenar con su joven alfa más a menudo. –¡Vamos! ¡Tú puedes hermanita! –gritaba emocionado un cachorro –¡Acaba con él! – –El joven Ares parece confiado ¿no crees, Ella? –le pr