Mientras Anna avanzaba por el campo, comenzó a sentirse algo incómoda, pues todas las miradas de los jóvenes estaban puestas sobre ella.
“Creo que fui algo altanera…” ―pensó la joven
En ese momento, no estaba segura de haber causado una buena impresión, pero ella era de las que no podían quedarse de brazos cruzados ante una injusticia, por lo que, al ver que nadie movía un dedo para ayudar a Leo, ella se había dejado llevar por su instinto.
Por otro lado, cuando ella mostró su decepción, Leo se apresuró a defender a la gente diciendo que, la mayoría le temía a Otto, y ahora que él había intentado atacarla, podía entender el punto del Leo.
Otto no parecía conocer límites.
―Lamento haber causado un alboroto ―dijo Anna soltándose del agarre de Dante para poder girarse a los jóvenes que aún estaban en el campo ―Lamento si les causé una mala impresión ―dijo a la vez que les hacía una pequeña reverencia
― ¡Anna! ―gritó la pequeña Rosella mientras
Ante la negativa de Basil, el corazón de Anna dio un vuelco.Ella estaba convencida de que, dadas las circunstancias, el alfa Basil la apoyaría, además, un cambio de manada era algo que en lo que el propio Leo había estado pensando.Sintiéndose molesta por la respuesta de Basil, Anna se puso de pie y clavó sus ojos en los del alfa, quien, sin temor alguno, le sostuvo la mirada.―Pero alfa, ¡usted no puede…! ―“Así no” ―gruñó Amara para interrumpirlaDándose cuenta de que se había dejado llevar por sus emociones, Anna volvió a sentarse.“Pequeña, como futura alfa, es importante que jamás pierdas el control sobre tus emociones. Ese es un lujo que un alfa no puede darse, los demás podrían verlo como un signo de debilidad, así que jamás te dejes llevar por tus emociones, mucho menos frente a otro alfa”Al recordar las palabras que su padre le había dicho durante su formación, Anna se mordió el labio inferior y agachó la mirada.―Lo lamento ―Al escucharla, Basil y Catherine sonrieron con
―Dante… ¿Debo avisar a Gino y a Neilan? ―le preguntó Anna―Sí cariño, pero hagámoslo en casa, papá debe de desterrar a los cachorros y Leo debe romper su vínculo con la manada ―dijo Dante con una pequeña y triste sonrisaAnte la palabra ‘destierro’, un nudo se formó en el estómago de Anna.Si para un adulto era doloroso romper sus lazos con su manada, ¿qué tan doloroso sería eso para un bebé de un año?Tal vez, habían tomado una decisión precipitada.― ¿Estás bien querida? ―le preguntó Catherine al acercarse a ella―Sí, yo… Estoy bien ―dijo Anna forzando su sonrisa―Vale, vamos entonces ―dijo la mujer tomándola de la cintura para guiarla fuera de la oficinaPara sorpresa de Anna y Elizabeth, el gimnasio, el cual, para esas horas siempre estaba desiert
El camino de regreso a Loto de Luna fue silencioso.Anna mantenía su mirada fija en el bosque, dándole vueltas a lo que acababa de pasar en la manada de Luna Azul, por lo que, a sabiendas por lo que pasaba su compañera, Dante optó por respetarla y esperar a alcanzar las fronteras de Loto de Luna para comenzar a avisar a las personas necesarias.La primera en ser informada fue Iva, quien, tras escuchar lo sucedido, aplaudió la decisión de su hija y le informó que había una cabaña perfecta para Leo en la zona residencial.El siguiente, fue Neilan, quien, al igual que su Luna, apoyó la decisión de Anna, por lo que le informó que los esperaría en la cabaña que Iva le había indicado para poder darle la bienvenida a Leo y para que Anna pudiese ayudarlo a hacer el juramento.El siguiente en su lista, fue Gino, quien, para su sorpresa, ya había sido inf
Ante las palabras de su joven alfa, Gino sonrió.Normalmente, no se habría hecho tanto alboroto por alguien nuevo, sin embargo, a sabiendas de lo que el joven acababa de pasar, todos los que habían sido informados, se pusieron manos a la obra para que Leo y sus pequeños se sintieran bien recibidos.―Voy a ayudarlo ―le dijo Gino a Anna alborotando su cabello antes de acercarse a Leo y a Izan para presentarsePronto, a Gino se unieron Neilan y Marcia, quien había atrapado a Cara en un abrazo y le susurraba palabras de ánimo.Tal escena, conmovió el corazón de Dante, pues sabía de sobra, que así de cálida, era toda la gente de Loto de Luna.― ¿Sabes algo? ―le preguntó a Anna en un susurro ―Voy a necesitar a alguien a mi lado para que me ayude a unir nuevamente a mi manada, ¿conoces a alguien que le interese el puesto? ―Ante su pregunta, la joven resopló antes de empujarlo suavemente―Tonto, yo siempre estaré contigo, somos un equipo, ¿r
