“Tranquila” ―le indicó Anna a su loba, la cual, comenzó a arañar la superficie para intentar atacar a aquel irrespetuosoAnte el atrevimiento del lobo, un sonoro rugido resonó por todo el parque, lo que, obviamente, captó la atención de todos los presentes, quienes desviaron la mirada para buscar al responsable de semejante sonido.―Joven gamma ―masculló asustado el joven que había salpicado a Anna cuando, finalmente, descubrió que la responsable había sido Alina, quien se acercaba a ellos acompañada de una muy asustada Rosella― ¿¡Cómo te atreves!? ―rugió Alina ― ¿¡Cómo es que te atreviste hacerle eso a la señorita!? ―reclamó la loba a la vez que sujetaba al hombre del cuello de su camisa―Y-Yo… L-Lo lamento mucho ―jadeó el hombre―No te disculpes conmigo, discúlpate con la señorita ―gruñó Alina a la misma vez que soltaba al hombre y lo hacía caer de rodillas―P-Pero yo…―― ¡Ahora! ―exigió Alina― ¿Podrías darme el biberón por favor? ―le pidió Anna al otro hombre mientras recogía del
Ante la ferocidad en su voz y el desprecio reflejado en sus ojos, los amigos de Otto retrocedieron un par de pasos, sin embargo, no se marcharon.― ¿Estás seguro de querer ir solo? ―preguntó Daniel―Esa señorita estaba con el señor Valiant ――Lo más seguro es que la joven gamma lo haya llamado Marcel ―dijo Otto en su dirección ―Escuché que hay problemas en la frontera norte, por lo que el beta no habría podido venir ―explicó antes de comenzar a avanzar ―En todo caso, lo mejor es que no se metan, yo me encargaré de darle una lección a esa niña ―gruñó antes de transformarse en un gran lobo de color marrón oscuro, el cual, corrió en la misma dirección que las lobas habían seguidoMientras tanto, sin ser conscientes de que eran perseguidas, Anna y Alina corrían tranquilamente por el bosque, hasta que, Alaia, la loba de Alina soltó un gruñido antes de apresurar el paso.Sin saber muy bien que hacer, Amara se detuvo unos segundos.― ¡Vamos Mara! ―gritó Rosella emocionada antes de aferrarse
Decidida a contener el ataque de Otto, Anna se giró y se preparó para el impacto, sin embargo, justo cuando el lobo marrón se lanzó contra ella, otro más grande y de pelaje gris azulado lo embistió bruscamente haciéndolo caer pesadamente sobre el suelo.―Oh… Yo quería hacer eso ―masculló Anna retrayendo sus garras― ¿Qué diablos estaba pensando? ―preguntó Elizabeth―Es un idiota ―gruñó Mirna― ¡Joven alfa! ―exclamó Alina a ver como Damon sometía a Osric, el lobo de Otto― ¡Damon! ¡No! ―exclamó Anna al mismo tiempo que corría en dirección a los lobos, pues Damon, no se había conformado con someter a Osric, si no que mantenía sus colmillos muy cerca del cuello del lobo ―Cariño, por favor, detente ―le pidió al tiempo que intentaba alejar a Damon― ¿Cariño? ―preguntó una joven que estaba cerca del lugar―Pero… Ese es el joven alfa ¿no? ―preguntó un chico ―Oh... Eso quiere decir que… ―Al escuchar sus palabras, Otto perdió su transf
Mientras Anna avanzaba por el campo, comenzó a sentirse algo incómoda, pues todas las miradas de los jóvenes estaban puestas sobre ella.“Creo que fui algo altanera…” ―pensó la jovenEn ese momento, no estaba segura de haber causado una buena impresión, pero ella era de las que no podían quedarse de brazos cruzados ante una injusticia, por lo que, al ver que nadie movía un dedo para ayudar a Leo, ella se había dejado llevar por su instinto.Por otro lado, cuando ella mostró su decepción, Leo se apresuró a defender a la gente diciendo que, la mayoría le temía a Otto, y ahora que él había intentado atacarla, podía entender el punto del Leo.Otto no parecía conocer límites.―Lamento haber causado un alboroto ―dijo Anna soltándose del agarre de Dante para poder girarse a los jóvenes que aún estaban en el campo ―Lamento si les causé una mala impresión ―dijo a la vez que les hacía una pequeña reverencia― ¡Anna! ―gritó la pequeña Rosella mientras