―Gracias Luna ―dijo Leo dedicándole una pequeña inclinación antes de dirigir su mirada hacia el corral, donde justo en ese momento, Chloe tomaba a Raiden en brazos para acercarlo a Anna― ¿Estás lista pequeña? ―le preguntó Iva a Anna ― ¿Recuerdas lo que debes decir? ――Sí mamá, lo recuerdo ―dijo Anna dedicándole una sonrisa a Raiden, quien ya la observaba ―Hola Raiden, ¿estás contento? ―Emocionado por recibir la atención de Anna, el cachorro sonrió y estiró sus brazos en su dirección.―Creo que deberías comenzar a preocuparte, ese pequeñajo podría robarte a tu compañera ―bromeó Lysander con Dante―Eso creo ―dijo Dante sonriendo cuando Anna besó la mejilla de Raiden y este soltó una suave risita―Vale, vamos a comenzar―dijo Anna cuando Raiden, finalmente, se quedó quieto en los brazos de Chloe ―Te prometo que esto no te dolerá ―dijo tomando la mano del cachorro ―Tranquilo pequeñito ―susurró a la vez que pinchaba con suavidad el dedo del niñoPara su sorpresa y la de todos los presente
―Estoy bien mamá, tranquila ―susurró Anna a la vez que se aferraba más fuerte a ella―Ese símbolo me resulta extrañamente familiar ―dijo Neilan observando el teléfono que Dante había tomado para que Iva pudiese abrazar mejor a Anna―Es el símbolo de la empresa de seguridad Dukas, una empresa de tecnología afiliada a la empresa de seguridad Manolis ―explicó Leo dirigiéndole una mirada algo inquieta a Dante―Tranquilo Leo, todos aquí conocen el origen de mi padre――Ah, ¡eso es! ―exclamó Neilan ―Es el mismo símbolo que tiene aquella tablet que nos dejó el joven Zeth ――Precisamente ―dijo Dante ―Según nos explicó mi padre, mi abuelo y Zeth se unieron para preparar este pequeño regalo de parte del alfa ―― ¿Y por qué enviar dos? ―preguntó Marcia ―Anna e Iva siempre están juntas ――Debe de ser por el viaje a Rónan ―intervino Cara ―Ya que Anna viajará a Rónan e Iva se quedará aquí, en la manada ――Es lo que pensamos ―dijo Dante ―Ya que se nos dijo que el paquete llegaría antes de que saliéra
― ¿Estuviste ahí papá? ―le preguntó Gino al beta―Sí, sucedió la misma noche del cumpleaños de tu tío Liam, me encontré con Enzo justo cuando volvía a casa ―dijo Neilan recargándose en el respaldo de su asiento ―Ah, el pobre no sabía si reírse o reprenderlos ――Creo que esos tres meses de castigo dejaron clara la decisión de mi padre ―masculló Lysander quien aún mordisqueaba su hogaza de pan―Oh, vamos cariño, tienes que contarme ―le pidió Anna a Dante ―Prometiste que nunca me ocultarías nada ――Oye bonita, eso es jugar sucio, es manipulación pura y dura ―dijo Lysander clavando sus ojos en Anna quien soltó una risita ―No es justo ――Dante me lo prometió ―dijo Anna con inocencia―Está bien, está bien ―masculló Dante ―Solo… No se vayan a burlar ―les pidió a Anna y a Pía, quien enarcó las cejas ―El principio de la historia es cierta, los chicos y yo dejamos la manada alrededor de las diez y llegamos a la ciudad a las doce, por lo que, los únicos bares abiertos eran los de la zona roja, s
Tras la muerte de Ruth, Alina había sido la que más lo había estado apoyando, tanto en su duelo, como en el cuidado de los cachorros.Cuando ella le entregó a Lilly, la propia Alina se ofreció para ayudarle a cuidar a la pequeña, y dado a que él no tenía ni idea de bebés, él aceptó su ayuda de buen agrado.Si bien al principio sus propios padres también le habían ayudado con la pequeña, al poco tiempo ambos tuvieron que volver a la ciudad, pues formaban parte del escuadrón que buscaba al vampiro. Por lo que, la misma noche en que sus padres se marcharon, Alina decidió hablarle de los gemelos, algo que, lejos de asustarlo, lo llenó de emoción, pues ahora tendría tres pedacitos que habían sido parte de su compañera.Así que, apenas amaneció aquel día, los dos se dirigieron directamente a la tienda de Laisha para que la mujer pudiese instruirlo en el cuidado y necesidades de los híbridos.Fueron muchas las noches las que él y Alina pasaron en vela cuidando a los tres pequeños, sin embarg