Ante la negativa de Basil, el corazón de Anna dio un vuelco.Ella estaba convencida de que, dadas las circunstancias, el alfa Basil la apoyaría, además, un cambio de manada era algo que en lo que el propio Leo había estado pensando.Sintiéndose molesta por la respuesta de Basil, Anna se puso de pie y clavó sus ojos en los del alfa, quien, sin temor alguno, le sostuvo la mirada.―Pero alfa, ¡usted no puede…! ―“Así no” ―gruñó Amara para interrumpirlaDándose cuenta de que se había dejado llevar por sus emociones, Anna volvió a sentarse.“Pequeña, como futura alfa, es importante que jamás pierdas el control sobre tus emociones. Ese es un lujo que un alfa no puede darse, los demás podrían verlo como un signo de debilidad, así que jamás te dejes llevar por tus emociones, mucho menos frente a otro alfa”Al recordar las palabras que su padre le había dicho durante su formación, Anna se mordió el labio inferior y agachó la mirada.―Lo lamento ―Al escucharla, Basil y Catherine sonrieron con
―Dante… ¿Debo avisar a Gino y a Neilan? ―le preguntó Anna―Sí cariño, pero hagámoslo en casa, papá debe de desterrar a los cachorros y Leo debe romper su vínculo con la manada ―dijo Dante con una pequeña y triste sonrisaAnte la palabra ‘destierro’, un nudo se formó en el estómago de Anna.Si para un adulto era doloroso romper sus lazos con su manada, ¿qué tan doloroso sería eso para un bebé de un año?Tal vez, habían tomado una decisión precipitada.― ¿Estás bien querida? ―le preguntó Catherine al acercarse a ella―Sí, yo… Estoy bien ―dijo Anna forzando su sonrisa―Vale, vamos entonces ―dijo la mujer tomándola de la cintura para guiarla fuera de la oficinaPara sorpresa de Anna y Elizabeth, el gimnasio, el cual, para esas horas siempre estaba desiert
El camino de regreso a Loto de Luna fue silencioso.Anna mantenía su mirada fija en el bosque, dándole vueltas a lo que acababa de pasar en la manada de Luna Azul, por lo que, a sabiendas por lo que pasaba su compañera, Dante optó por respetarla y esperar a alcanzar las fronteras de Loto de Luna para comenzar a avisar a las personas necesarias.La primera en ser informada fue Iva, quien, tras escuchar lo sucedido, aplaudió la decisión de su hija y le informó que había una cabaña perfecta para Leo en la zona residencial.El siguiente, fue Neilan, quien, al igual que su Luna, apoyó la decisión de Anna, por lo que le informó que los esperaría en la cabaña que Iva le había indicado para poder darle la bienvenida a Leo y para que Anna pudiese ayudarlo a hacer el juramento.El siguiente en su lista, fue Gino, quien, para su sorpresa, ya había sido inf
Ante las palabras de su joven alfa, Gino sonrió.Normalmente, no se habría hecho tanto alboroto por alguien nuevo, sin embargo, a sabiendas de lo que el joven acababa de pasar, todos los que habían sido informados, se pusieron manos a la obra para que Leo y sus pequeños se sintieran bien recibidos.―Voy a ayudarlo ―le dijo Gino a Anna alborotando su cabello antes de acercarse a Leo y a Izan para presentarsePronto, a Gino se unieron Neilan y Marcia, quien había atrapado a Cara en un abrazo y le susurraba palabras de ánimo.Tal escena, conmovió el corazón de Dante, pues sabía de sobra, que así de cálida, era toda la gente de Loto de Luna.― ¿Sabes algo? ―le preguntó a Anna en un susurro ―Voy a necesitar a alguien a mi lado para que me ayude a unir nuevamente a mi manada, ¿conoces a alguien que le interese el puesto? ―Ante su pregunta, la joven resopló antes de empujarlo suavemente―Tonto, yo siempre estaré contigo, somos un equipo, ¿r